Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Espacio público y memoria colectiva

Hoy concluye el Simposio de Otoño que organiza la Universidad Veracruzana. El Simposio se compuso de cinco mesas en las que participan intelectuales de todo el país, provenientes de diversas instituciones y proyectos, para discernir sobre esa movible frontera entre intereses -públicos y privados- en torno al espacio público en cinco esferas: la institucional, la económica, la social, la mediática y la política.

La conferencia inaugural a cargo de Nora Rabotnikof (UNAM) estableció el marco conceptual del simposio, asentando que en primer lugar el espacio público surge en la polis griega, y se expresa un intento de racionalizar el poder político, en el que todos pueden participar a través del diálogo, y la discusión (la res publica).

La biblioteca aporta al espacio público una forma refinada de memoria colectiva y universal, sin embargo, tanto aquel como ésta no tienen realidad efectiva sin la participación del ciudadano, que en el caso de la biblioteca es, además, un lector. «Analfabetismo de retorno» o «funcional», es el primer obstáculo que se interpone entre el ciudadano lector y la biblioteca, ya sea pública o educativa. Y en el espacio social, el impedimento para la participación está definido por el analfabetismo político.

Si consideramos que información y comunicación en el espacio público no puede desligarse de la memoria colectiva, de las experiencias pasadas compartidas y/o registradas en términos históricos, viene a la mente de inmediato la importancia de las bibliotecas, de las cuales en nuestro país se dice que hay más de 90 mil, aunque habría que ver, efectivamente, cuántas funcionan como tales y constituyen una diferencia en la vida de los más de 100 millones de habitantes de México.

Sin memoria colectiva -sin acceso para todos a un sistema moderno y funcional de bibliotecas públicas y académicas– pareciera que el espacio público quedará subordinado una y otra vez a intereses privados en lo económico, lo mediático y lo político.

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Sobre el Mito de la Caverna y la tarea pendiente de la alfabetización informacional

Dice Eugenia Rico, en su interesante ensayo «El latido del mundo como pre-texto»:

«De la cultura de la tertulia, la palabra y la sobremesa se ha pasado a la cultura atomizada del consumidor ante el ordenador, o frente al televisor: frente a la pantalla. Es una vuelta de tuerca más del mito de la Caverna. En lugar de mirar las sombras, miramos pantallas que reflejan la verdadera vida que está siempre en otra parte».

Lo anterior casa muy bien con lo que se ha dicho aquí acerca de la necesidad de desarrollar las capacidades de la población, y en particular de la población universitaria, para explotar recursos de información como Internet, pero no a costa del diálogo y la discusión que deben caracterizar a todo ámbito de estudios. La alfabetización informacional es -será- ese esfuerzo institucional, social, pendiente que las universidades y los centros de educación deben emprender de manera cotidiana, para que los individuos que ahí se forman o laboran, en primer lugar, reconozcan sus propias necesidades de información -desde las más simples, hasta las más complejas, desde las apremiantes hasta aquellas en las que encuentren solaz, esparcimiento y recreación-; para que los individuos reconozcan el vasto ecosistema de la información, y su papel activo en él, y puedan desenvolverse y atisbar las relaciones e interacciones que hay entre todas las fuentes, formatos, tipos de información y beneficiarse de todas, valiéndose de ellas para satisfacer aquellas necesidades; y por último para que puedan tener acceso a los contenidos, a los mensajes codificados en forma de texto, audio, video o imágenes, y a las herramientas con que esos mensajes se construyen, para generar nueva información, organizándola, extendiéndola, dándole forma de nuevo conocimiento.

Si desea comenzar a desarrollar sus propias ideas sobre alfabetización informacional, o saber si está alfabetizado informacionalmente o cómo lograrlo, puede comenzar aquí: InfoLit Global: Directorio de recursos para el desarrollo de competencias informativas.

Pero para alcanzar aquel punto, Eugenia Rico ya nos advierte de los riesgos, de los obstáculos:

«Y todo esto ocurre en los tiempos del amor después del SIDA. El SIDA fue una enfermedad metáfora, que trajo más atomización en las relaciones humanas. El plasma de las pantallas está hecho de la misma cualidad ideal que el caucho de los condones: sirve para protegernos del contagio de la realidad, sea contagio ideológico o contagio emocional. Este contagio también es metafórico: nos protegemos del contagio no sólo frente a una ideología, sino de las emociones que ya no nos llegan a través de la piel o de la palabra, sino de una pantalla. Esta te protege de las emociones. Funciona como profiláctico intelectual, frente al mundo que nos hiere.

«Internet ha creado otro texto dentro del mundo y ha patentado otra forma de leer este texto. Ya hay mundos virtuales en los que, igual que en el Mundo de las Ideas de Platón, los hombres podemos ser perfectos (aunque a menudo renunciemos a serlo). Internet ha cuantificado la información en bits, con lo cual todo lo que es accesorio queda relegado. Los textos siempre son informativos. Cada vez prescinden más de cualquier tipo de circunloquio. La información y los datos suplantan la reflexión de la literatura. La literatura está dando pasos atrás, respecto a lo que eran sus dominios: por ejemplo, el mundo de los sueños, el mundo de los viajes… Aquello donde se podía explayar. La literatura está auditada por otras disciplinas. Hay una auditoría del periodisimo sobre la realidad. Los lenguajes informáticos priman sobre los lenguajes poéticos. La imagen proclama que ha vencido a la palabra. Los números parecen haber triunfado sobre las letras. La información es el valor en alza. Es poder. Y la literatura es la gran víctima en el mundo del valor mercantil de la información. Sentadas a una mesa de póquer el periodismo y la literatura, la literatura tiene menos cartas y las que tiene están marcadas. No hay tiempo para recrear la realidad, porque nos llegan tantos estímulos que el mundo se expresa en un lenguaje caótico como el de un bebé. La sorpresa se sirve con disparos, no con pasteles de cumpleaños. Lo que la vida tiene de sorpresa, la paradoja, lo imprevisto, el abracadabra que se celebra en la literatura, todo eso está al servicio de intereses económicos. La realidad está superando con muchas creces a la ficción.»

Este blog seguramente está siendo leído en soledad, como fue escrito. Pero las ideas conductoras de Eugenia Rico, de quienes dialogamos antes de plasmar contenidos en este blog y de los lectores, seguramente se unen en muchos puntos, y a partir de ahí puede esperarse que nazca un diálogo.

Esperamos ese diálogo necesario, vital, urgente, entre docentes, bibliotecarios, estudiantes e investigadores, y ¡qué mejor ámbito para ese diálogo en el mundo físico, que al amparo de las colecciones de las obras universales, o en el mundo virtual, favoreciéndonos de esta inmediatez que nos brinda la red!

Sirva este comentario, además, para invitar a todos nuestros lectores a visitar, en las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa, entre otras, la colección de publicaciones periódicas (ala derecha, nivel -1), adonde encontrarán muchos otros ejemplares de la revista que publicó el texto de Eugenia Rico: Revista de Occidente, revista emblemática del pensamiento occidental y universal, si las hay; y la colección de Literatura (ala izquierda, nivel 1), que es una de las colecciones más ricas del acervo bibliotecario universitario.

En ambos espacios se podrá constatar que no todo texto es nada más información, y que no toda escritura está al servicio de un interés comercial.

Rico, Eugenia. El latido del mundo como pre-texto. Realidad y ficción del mundo o el texto sin lector. Revista de Occidente. No. 325, Junio 2008, p. 66-74.

Platón. La república.

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¿Conoce la Ley General de Bibliotecas de 1988 y sus resultados?

Siendo presidente Miguel de la Madrid Hurtado, en 1988, se decretó la Ley General de Bibliotecas que establece con detalle una definición de lo que es una biblioteca pública, establece la creación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas y la integración y desarrollo de un Sistema Nacional de Bibliotecas, cuya coordinación y desarrollo quedaría a cargo de la SEP.

Uno de los propósitos de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas es la integración de los recursos bibliográficos del país, y la coordinación de servicios y operaciones de todas las bibliotecas del sistema educativo nacional. Los trabajos que en el ámbito bibliotecario debe realizar la Secretaría de Educación Pública y las secretarías de educación estatal son tan diversos que mueve a pensar cuánto se habrá avanzado, dando cumplimiento real a esa ley, en los 20 años que han pasado desde su promulgación.

Ahora contamos con una nueva ley, que complementa a aquella: la Ley de Fomento al Libro y la Lectura… ¿pasarán otros 20 años para que se vea algún resultado?

¿Usted, lector, qué opina?

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Los blogs en el nuevo modelo educativo universitario: posibilidades e iniciativas

La oferta de servicios informativos y de documentación por parte de las bibliotecas, debe reforzarse con una tarea permanente para la alfabetización de los usuarios de las mismas.
De ahí que interese dar cuenta, en este blog, sobre todos aquellos recursos que son de importancia y utilidad para alentar la cultura de la información y la participación de todos -a lo que se llama también inclusión digital- en la sociedad de la información y el conocimiento.
En esta ocasión les invitamos a revisar y analizar un documento de García-Quismondo, de la Universidad Carlos III de Madrid, España, que da cuenta de manera pormenorizada tanto de la evolución de los blogs y de la blogósfera, como de las múltiples aplicaciones provechosas de los weblogs -o más brevemente, blogs, como éste mismo, Kaniwá- en los procesos de educación en el ámbito universitario.

Tomemos, sólo como ejemplo de lo interesante de este documento, la Matriz de S. Leslie sobre uso de weblogs en educación.

(De la cual prepararemos en cuanto sea posible una versión en español).

Aquí pueden identificarse usos de los blogs en la educación, como los siguientes:

  • como fuente específica de información en cursos
  • como foro de interacción de participantes en cursos
  • para la administración de cursos
  • como base de datos de conocimientos personales
  • como e-portafolios de trabajo
  • como espacio para el nanoperiodismo de opinión
  • como herramienta para la gestión del conocimiento
  • como herramienta pedagógica y didáctica
  • como instrumento para la actualización del docente
  • como repositorio de ligas a noticias y textos comentados pertinentes a la instrucción

Etcétera…

Lo anterior pone a la vista el enorme potencial que tienen los blogs en los procesos de formación, y de ahí la invitación que se hace desde el ámbito bibliotecario a que los usuarios hagan un uso más intensivo de las fuentes de información y a que aprovechen las capacidades de la información distribuida en red para la generación de nuevos conocimientos.

Esperamos saber de las reflexiones de los lectores del blog y muy especialmente, tener noticias de lo que ya han hecho, están haciendo o pretenden hacer para el autoaprendizaje y la educación, mediante estas herramientas tan accesibles y versátiles como los blogs.

Fuente: García-Quismondo y Butera Fajardo. 2007. Los blogs en el nuevo modelo educativo universitario: posibilidades e iniciativas. Textos universitaris de biblioteconomia i documentació. Dic. 2007.

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Acceso a revistas de interés general a texto completo, vía Academic Search Premier

La World Wide Web (WWW) ofrece una masiva colección de documentos y archivos que pueden revisarse y leerse de manera gratuita en cualquier momento. Basta tener acceso a Internet y un navegador (browser). Sin embargo -y eso lo sabemos todos los que hemos venido usando la red en los últimos tiempos- la calidad de los contenidos que ofrece la WWW es muy variable. Se encuentra  una profusión de páginas comerciales o de escaso valor informativo al lado de contenidos realmente importantes. ¿Cómo hacer, entonces, para optimizar el uso de este poderoso recurso de información y garantizarnos el acceso a fuentes de mejor calidad?

La Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana, procura  desde años atrás que los universitarios tengan acceso a bases de datos en diversos  campos del conocimiento , fuentes de información que comprenden los contenidos de un número importante de revistas de interés general que contienen  artículos, ensayos, entrevistas,  notas y reseñas de libros.

Sirva esta nota  para invitar a los  lectores de este blog a beneficiarse con información actualizada y a texto completo, de títulos como: The Economist, Squire, New Yorker, Consummer Reports, Time, Reason, People, BusinessWeek, Atlantic Monthly, National Review, Science News, The American Scholar y National Journal. Tales publicaciones periódicas  se encuentran consideradas entre las 50 mejores revistas de interés general en línea, que mantiene desde 2004 el Chicago Tribune. En dicha lista se dan, además, breves descripciones de los méritos que hacen a esas  publicaciones figurar en la misma.

¿Cómo hacer para disfrutar de los excelentes reportajes de BusinessWeek -con todo y el sesgo que inevitablemente admite, por compromiso o convicción, toda publicación- o el valioso e inteligente contenido de fondo de The New Yorker? Siga las siguientes indicaciones:
En el Portal de la Dirección General de Bibliotecas, haga click en Bases de datos, luego en Multidisciplinarias, haga click en Academic Search Premier y al buscar, escriba el concepto de su interés agregando en el campo correspondiente el nombre de la publicación que desea consultar, de  entre las señaladas. (El acceso está limitado a la red institucional de la UV, o a quienes son usuarios del correo institucional -y cuentan con las respectivas claves de correo- cuando el acceso es fuera de la red).

Ahora sí, a leer…

Creemos que esta oferta representa la puerta abierta -por decir lo menos- a una sala de lectura prácticamente inagotable, para todos los intereses, sobre todos los temas, y además, se refrenda la invitación permanente a la comunidad universitaria a mejorar su lectura e interpretación de textos en otros idiomas, con todo el peso que en ello tiene la lengua inglesa.

Ya trataremos en otra nota del blog lo relativo al acceso a revistas de interés general en español.

Si tiene  alguna duda o necesita más información  no dude en dejarnos sus comentarios, que leeremos y atenderemos puntualmente.

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Alfabetización informativa y alfabetización científica, una relación necesaria.

Nuestro país en general y nuestro estado, Veracruz, particularmente, requieren de un desarrollo real e intenso de la actividad de investigación científica y humanística. La investigación está en la base del proceso de la generación del conocimiento, y por lo tanto en la base misma de la educación. Se ha señalado recientemente que el número de investigadores que hay en nuestro país es muy escaso con relación a la población nacional, lo cual es grave y nos deja como nación en gran desventaja.

La aprobación reciente de una reforma energética, por ejemplo, ha dejado expuesta la insuficiencia de científicos, técnicos y especialistas para desarrollar al ritmo requerido la industria del petróleo y de los energéticos, en nuestro país.

Por otra parte, durante la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el Siglo XXI (1999), auspiciada por UNESCO e ICSU (Internacional Council for Science), en que se signó la «Declaración de Budapest sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico«, se afirmó: que «Hoy más que nunca es necesario fomentar y difundir la alfabetización científica en todas las culturas y en todos lo sectores de la sociedad, (…) a fin de mejorar la participación de los ciudadanos en la adopción de decisiones relativas a las aplicaciones de los nuevos conocimientos». (1)

Existe una relación importante entre alfabetización científica -una preocupación de los académicos y de los científicos- y la alfabetización informacional -una preocupación fundamental de los bibliotecarios- y proponemos que esa relación consiste en que no puede darse la primera sin la última. Mejor aún, que ambas alfabetizaciones pueden y deben darse simultáneamente.

Puesto que la alfabetización informacional es una habilitación -que debe actualizarse y practicarse de por vida- para: determinar necesidades de información, ubicar y acceder a los recursos que pueden resolverlas y, además, para hacer uso de dichos recursos o fuentes informativas para aprovecharlas de la mejor manera en la resolución de las necesidades del usuario alfabetizado; es claro, por lo anterior, que la alfabetización científica se puede apoyar y complementar muy bien en la alfabetización informacional, para alcanzar las tres dimensiones señaladas por Kem en 2002, a saber: la conceptual (que incluye la comprensión de los conceptos científicos fundamentales en las disciplinas más generales y de la relaciones entre ciencia y sociedad), la procedimental (que incluye el uso o la aplicación de procedimientos, métodos, procesos y habilidades y capacidades intelectuales propios de la ciencia, en la vida cotidiana) y la afectiva (que se refiere al aprecio e interés por la ciencia como expresión integral de la cultura, así como a la disposición para la propia alfabetización científica).

Otras alfabetizaciones son necesarias (la audiovisual o mediática, la ambiental, la financiera, etc.) sin duda, para sobrevivir y para tener éxito en la sociedad global, pero seguramente de todas éstas, la informacional y la científica son cruciales para el futuro de la ciencia y la técnica en nuestro país. De su extensión a todos los miembros de la sociedad, depende el que éstos puean desarrollar las capacidades económicas, sociales y humanas que son posibles gracias al conocimiento científico y técnico en todos los campos.

Sirva este pequeño texto como una invitación a los posibles lectores a reflexionar en torno a estos temas y, mejor aún, a proponer acciones que contribuyan a alentar la cultura científica y la cultura de la información en nuestro país.

(1) Sabariego del Castillo y Manzanares Gavilán. 2006. «Alfabetización científica». I Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I.

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TEL, The European Library y Europeana

En un post anterior hablamos de la inminente apertura de servicios de Europeana.

Entonces no dijimos que Europeana es un proyecto menor que el más ambicioso proyecto multinacional llamado The European Library (TEL) o La Biblioteca Europea, que los usuarios encontrarán sumamente interesante en la dirección:

http://search.theeuropeanlibrary.org/portal/es/index.html

En dicha página hay un Video Tutorial que brinda una visión general de las posibilidades de este enorme repositorio de objetos culturales e históricos en línea (se pretende que llegue a albergar 20 millones de registros).

En el archivo de preguntas frecuentes (FAQ) del mismo sitio se aclara la naturaleza del proyecto -integrar las colecciones culturales e históricas de todas las bibliotecas nacionales europeas– y se definen varios conceptos que son indispensables para poder aprovechar mejor la biblioteca.

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Creative Commons y sociedad del conocimiento

Con frecuencia oímos hablar de la sociedad de la información y del conocimiento.
La UNESCO propone que todos los países trabajen para la conformación de sociedades del conocimiento, la inclusión social de todas las personas al acceso y uso de la información para su beneficio individual y el colectivo, y el aprendizaje a lo largo de toda la vida (sociedades de aprendizaje).
No puede ser para menos. Saber leer y escribir, pudieron haber sido habilidades suficientes, a lo largo de los siglos XVIII, XIX y la mayor parte del XX, para desempeñarse con cierta eficiencia en la sociedad industrial.
Pero la revolución que ha acompañado a las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs), en términos de los volúmenes de información, diversidad y complejidad de la información, de la diversidad de formatos y soportes, de los riesgos y complejidades inherentes con su manejo adecuado, etcétera, imponen a los individuos -como nunca- la necesidad de desarrollar habilidades y competencias específicas no sólo con la tecnología de información, sino para el manejo de la información misma, que les permitan integrarse con cierta eficiencia y probabilidad de éxito, a la sociedad de la información y el conocimiento.
No sólo eso, sino que la complejidad alcanzada por los problemas que ahora enfrenta la humanidad (la pobreza creciente, la reducción de los sectores productivos, el cambio climatológico, la pérdida de la diversidad biológica, los problemas del transporte urbano, el procesamiento de desechos, la gestión de la energía y el agua, y la expansión de las enfermedades crónico-degenerativas e infecciosas, etcétera) demandan de la participación y la reflexión de ciudadanos cada vez más hábiles y concientes para manejar la información.
Tal vez en ningún momento de la historia, la sobreviviencia de individuos, instituciones y organizaciones, ha dependido tanto como ahora de su capacidad para saber captar, seleccionar, organizar, evaluar, asimilar e integrar de manera inteligente -crítica, creativa, innovadora- información procedente de una gran diversidad de fuentes y a velocidades de mareo, así como de la capacidad para producir nueva información y distribuirla socialmente con sentido de justicia y equidad.
Aquí, juega un papel destacado tanto el acceso a la información protegida por derechos de autor, como la vasta y creciente oferta de contenidos amparados bajo las licencias Creative Commons.
Creative Commons, una iniciativa de un grupo de abogados visionarios interesados en el campo de las tecnologías, puede interpretarse como un conjunto de contratos entre el creador y el usuario de un bien cultural que, a diferencia de los «derechos reservados» del «copyright», establece solamente «algunos derechos reservados», lo que permite de inmediato a los individuos utilizar, bajo ciertas condiciones, una infinidad de materiales impresos, escritos, audiovisuales e informáticos, para sus propios fines, sin tener que pedir permiso a los autores de dichos materiales.
En las universidades y otros centros educativos, comienzan a proliferar proyectos que se acogen a licencias como Creative Commons, para diseminar contenidos, información y conocimiento.
En nuestra propia casa de estudios debería realizarse un encuentro adonde investigadores, docentes y estudiantes discutan el impacto de Creative Commons como alternativa al «copyright», tanto para la generación como para el acceso a la información y el conocimiento.
Por su parte, la postura que, al respecto de Creative Commons, se tenga en el sector bibliotecario será de la mayor trascendencia para orientar futuros trabajos en ese ámbito.

UNESCO. Dominio público y propiedad intelectual. Sector de la comunicación y de la Información, División de la sociedad de la Información. 2005.

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Google y Europeana: nuevos pasos hacia el acceso total al universo bibliográfico

Google mantiene desde hace algunos años su servicio Google Búsqueda de Libros, gracias al que los internautas pueden beneficiarse con el acceso a cientos de miles de libros que están en el dominio público, o a fragmentos o información bibliográfica -cuando menos- de libros que están protegidos por los derechos de autor.
La Búsqueda avanzada de libros de Google, permite recuperar páginas específicas del repertorio de obras, a través de búsqueda de grupos de palabras, frases exactas e inclusive excluyendo palabras que no se desea recuperar.
Adicionalmente, es posible buscar entre todos los libros, los que ofrecen vista completa y vista previa limitada, o aquellos que sólo están a vista completa. Como en el caso de todas las búsquedas avanzadas podemos especificar el idioma en que queremos realizar nuestra consulta, buscar sólo en los títulos, buscar entre los autores, o buscar entre los libros de alguna editorial de nuestra elección.  Finalmente, también podemos buscar en periodos de tiempo determinados -especificados en años- y obras por su ISBN (número estándar internacional de libro). ¿Podríamos pedir más?
A esta enorme oferta de información mundial, se sumará -el próximo 20 de noviembre- la del proyecto equivalente la Unión Europea, para la digitalización y publicación en línea de materiales culturales: Europeana.
Europeana
ofrecerá a los internautas, para comenzar, dos millones de títulos -sí, 2 millones de títulos- que albergan las bibliotecas y archivos de todos los países miembros de la Unión. La envergadura del proyecto habla de la intensa actividad que se realiza en el Viejo Continente para realizar la visión de una sociedad del conocimiento para todos, y no podía ser para más puesto que consideran de la mayor trascendencia para su transformación y desarrollo económicos, la distribución social del conocimiento, la inclusión de todos los ciudadanos en la actividad de uso y creación de conocimientos, la creación de un espacio único europeo de información y de una comunidad internacional de investigación.

¿Cuándo podremos hablar, en nuestro país y en la vasta extensión latinoamericana, de un proyecto semejante?

La imagen a la izquierda en párrafos anteriores, con la que se identifica el video «Las botas» y que sirve de introducción a un video que les invitamos a apreciar, es sugerente de lo que Europeana representa: el haber caminado a través de los siglos, el haber heredado experiencia y conocimiento de los cuatro puntos cardinales, el haber experimentado no una sino dos veces el flagelo de las guerras e innumerables conflictos locales, el haber servido y luego derrocado a reyes, el haber inaugurado repúblicas que luego devinieron tiranías, en suma: el haber descubierto y nombrado el mundo.
Estamos muy interesados en conocer su punto de vista acerca de proyectos como éstos y para recibir sus comentarios, dudas y sugerencias, les ofrecemos nuestra dirección: casanchez@uv.mx

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La docencia, la investigación, el rol del docente universitario y la AI

El porcentaje del PIB que se destina a la ciencia en nuestro país es bastante inferior a 1%. De hecho no alcanza ni siquiera 0.5%, todavía. Dado que la investigación científica y la docencia están íntimamente relacionadas, es predecible que la segunda adolezca de la vitalidad y la energía que potencialmente le podría brindar la primera.
El ideal del maestro-investigador, es uno que existe como propósito, a nivel declarativo, pero que enfrenta muchas dificultades organizativas, presupuestales, de voluntades individuales, y hasta de condiciones materiales, para realizarse (para una visión aproximativa de dicho ideal, puede leerse Liderazgo en el aula). En tal sentido, el apoyo a las bibliotecas, el equipamiento de laboratorios, y el estímulo a las redes virtuales de investigación-docencia, debería ocupar un lugar destacado en las agendas de las universidades. El empleo de herramientas de software de código abierto –open source– permitiría darle un impulso importante al uso académico de la información, a la exposición y la discusión colegiada de los problemas que la investigación atiende -o debe atender-, así como a la generación de nueva información y nuevos conocimientos por parte de los universitarios: investigadores, docentes y estudiantes.
En un entorno así, cabría esperar que los docentes asumieran de manera más proactiva el rol que colectivamente se les atribuye, de guías o líderes, promoviendo-guiando las tareas de investigación y auto-aprendizaje de los estudiantes. No se puede enseñar a investigar-aprender, si el propio docente no investiga-aprende. Tal actividad supone altas dosis de modestia, curiosidad intelectual y perseverancia que ni la competitividad, ni el individualismo, ni la carencia de recursos de información facilitan. Ni duda queda de que en un entorno adverso como el descrito, no puede promoverse la innovación (Nieto Caraveo).
Por cierto, y por cuanto hace a la explotación de la parte medular de la infraestructura educativa y de investigación (las bibliotecas), se percibe desde hace tiempo un vacío grave, preocupante, de participación por parte de los docentes universitarios, en lo que se refiere tanto al uso de dichos recuros, como en lo relativo a la planeación, desarrollo y mejora de tal infraestructura.
Recursos que las bibliotecas ponen a disposición de la comunidad académica resultan, al final del día, subexplotados y sus suscripciones canceladas.
La investigación, la docencia y las bibliotecas están unidas por múltiples lazos entre los que destaca el más amplio y general relacionado con el nivel de alfabetización informacional de los individuos. La falta de hábitos lectores y el escaso valor que se le da a la lectura del libro impreso y al uso de la biblioteca está relacionado con la ausencia de declaraciones -y de acciones congruentes con dichas declaraciones- explícitas, referentes a la alfabetización informacional, en los planes y programas de estudio de todos los niveles de la enseñanza.
Mucho hay por hacer para que la universidad participe, de manera plena, en la distribución social del conocimiento, comenzando por analizar y corregir -o mejorar- lo que ocurre en sus aulas, laboratorios y -de manera destacada- en sus bibliotecas.
Aquí, algunos recursos para desatar la reflexión:

  1. ANUIES. Revista de Educación Superior. Indice histórico de la revista.
  2. Canto y Rodríguez, Ramírez Dorante y Paredes Guerrero. Habilidades básicas de comunicación para el profesor-tutor. UADY.
  3. Ciencias Sociales Hoy. Weblog. La I+D en América Latina, una situación lamentable.
  4. Nieto Caraveo, Luz María. El desafío de la innovación educativa en las universidades. UASLP.
  5. AAB. Normas sobre aptitudes para el acceso y uso de la información en la educación superior. ACRL-ALA
  6. Zambrano Guzmán, Meda Lara y Lara García. 2005. Evaluación de profesores universitarios por parte de los alumnos mediante el Cuestionario de Evaluación de Desempeño Docente (CEDED). UDG.

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