El café es el único producto alimentario producido a nivel mundial (excepto en Europa) asociado con muchos proyectos de sostenibilidad, comercio justo, salud y educación implementados en las regiones donde se cultiva, lo que denota la importancia de este cultivo en la economía mundial.
La cafeticultura mexicana es muy importante social y ambientalmente. Por un lado, las zonas cafetaleras presentan altos niveles de pobreza y marginación, así como poca diversificación productiva, que se refleja en los bajos ingresos de los productores y trabajadores. Al mismo tiempo, la mayoría de los cafetales están bajo sombra de árboles, lo que hace de este cultivo algo estratégico por la diversidad biológica que conserva (árboles, aves, mariposas, epífitas, insectos, y casi cualquier taxa) así como por los servicios ambientales (agua limpia, mitigación de cambio climático, entre muchos otros servicios).
La Facultad de Ciencias Agrícolas está en el epicentro de uno los lugares más importantes del café: Xalapa. En nuestra ciudad estuvieron las instalaciones del Instituto Mexicano del Café – INMECAFE. Si bien este instituto fue desmontado por el gobierno desde 1989, sigue siendo algo añorado por los productores. Estamos cerca de instituciones como INECOL, Cafecol, INIFAP, y Chapingo, quienes tienen líneas de investigación de café en la zona.
La zona en la que nos encontramos, la Región Cafetalera de Coatepec (que incluye los municipios de Coatepec, Cosautlán, Emiliano Zapata, Jilotepec, Ixhuacán de los Reyes, Teocelo y Xico) presenta una problemática similar a la del país, pero además con un contexto de cambio de uso de suelo por el crecimiento de las ciudades.
Nuestra contribución como Universidad Veracruzana es vasta en el estudio y la resolución de muchas problemáticas, las cuales resumimos en 3 grandes ejes:
- Manejo del cultivo: donde hemos evaluado alternativas biológicas para la gestión de elementos como los nemátodos, las enfermedades causadas por hongos (principalmente la Roya), así como estudiar los microorganismos asociados.
- Fertilidad del cultivo: donde reconocemos que gran parte de los problemas asociados a una baja producción tiene que ver con la nutrición de la planta, así que tanto elaborando abonos orgánicos de recursos locales, o utilizando microorganismos benéficos del suelos como los hongos micorrizicos y algunas bacterias, estamos mejorando la salud de las plantas de café.
- Adaptación al cambio climático: los problemas que anteriormente teníamos, ahora se agudizan con el cambio climático. Entender cómo los árboles de sombra nos ayudan a adaptarnos a esta situación nos da elementos para poder mejorar nuestros cafetales.
Por favor, contáctanos si tienes dudas específicas o ganas de colaborar: fagronomia@uv.mx
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