Algunos Recuerdos con el Maestro Aureliano Hernández Palacios.
Dr. José Lorenzo Álvarez Montero.
El 23 de marzo me entere que el estimado Maestro Fernando Santiago Vázquez fue designado coordinador de la Catedra Aureliano Hernández Palacios.
En ese momento, vino a mi recuerdo las clases que recibí de Introducción al Estudio del Derecho, Filosofía Jurídica y Derecho Procesal Civil que con dominio y maestría recibí de Don Aureliano.
De él no solo recibí esplendidas cátedras sino que tuve la oportunidad de tratarlo desde estudiante y después como catedrático de nuestra querida Facultad de Derecho.
1.-Como estudiante, siendo Presidente de la Asociación Cultural de Estudiantes de la Facultad de Derecho, ante algunos acontecimientos que llevaron al Maestro a separarse temporalmente del magisterio, organicé, junto con otros compañeros, una cena en su honor en el restaurante la Pérgola a la que asistió el Gobernador Rafael Murillo Vidal.
2.-Como pasante al recibir mi diploma de generación en 1972, en el teatro del Estado, al entregármelo el maestro me dijo que pasara a verlo a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, cargo que en ese momento ostentaba.
Me presente como dijo y me pregunto si deseaba incorporarme al Poder judicial. Le conteste que sí y de inmediato llamó a Luis, su yerno, que fungía, así lo entendí como su secretario particular a quien le proporcione mis datos.
Me dijo el Maestro: “cuando te recibas ven a verme”. Lo que hice en junio de 1973, un mes después Luis me buscó para decirme que si me interesaba la Secretaria del Juzgado Mixto de Primera Instancia del distrito Judicial de Acayucan. Así ingrese al Poder Judicial.
- -Ya como catedrático de la Facultad lo seguí tratando al Maestro y promoví que se colocara una polaca con su nombre a un salón de la propia institución.
En ocasión de una serie de conferencias que organicé, con el apoyo tanto de Don Abel Escobar Ladrón de Guevara como de Armando Reyes Fuentes ambos directores de la Facultad, invité al Dr. Eduardo García Máynez (con quien guarde cierta amistad y con quien degustaba la comida durante algún tiempo, una vez al año, en unión del inolvidable amigo, el brillante catedrático Matías Platas Martínez y su hermano, el Maestro Arnaldo y se organizó un desayuno y una comida en la casa de Don Aureliano (calle Zaragoza), donde ambos filósofos del derecho intercambiaron ideas.
En una plática con el Maestro en la Facultad de Derecho me dijo: “si llegó a ser Gobernador te voy a nombrar Magistrado”. Me lo bendigo, porque años más tarde, en el año 2000, fui designado Magistrado del Tribunal Superior de Justicia y después del Tribunal Electoral.
Durante mis estudios en la Preparatoria Juárez conocí a su hijo Fernando, con quien participe en algunas actividades estudiantiles. En la Facultad de Derecho conocí a Luis, su otro hijo, quien tuvo conocimiento de mi aprecio así su padre y que alguna vez reconoció y me agradeció los homenajes que organicé a Don Aureliano y, me parece, pero ella lo dirá, también ahí conocí en el aula su hija Esther.
Estos son algunos de los recueros que tengo de Don Aureliano Hernández Palacios excelso Maestro.
