Se puede definir una biblioteca verde como aquella biblioteca que ha alcanzado a reducir -al máximo posible- su huella de carbono en la biósfera, desde su diseño y construcción, al mismo tiempo que maximiza el acceso de los usuarios a los recursos documentales en forma impresa y en línea, apoyando comunidades de práctica profesionales y culturales, que contribuyen al desarrollo de los objetivos de la sustentabilidad y la democracia en el ámbito social.
Según la IFLA, una biblioteca verde ha sido “designed to minimize negative impact on the natural environment and maximize indoor environmental quality by means of careful site selection, use of natural construction materials and biodegradable products, conservation of resources (water, energy, paper), and responsible waste disposal (recycling, etc.)”
Lista de verificación de bibliotecas verdes de la IFLA (enlace)
Pasos para que una biblioteca pueda denominarse verde
Un ejercicio importante puede ser comparar la biblioteca de facultad o instituto, USBI, en su localidad, contra la Lista de verificación de bibliotecas verdes de la IFLA. (Versión en español).
Los desafíos del aumento de la información, el consumo energético y la sustentabilidad ambiental
La Universidad de Cambridge mantiene un indice de consumo energético derivado de la minería de bitcoins.