El 31 de diciembre del año 999, la Cristiandad esperaba el fin del mundo.
Un texto interesante publicado en Tejiendo el mundo, hace referencia a cómo pudo haber ocurrido esa fecha fatídica en la que todos los creyentes, empezando por el Papa, esperaban el Fin del Mundo. De ahí, un extracto:
«Basílica de San Pedro (Roma) el 31 de Diciembre de 999. Son las doce de la noche.
El papa Silvestre II se irguió hasta el altar mayor. La iglesia estaba a rebosar, y todos se habían arrodillado. El silencio era tan grande que se oía el roce de las mangas blancas del papa al moverse en torno al altar. Y hubo todavía otro ruido. Era un sonido que parecía medir los últimos minutos de los mil años de existencia de La Tierra desde la venida de Cristo. Resonaba en los oídos de los allí presentes como el latido en los oídos de quien tiene fiebre, con un ritmo sonoro, regular, incesante. La puerta de la sacristía estaba abierta, y lo que oían los asistentes era el tictac uniforme e ininterrumpido del gran reloj que colgaba dentro, con un latido por cada segundo que pasaba.
El papa era un hombre de férreo poder de voluntad, tranquilo y concentrado. Probablemente había dejado adrede la puerta abierta de la sacristía, para lograr el mayor efecto en ese gran momento. No se movía ni le temblaban las manos.
Se había dicho la misa de medianoche, y reinó un silencio mortal. Los presentes esperaban… El papa Silvestre no dijo una palabra. Parecía sumergido en la oración, con las manos elevadas al cielo. El reloj seguía su tictac. Un largo suspiro se elevó del pueblo, pero no pasó nada. Como niños con miedo a la oscuridad, todos los que estaban en la iglesia yacían con el rostro en el suelo, y no se atrevían a levantar la mirada. Un sudor de miedo cubría muchas frentes heladas, y las rodillas y los pies perdieron toda sensibilidad. Entonces, de repente, ¡el reloj cesó en su tictac!».
El mundo se iba a acabar, según la prediccion de Nostradamus «Cuando la Pascua ocurra un día 25 de abril«.
La Pascua ha ocurrido en días 25 de abril cuatro veces, desde aquella famosa predicción del siglo XVI, y volverá a ocurrir en esa fecha en el año 2038.
El mundo se iba a acabar, según la predicción de William Miller en 1843, y luego en 1844.
En 1831, el ministro bautista comenzó a predicar que el mundo terminaría en 1843. Basaba su creencia en un pasaje del libro bíblico de Daniel. Los «milleritas», como se llegó a conocer a sus seguidores, se enfocaron en tres días específicos: el 21 de marzo de 1843, luego el 21 de marzo de 1844 y, como no ocurrió en esas fechas, finalmente predijeron que sería el 22 de octubre de 1844.
El mundo se iba a acabar, según la predicción de la Iglesia Tami, el 28 de octubre de 1992.
La Iglesia Tami, con base en Seúl, Corea del Sur, dirigida por el reverendo Lee Jang Rim, la «Misión por los Días que Vendrán» difundía la profecía de que el rapto ocurriría el 28 de octubre de 1992, cerca de 200,000 miembros de la iglesia pasaron ese día esperando el suceso.
El mundo se iba a acabar, según la predicción de Harold Camping, el 6 de septiembre de 1994.
En 1992, Camping, el presidente de Family Radio, una red estadounidense de estaciones de radio cristianas, comenzó a predecir que el año 1994 sería el día del Juicio Final. Escribió un libro sobre el tema titulado 1994.
Como el mundo ya se iba a acabar, un culto apocalíptico intoxicó a 5,000 personas en el metro de Tokyo, en 1995.
Para acelerar el fin del mundo, el culto Aleph de Japón, conocido en su momento como Aum Shinrikyo, el 20 de marzo de 1995 dirigió un ataque terrorista con gas sarín en las instalaciones colmadas del metro de Tokyo, dando como resultado una docena de víctimas fatales y aproximadamente cinco mil intoxicados.
Como el mundo ya se iba a acabar, los miembros del culto Heaven’s Gate se suicidaron en forma colectiva en 1997.
Marshall Applewhite y Bonnie Nettles se rodearon de un grupo de 39 seguidores -algunos poseedores incluso de títulos universitarios-, y el 26 de marzo de 1997, convencidos de la inminencia del fin del mundo, se suicidaron colectivamente para poder abordar la nave extraterrestre que, supuestamente, se ocultaba en la estela del cometa Hale Bopp y que venía a salvarlos.
En la víspera del año 2000, el mundo se iba a acabar por un fallo generalizado en las computadoras.
Debido a una imprevisión de los fabricantes de computadoras y desarrolladores de software, muchas computadoras reiniciarían sus relojes internos en el primer segundo del primero de enero del año 2000, inhabilitando las funciones de muchos sistemas de cómputo. Este «error del año 2000» generó ansiedad por desconocimiento, o falta de información, así como un mercado de soluciones para calmarla, pues se magnificó el problema describiéndolo como un cataclismo organizativo, económico-financiero, que derrumbaría a la civilización moderna, una distorsión que ocupó su lugar en los medios masivos de comunicación.
El mundo se va a acabar, según la predicción maya, el 21 de diciembre de 2012.
La cuenta larga del calendario maya termina ese día de diciembre de 2012, cuando se traduce al sistema calendárico gregoriano. Los investigadores difieren en la interpretación del fin de dicha cuenta: algunos lo consideran un signo que anticipa la destrucción del mundo; otros lo consideran meramente como un momento de renovación.
Fuentes: NPR research y Wikipedia
Muy interesante, creo yo que el mundo si se va a acabar, a todos se nos acabará el día que cerremos los ojos y nos vayamos de esta realidad, pero es imposible decir que el mundo se acabara para todos al mismo tiempo.
Un saludo desde http://lunare.wordpress.com/ ojala pueda pasar a dejar un comentario en mi blog, gracias de antemano.