Internet: Un foro abierto
En Internet coexisten dos identidades desde su creación, una te lleva a descubrir contenidos de gran calidad aunque muchas veces poco populares; la otra produce fenómenos vistos por millones en cuestión de horas a pesar de no ofrecer el mejor contenido. En el ciberespacio se crean, multiplican y difunden actitudes, opiniones, valores, sentimientos, pensamientos, actividades y circunstancias sociales. Si existe cultura, creatividad, innovación, inteligencia y arte, indudablemente se verán reflejados en la sociedad. Pero existe una contraparte, si nos posicionamos en el polo negativo de las conductas humanas encontramos prejuicios, delitos, excesos, insultos y hurtos, que también se ven manifestados en los medios.
Desarrollo sin tecnología: Un sueño imposible
El uso y aprovechamiento de las TIC, para evolucionar a sociedades de la información y el conocimiento, es un valor en aumento en los países desarrollados a la vez que constituye un gran reto en países menos desarrollados. Las TIC son consideradas como una herramienta que instiga al progreso de nuestras comunidades y ciudadanos. Sin embargo, esto puede presentar algunos inconvenientes. Los países en desarrollo pueden considerarlas como un valor deseable porque permiten mejorar los procesos y actividades nacionales, pero ¿qué posición deberían ocupar en su escala? Si las TIC son en verdad una herramienta sustancial para el desarrollo global, entonces debería invertirse mayores recursos en la investigación y mitigación de las brechas digitales en aras de disminuir las brechas económicas y sociales.
¿Desarrollo o marginación?
La falta de acceso al uso y aprovechamiento de las TIC se han transformado en una diferencia socioeconómica: una parte de la humanidad está conectada y dispone de más información. A su vez las grandes mayorías (los pobres, los marginados, los analfabetos tecnológicos) padecerán una nueva marginación, la marginación a la información.
Los países están obligados a desarrollar nuevas políticas a partir del reconocimiento de las desigualdades, con el objetivo de que la nueva riqueza no sea clasista y verdaderamente refleje beneficios para la sociedad en general. Las estrategias y tratados (nacionales e internacionales) deben ser planeados para que la tecnología conduzca al progreso, que nos permitan sacar provecho del avance tecnológico y asegurar el acceso equitativo a la sociedad de la información y su justa distribución.