De acuerdo con la información integrada por Reporte Indigo, en México se pagan los precios más altos de la OCDE a cambio del servicio de Internet de banda angosta más lento. Mientras la mayoría de los países de la muestra ofrecen conectividades de 10 o más megabits por segundo, en nuestro país se paga hasta cinco veces más por un servicio que es 20 veces más lento. Considerando que el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones y redes en el país obedece a los intereses comerciales de unas pocas empresas (en este caso a las pujas por el dominio de los servicios de triple play -telefonía, internet y televisión en una misma suscripción- entre Telmex, y Televisa – TV Azteca), cabe preguntarse qué papel puede jugar la sociedad, los consumidores, las instituciones educativas y de salud, si, organizadas, pudieran tener un papel decisivo en el establecimiento de políticas públicas claras y progresivas, para alentar la competencia leal, la innovación tecnológica y la equiparación de estos servicios en cuanto a precios y calidad, con respecto a los que se ofrecen en otros países del mundo.
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