“Toda la humanidad forma un sólo libro, cuando alguien muere parece que una página ha sido arrancada”. 2019
Cuando la persona muerta es un joven, duele mucho más, porque aún quedaba mucho por escribir en esa página. Cuando la persona muerta es, además de joven, asesinada violentamente, el dolor es mucho mayor.
En la Facultad de Ciencias Agrícolas nos encontramos tristes. En los últimos 2 meses cuatro jóvenes agrónomos han muerto, todos ellos hijos de esta Facultad. Primero Saúl Carmona Hernández, egresado del programa de ingeniero agrónomo en 2016, y recién egresado de nuestro programa de maestría en abril pasado; Saúl murió súbitamente por enfermedad en la ciudad de La Paz, donde se encontraba laborando en un centro de investigación y preparándose para ingresar al doctorado. El día 1 de agosto, otros dos hijos de nuestra Facultad, Luis Enrique Pérez Cortazar y Víctor Ildefonso Jaime Gómez, murieron violentamente en el sur del Estado. Luis Enrique egresó de nuestro programa de ingeniero agrónomo en 2017, mientras que Víctor estaba a 1 sólo crédito de graduarse. El pasado sábado en Xalapa, fue baleado Arturo Benjamín Rodríguez Altamirano, quien se había graduado como ingeniero agrónomo hace apenas dos meses.
La muerte de ellos cuatro es una tragedia. Nuestro más sentido pésame a sus familias. Nos solidarizamos al dolor que sufren, su dolor también es nuestro. Asimismo, expresamos nuestro repudio a cualquier forma de violencia. Los asesinatos de Benjamín, Luis Enrique y Víctor son una muestra más de la descomposición en la que estamos como sociedad. No debemos acostumbrarnos a esta violencia, no debemos ver como algo normal las cosas que pasan. Como Universidad Veracruzana y como Facultad de Ciencias Agrícolas pondremos todo nuestro empeño en crear un mundo más sano, menos violento, más vivible. No queremos más hijos nuestros muertos.