conocimiento es modelo para las generaciones presentes y venideras.
En presencia del gobernador Miguel Alemán Velazco, Arredondo
señaló que el conocimiento compartido por ambos a través
de su obra nos brinda las claves para comprender la evolución
de un país que emprendió cambios vertiginosos, guiado
por su propia condición histórica y por la acción
decidida de hombres como los que hoy reciben nuestro homenaje.
Resaltó la coincidencia de ambos en su amor absoluto por sus
respectivos lugares de origen, a los que buscan beneficiar con trabajo,
propuestas y acciones de mejoramiento materializadas en hechos, y
destacó diversas semejanzas y paralelismos, como los serios
obstáculos que ambos enfrentaron en su infancia y juventud:
Andrés Henestrosa habló exclusivamente lenguas indígenas
hasta la edad de 15 años, y José Iturriaga se vio obligado
a trabajar en diversos oficios para subsistir aun antes de cumplir
los ocho.
No es éste el único paralelismo entre ellos. En
su formación encontramos, en uno y otro caso, la influencia
de docentes tan ilustres como José Vasconcelos, Antonio Caso,
Manuel Rodríguez Lozano, Mariano Alcocer, Manuel Herrera y
Lazo, Jorge Gaxiola, Eduardo Nicol, Joaquín Xirau, José
Gaos, Juan de la Encina y José Moreno Villa, entre otros,
agregó.
Andrés Henestrosa es miembro de una generación que cambió
la visión de nuestro país. En su obra destacan sus aportaciones
al indigenismo, que recuperó no sólo por su propio pasado
indígena, sino como parte central de su obra, desde una reflexión
sobre el espíritu liberal y el estudio y la valoración
de las expresiones nacionales. En pocos escritores mexicanos
confluyen de manera tan afortunada las dos vertientes étnicas
que conforman nuestra nacionalidad la indígena y la española
como en Andrés Henestrosa.
Arredondo destacó las facetas de profesor, funcionario público
y periodista del galardonado, pero también su papel como escritor,
labor de la que han surgido obras como Los hombres que dispersó
la danza y Retrato de mi madre. Aunque renuente a aceptarlo,
a Andrés Henestrosa se deben algunas de las páginas
más bellas de la literatura mexicana.
De José Iturriaga dijo que ha labrado una trayectoria en la
que el denominador común parece ser el haber puesto su persona,
su talento y su capacidad al servicio de la causa pública.
Además, ha dedicado especial atención a la visión
histórica que los norteamericanos han tenido sobre nuestro
país, a partir de los discursos que diputados y senadores de
Estados Unidos han pronunciado en el seno del congreso, que conforma
un monumental proyecto de investigación. También destacó
la importancia que obras como El tirano en la América Latina
y La estructura social y cultural de México tienen en su
trayectoria.
Henestrosa
concilia en su pecho a sus abuelos y pacifica su sangre: Iturriaga
Andrés Henestrosa integró en sí mismo el mestizaje
cultural de México y logró reconciliar en su pecho
a sus abuelos y pacificar la sangre que lleva dentro: no es un escritor
descastado y posee una honda emoción popular y humanista,
dijo José Iturriaga al presentar al escritor oaxaqueño
galardonado por la UV.
En una minucia de Andrés cabe el genio, el ingenio
y la belleza toda, aseguró Iturriaga al contrastar
comentarios negativos a la producción cautelosa del oaxaqueño
frente a un estilo que prefiere, explicó, exprimir su pensamiento,
por eso se acerca al aforismo: Andrés prefiere pensar
la palabra antes que escribirla y esto no lo hace ágrafo,
sino prudente y cortés con sus lectores.
Al contrario de otros escritores que han enarbolado lo popular y
después se han pasado a la acera de enfrente, Andrés
se mantiene en su gusto por la cultura popular y rechaza cualquier
postura exquisita, afirmó Iturriaga, quien destacó
la incorporación de Henestrosa a la cultura occidental a
los 12 años de edad, cuando aprendió, en una jugarreta
del destino, la lengua española a través de un árabe
que vendía ropa en abonos. De ahí nació la
urgencia de Henestrosa por dominar el español que lo llevó,
con los años, a ocupar de manera digna una poltrona en la
Academia Mexicana de la Lengua.
El también arquitecto e historiador comentó algunas
ideas que grandes nombres de la literatura en lengua española
expusieron acerca de la obra de Henestrosa: Pablo Neruda dijo
que Retrato de mi madre era una obra maestra de las letras
hispanoamericanas; Miguel Ángel Asturias aseguró que
Henestrosa se había anticipado a todos al incorporar leyendas
y mitos de las culturas indígenas; José Martínez
Ruiz Azorín lo propuso como un filósofo esclarecedor
del mestizaje, mientras que Octavio Paz se mostró siempre
seducido por la vigencia de su obra, la emoción de su relectura
40 años después y la maestría de su pluma que
se acercaba, desde sus inicios, a la perfección.
Henestrosa, uno de los escritores indispensables en la incorporación
de la cultura indígena a la literatura mexicana, ha recibido
las medallas Elías Sourasky, Ciudad de México, Poncia-no
Arriaga, Ignacio Manuel Altamirano, Benito Juárez, René
Cassin y Belisario Domínguez, así como el premio internacional
Alfonso Reyes. Su libro Retrato de mi madre es, junto a Visión
de Anáhuac de Alfonso Reyes y Canek de Emilio Abreu Gómez,
la obra mexicana más editada en el extranjero.
Todo
cuanto escribe José Iturriaga apunta a servir a México:
Henestrosa
Al destacar el perfil de su amigo José Iturriaga, Henestrosa
dijo que es un intelectual cabal que ha armonizado los sueños
de su juventud y se ha traducido a sí mismo a través
de la historia: ha cultivado con igual éxito la filología,
la historia, la geografía, la estadística, el folklore;
todo cuanto escribe apunta a servir a México.
Afirmó que el amor a México y el deseo de que nuestro
país se llegue a realizar en la manera en que lo soñaron
Vicente Guerrero y José María Morelos lo hermanan
con Iturriaga; añadió que con éste siempre
hay una obra que espera, y citó al poeta Rubén Darío,
cuando una musa da a luz, las demás quedan encinta,
para mostrar que Iturriaga ha sido un inventor de sueños
que ha vuelto realidad poco a poco.
El escritor oaxaqueño habló sobre la labor que Iturriaga
realizó en diferentes ámbitos: representó en
distintas ocasiones a nuestro país en foros nacionales e
internacionales, fue embajador de México en la Unión
Soviética y Portugal, y es uno de los más importantes
divulgadores de la ciencia en México. Ha publicado, entre
otros, La estructura social y cultural de México texto
obligado para quienes buscan ahondar en la composición social
mexicana, y ha recibido diferentes reconocimientos como la
medalla Belisario Domínguez, que otorga el Senado de la República,
y la medalla Ciudad de México por su contribución
en la recuperación del Centro Histórico de la capital.
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