Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Las revelaciones de Wikileaks y la conferencia del cambio climático en Cancún: dos caras de la misma moneda

Mientras el sitio WikiLeaks desata, por un lado, una oleada de esperanza en que la transparencia informativa puede obligar a los gobiernos a regular, por fin, sus actividades dentro del marco del respeto a los derechos humanos, el derecho internacional y de la ética, por el otro lado se gana las amenazas y descalificaciones de representantes de varios países, encabezados por los Estados Unidos de América, Inglaterra y Francia.

De «desafortunada», califican la filtración que permite a millones de personas en el mundo enterarse, hoy, gracias a 251,288 documentos, principalmente cables diplomáticos de Estados Unidos, de la naturaleza de la «diplomacia» que practican ese y otros países, diplomacia cuyos instrumentos son, como ha quedado a la vista, básicamente el espionaje, la complicidad y el chantaje global.

El mismo tratamiento diplomático de los países desarrollados, es el que reciben la mayoría de los países del mundo, cuando pretenden ponerse de acuerdo sobre cuestiones como el cambio climático, como lo revelan las primeras crónicas de la cumbre en Cancún.



Documentos de la Asamblea Nacional y de la Asamblea Estatal de Afectados Ambientales

Como respuesta a los problemas medioambientales que afectan al país, y que ponen en riesgo tanto la calidad de vida de comunidades enteras, como la viabilidad de las actividades agropecuarias, pesqueras y forestales, organizaciones civiles de distintos estados de la República Mexicana se han reunido desde hace un par de años para intercambiar información y experiencias sobre las crisis y los problemas medioambientales que los aquejan.
En los siguientes enlaces pueden leerse y conocerse más fondo algunas de las posiciones críticas a las que de manera natural están arribando estos grupos de mexicanos preocupados por sus recursos naturales y su territorio.

Primer Informe del Consejo de Representantes de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales. 11 de septiembre de 2010.
Conclusiones de la Asamblea Estatal de Afectados Ambientales – Veracruz. 23 de agosto de 2010.

Adicionalmente, los invitamos a hacer una lectura reflexiva sobre el documento generado por la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA), titulado: El colapso ambiental de México, cuyos primeros párrafos claman por la atención pública en estas palabras:

«En México un colapso socio-ambiental está en curso. Este documento tiene como propósito explorar sus causas mediatas e inmediatas. También propone acciones concretas de carácter político/auto-gestivo que al ser llevadas a cabo por la red de organizaciones de afectados ambientales pueden contribuir a preparar a la ciudadanía para enfrentarlo y mitigarlo.
«El colapso no obedece a causas simples, sino a la convergencia de complejos y numerosos factores. Pero una causa general destaca: la manera salvaje en que el capitalismo mexicano ha sido construido durante las últimas décadas y el efecto que ello ha tenido sobre la estructura y funcionamiento de la sociedad mexicana y sus relaciones con la naturaleza.
«En México no son nuevos los problemas ambientales causados por el capitalismo. El siglo XX fue testigo de extracciones mineras, aprovechamientos hidráulicos, deforestaciones tropicales, explotaciones de la flora y la fauna, y otras actividades económicas de índole privada y pública que dejaron profundas heridas en los ecosistemas mexicanos. Estas heridas siguen abiertas; algunas de sus causas son vigentes y muchas de sus expresiones ambientales y sociales son irreversibles. En la introducción al Informe sobre la situación del medio ambiente en México 2005 (ISMA 2005), la Semarnat reconoce que: “La disminución y degradación de la cubierta vegetal natural y del suelo, la acelerada pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de los acuíferos son algunos de los principales problemas que hoy enfrenta el país.”



150 fotos de las inundaciones que produjo Karl, en Veracruz

Yahoo! News y los periodistas de Reuters nos brindan una imagen general de los efectos que tuvo el huracán Karl y sus precipitaciones sobre el territorio veracruzano. Una muestra, apenas, de la terrible realidad que agobia a uno de los estados más ricos en recursos naturales, minerales -petróleo- y humanos, del país. A pesar de que se ubica entre los últimos cuatro lugares en el Indice de Desarrollo Humano, integrado por la ONU y de la insuficiente respuesta gubernamental, sus habitantes buscan siempre soluciones, alternativas y respuestas a sus problemas, colaborando y trabajando juntos con espíritu solidario; saldremos adelante.



Apagón analógico, fugas de información, bibliotecas, internet y sustentabilidad

El gobierno federal anunció que en un lapso de cinco años -de 2011 a 2015- las transmisiones de televisión analógica serán totalmente reemplazadas con transmisiones de televisión digital.
Acostumbrado como está, el pueblo de México, a un escaso repertorio de ofertas televisivas -al menos en la televisión abierta-, es previsible que la posibilidad de recibir en los hogares, posiblemente decenas o centenas de señales televisivas a través del cable telefónico o de Internet, le represente un salto cualitativo enorme, y hasta un reto, a la inmensa mayoría de la población nacional.
Aunque la tasa de adopción del nuevo formato digital de televisión sea lenta al inicio por razones económicas y técnicas, en 2015 la oferta de canales y programaciones se habrá diversificado a una tasa aún desconocida.
Lo anterior plantea interrogantes en cuanto al impacto que tendrá esta transición, sobre la formación de la opinión pública en México.
¿Cuál será el papel de los grandes consorcios de comunicación en la conformación de auditorios y opinión pública, frente a una oferta ampliada, plural -y crítica, en el mejor de los casos-? ¿Podrán éstos consorcios volver a imponer puntos de vista de manera masiva en lo concerniente a lo político y electoral? ¿Qué nuevos actores tomarán la delantera en términos de creatividad e influencia, y cómo?
¿Abandonarán los espectadores los «canales» tradicionales, ante una oferta variada de mensajes y propuestas de comunicación?
¿Estarán dispuestos y preparados para elegir mejores contenidos? ¿Cuál será el impacto de este cambio en la cultura popular, en la educación, en los hábitos de la gente?
¿Sabrán los diferentes actores culturales -y, de manera destacada, las universidades públicas y las asociaciones civiles- aprovechar de la mejor manera estos nuevos espacios y auditorios para generar una revolución cultural como la que se esperaría?
¿Qué lugar ocupará el libro, la lectura y las bibliotecas en este nuevo panorama?
¿Será realmente accesible a todos la nueva oferta de entretenimiento y noticias, o seguirá manifestándose la brecha digital, brecha de oportunidades, entre los segmentos de mayores y menores ingresos de la población?
¿Se dará el mismo fenómeno de acaparamiento con las concesiones, pero ahora con la venta de decodificadores, servicios de instalación, etcétera?
¿Será la vigilancia total y permanente, el control social total -de lo que lee, escribe, ve y oye la gente en las nuevas redes de «servicios» digitales- el futuro de nuestras sociedades?
Todas estas preguntas no son triviales, si se considera el papel que ya tiene la red Internet a nivel mundial en el flujo de información alternativa o que, a pesar de que es considerarada por algunos gobiernos como «secreta», se filtra hasta amplios sectores de la población, como ha ocurrido a través del sitio de activistas informacionales y ciberperiodistas, Wikileaks, cuya filosofía se puede resumir -de acuerdo con una expresión de Julian Assange–  en «vigilar a los perpetradores», para contribuir a la autodefensa de las sociedades que, en la mayoría de los casos, sufren las consecuencias de las malas decisiones económicas, financieras o en el ámbito de las relaciones exteriores, de sus gobiernos. Mucho puede avanzarse hacia una sociedad más igualitaria y adonde se respeten las normas básicas del derecho gracias a sitios como Wikileaks, si ponderamos lo expresado por Assange, durante una reciente entrevista que dio para las conferencias TED.
Así que, si se cumplen las expectativas del anuncio sobre el apagón analógico, más ciudadanos deberían tener la oportunidad de tener acceso a más información y conocimiento que no ha sido controlado o filtrado previamente por las empresas y los gobiernos.
Esto debería conducirnos tarde o temprano a un resurgimiento de aspiraciones democráticas e igualitarias, y a un debilitamiento del poder de grupos de élite, puesto que la participación en la toma de decisiones es imposible sin información, pero cuando ésta aparece, viene de la mano el interés de la gente por opinar, decidir y participar.
Por lo anterior, y tomando en cuenta el ejemplo de Colombia, es previsible que un cambio en la política bibliotecaria nacional, para abrir, consolidar y mantener nuevos y mejores espacios para las bibliotecas públicas en las zonas urbanas y rurales, más conflictivas del país, podría reorientar el desarrollo de regiones enteras, involucrar a la enorme masa de jóvenes, que no trabajan ni estudian, y de adultos desempleados, en actividades culturales y recreativas que ensanchen sus horizontes de realización personal y colectiva, reduzcan las probabilidades de que sean captados por el crimen organizado para trasegar estupefacientes, delinquir, robar, secuestrar y asesinar, y contribuyan a reactivar el desarrollo económico a través de un impulso al emprendimiento y la inversión productiva.
¿Cuál es el nuevo papel del bibliotecario, ante una sociedad que, a la vez, carece de la información fundamental para participar, y por otro lado vive saturada de mensajes que es incapaz de jerarquizar, filtrar y discriminar, a la velocidad que se generan y los recibe?
Esta es una de las razones más importantes para impulsar acciones de alfabetización informacional en todos los niveles de la enseñanza, y bajo modalidades tanto formales como informales, que cubran a todo el espectro social.
Sin ciudadanos alfabetizados en información será muy difícil, o acaso imposible, hacer avanzar cualquier política pública en todos aquellos ámbitos que impactan de raíz la vida nacional, estatal, regional y local: en educación, salud, productividad, sustentabilidad.
Una población más informada, necesariamente debe ser capaz de tomar mejores decisiones, y de actuar con mayor claridad y creatividad.
Así ocurre con los temas que se relacionan con el desarrollo regional y la sustentabilidad. Si en el proceso de convergencia de Internet y televisión podemos encontrar un punto de equilibrio, que transforme los sentidos de la comunicación, y ésta deje de ser unidireccional -de las empresas a los consumidores, de los gobiernos a los gobernados- y se vuelva bidireccional y multidireccional, las comunidades de consumidores y ciudadanos, podrán intercambiar entre sí experiencias exitosas y fallidas sobre el manejo de los recursos, los desechos y su efecto en el medio ambiente. Los ciudadanos podrán efectivamente calificar la actuación de las autoridades, a través de mecanismos de observación de las actividades de sus representantes, lo cual se vería reforzado si se crearan herramientas legislativas para participación pública, como el referéndum y la revocación de mandato.
Además de las repercusiones en lo social y político, la columna vertebral de intercomunicaciones que es Internet, tiene el potencial de servir para articular la acción de comunidades dispersas, de grandes sectores de la población tanto para el compostaje, como para el reciclamiento de residuos, el ahorro energético y el cuidado del agua. El impacto de dicha columna vertebral en la educación y el desarrollo económico debe explorarse, pero los beneficios parecen estar fuera de duda.
Si no se toman medidas a gran escala en torno a estos problemas, empleando las tecnologías de información y comunicación disponibles a nivel nacional, estaremos desaprovechando el potencial de estas para que México viva un gran proceso necesario de reconstrucción y reorientación nacional.



Alfabetización informacional, científica y ambiental

Aunque a nivel internacional es creciente el interés por la alfabetización en información -o más correctamente: alfabetización informacional (AI), es decir aquella alfabetización relacionada con la capacidad de cada individuo, para definir sus propias necesidades de información, el conocimiento de y la habilidad para utilizar las fuentes de información que permiten resolver dichas necesidades y el uso eficaz, ético y legal de la información así obtenida, para los fines individuales y colectivos que se plantea-; por más que en algunos círculos bibliotecarios y bibliotecológicos, la AI aún es una idea marginal, considerada como un matiz de las actividades académicas de las instituciones educativas, adonde las bibliotecas suelen estar enclavadas, la alfabetización informacional es un asunto pendiente de una profunda reflexión colectiva, reflexión que cobra cada día mayor urgencia e importancia.
Lo mismo se puede decir de las otras alfabetizaciones, que pueden verse como preparaciones indispensables para una ciudadanía plena, efectiva, en una sociedad cada vez más convulsa y compleja, arrastrada de manera incesante hacia diversas contradicciones: entre la tecnología y la naturaleza, el bien individual y el colectivo,  el mercado, la mercadotecnia y las variadas formas de realización humana. Hablamos de la alfabetización científica y la ambiental, que suponen o implican también una alfabetización para los medios de comunicación, para los derechos humanos y para la salud, en suma: todas las alfabetizaciones que suponen lo que podría considerarse en el fondo una alfabetización política.
Se piensa que la escuela y las experiencias educativas formales brindan, ya, dicha alfabetización. Sin embargo, observamos que en el lenguaje de los especialistas de la pedagogía, de la biblioteconomía, de las ciencias del ambiente, aún el de las ciencias de la salud, suele pasarse por alto el asunto de la alfabetización en sus disciplinas, tal vez porque se trata de algo -a primera vista- muy fundamental y básico, que se da por supuesto.
Pero es precisamente en la base de la idea de educación, adonde las nociones alfabetizadoras tienen un enorme potencial de transformación y de cambio. El fin de la alfabetización es la autonomía, la responsabilidad y el aprendizaje de por vida: un proyecto de vida conciente, creativo, único y por ello potencialmente alternativo.
Una persona autónoma y responsable debería ser capaz de regular sus procesos de autosostenimiento, autoaprendizaje, dirigir éticamente su labor creativa, su gestión tanto individual como grupal, en el marco del primer círculo de quienes le rodean, y también en el de las comunidades más extensas a las que está integrado.
El problema parece ser que hemos diseñado, alimentado y nutrido un sistema educativo, un sistema de medios masivos de comunicación y entornos laborales que promueven, o al menos parecen facilitar la desintegración y la atomización, aún la disolución, la dispersión de las individualidades.
Zapatero a tus zapatos -parece que es el leit motiv en muchas instancias educativas y aún científicas– y se hacen todos los esfuerzos para mantener intactas las murallas que mantienen estancos los cuerpos de conocimiento de las distintas especialidades, y a salvo los intereses -profesionales, en el mejor de los casos- de los miembros con la voz cantante.
Hacer algo distinto -se predice- lleva ya el signo del fracaso, en primer lugar, porque la eliminación de fronteras no conviene a esos cuerpos de intereses constituidos: la política. En segundo lugar, porque la inercia obliga a verlo todo desde la óptica de la propia disciplina y ¡qué difícil es adoptar un punto de vista diferente, ya no digamos contrario!
Precisamente la riqueza problemática en las «fronteras» disciplinarias, es lo que puede garantizar una serie de descubrimientos e integraciones, que el trabajo de investigación, disperso y atomizado por ahora, no se permite.
Las bibliotecas representan una matriz cultural, cognitiva e intelectual para los pueblos. Viendo la fortaleza -o las debilidades- del sistema bibliotecario en cualquier sociedad dada, podemos hacernos una idea bastante acertada de las inequidades y asimetrías que existen dentro de dicha sociedad.
Muchas injusticias sempiternas en nuestra sociedad tienen como fundamento, principalmente, la ignorancia del pueblo. Las que son producto de la violencia o el monopolio de las distintas fuerzas sociales -la religión, la educación, los medios, los cuerpos armados- tal vez sean más difíciles de desterrar. pero un pueblo medianamente informado debería ser capaz de redescubrir tarde o temprano el espíritu griego de la democracia.
No se trataría, entonces, nada más de una democracia representativa, que termina en el recuento numérico -ahora siempre sospechoso- de papeletas electorales, sino de una democracia participativa, de una verdadera representación y rendición de cuentas, en la que el funcionario público es conceptualizado realmente como un servidor público y en la que el gobierno es una continua autoevaluación del camino recorrido y del destino trazado.
Justo en la era de la información y del conocimiento, cuando la ubicuidad de la información y la movilidad de la conexión y el acceso a las redes de datos, van a propagarse como un polvorín en toda la sociedad -al menos, entre la que cuenta con recursos económicos para poder pagársela- que vemos, en Colombia, una interesante apuesta por las bibliotecas de libros -claro, dotadas con la más moderna tecnología para aprovechar también lo que ofrece la red Internet, que es mucho-: bibliotecas parques, centros culturales en el más amplio sentido de la palabra, enclavadas en aquellos lugares de las urbes colombianas adonde se hizo evidente la disrupción de la convivencia, el desgaste de las relaciones sociales y el agravamiento de todas las crisis la educativa, la económica, la de seguridad… Construyeron bibliotecas, allí adonde la juventud y la niñez, estaban en peligro: como obedeciendo el espíritu del verso de Hölderlin: «Allí donde se vive en peligro, crece lo que salva».
Bibliotecas, computadoras y libros, eso le están dando -sus legisladores- a los colombianos, que conocen y viven desde años atrás su propia versión de una guerra intestina. con un alto costo en vidas humanas.
¿No tendríamos que ver con más detenimiento experiencias como ésta, y aprender de ellas, ahora que en nuestro país andan sueltos los demonios de la inseguridad y la delincuencia? ¿Y si se dotara de inteligencia a las comunidades, construyendo bibliotecas-parque públicas y verdaderas bibliotecas escolares en los municipios y aún en las zonas apartadas, si se interconectaran plenamente, con texto, voz y video en la red, y se recrearan al menos virtualmente todas esas relaciones humanas que se han ido erosionando y deteriorando con la crisis?
¿La confianza así creada, no alentaría por lo menos el comercio, los intercambios de todo tipo entre regiones? ¿Los niños, olvidarían la llegada de los libros y las computadoras a esos espacios bien diseñados, atractivos, en nada semejantes a sus antiguas «bibliotecas públicas» oscuras, abandonadas, tristes, vacías? ¿Cuál sería el beneficio potencial para México si nos aseguraramos de crear las condiciones para formar, ya no digamos 8 millones de ninis bibliófilos, sino al menos 8 millones de ninis lectores?



Periodismo, bibliotecas e Internet.

La Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana invita cordialmente a comunicadores y periodistas de prensa impresa y medios electrónicos, así como estudiantes de comunicació al curso: Periodismo, Bibliotecas e Internet, que se llevará a cabo los días miércoles 25 de agosto y 1 y 8 de septiembre de 2010, en horario de 8 a 11 horas del día.
El cupo es limitado. Para registrarse como asistente al curso, favor de llamar al teléfono 8421700 Ext. 12126, con la Lic. Nora Olivares. El curso se realizará en la Sala de Cómputo de la carrera de Técnico Superior Universitario en Gestión Bibliotecaria de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa.



British Petroleum y el legado del capitalismo energético: lluvia tóxica

¿Es previsible que en los meses y años próximos conozcamos un fenómeno que podría calificarse como lluvia tóxica? Todo mundo ha escuchado hablar del Ciclo Hidrológico. El ciclo hidrológico es el proceso por el cual el agua de los océanos se evapora, traslada, condensa, precipita y escurre sobre las superficies de los continentes, hasta las costas para dar inicio a un nuevo ciclo. El ciclo hidrológico permite explicar fenómenos como la formación de ríos, mantos de agua subterráneos y toda la variedad de fenómenos como la formación de nubes, la lluvia, la nieve y el granizo.
A raíz del accidente de la plataforma perforadora de British Petroleum, en el Golfo de México, la entrada de agentes tóxicos y contaminantes al ciclo hidrológico en su totalidad, es una posibilidad. De hecho, recientemente, científicos rusos alertaron sobre esta secuela del derrame de millones de barriles de petróleo en una extensa zona del Golfo de México, en lo que algunos consideran es la peor catástrofe ecológica de la historia.  Peor que el efecto de la explotación petrolera de Texaco en el Amazonas, peor que Chernobyl.
A este respecto, poblaciones de indios de Amazonas acusan y han demandado a Texaco desde hace varios años, por los graves daños ocasionados a la selva y a la vida de sus comunidades como resultado de la explotación petrolera que la empresa llevó a cabo en el Amazonas ecuatoriano.
En la nota referida, se indica que el uso de un dispersante del petróleo -Corexit- puede tener efectos aún más tóxicos que el petroleo mismo.
Siendo Veracruz un estado costero, con una población cercana a los 7 millones de habitantes ¿qué vamos a hacer, cómo vamos a enfrentar, asumir y revertir los efectos perniciosos potenciales en la agricultura, el consumo del agua y la salud de la población en general, si la lluvia tóxica se vuelve un fenómeno recurrente?



A propósito de la Iniciativa México

La Iniciativa México es un proyecto mediático que busca motivar e incentivar la creatividad y el trabajo social de algunos grupos de mexicanos que llevan a cabo proyectos de emprendimiento social. Sin embargo, no parece casual que su despegue haya coincidido prácticamente con el inicio de un evento ampliamente difundido por los medios masivos de comunicación como lo es el Mundial de Sudáfrica 2010. A la vez, el «rostro» de la campaña Iniciativa México es un conocido entrenador deportivo de origen español.
Cabe señalar que la iniciativa apoyará con cantidades que oscilan entre 1 y 2 millones de pesos a las mejores iniciativas -unas pocas, de entre decenas de miles que probablemente se postulen-, en los rubros de: combate a la corrupción, democracia, libertad de información y expresión, mejora regulatoria, participación ciudadana y transparencia. Llama la atención que no estén incluidos los rubros de educación y de medios de comunicación entre las iniciativas que pueden postularse.
En cuanto a educación, sabemos que se trata de un rubro estratégico fundamental para que el país avance, así que toda iniciativa que realmente procurará ir del México que puede al que ya pudo, tendría que pasar inevitablemente por una profunda reforma del sistema educativo que, en primer lugar, garantice recursos suficientes para elevar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, y que consolide y amplíe el gasto educativo por educando, pues en ambos casos, en nuestro país se presenta un notable retraso. Por ejemplo, se dice que poco más del 40% de las escuelas públicas cuentan con bibliotecas escolares, usando este término de manera eufemística, pues en muchos casos se trata de algunos estantes con unas decenas de libros ¿así, cómo vamos a asegurar que los niños lean, conozcan las fuentes de información y desarrollen capacidades para el autoaprendizaje?
En cuanto a los medios de comunicación, sabemos que el mayor porcentaje de la población nacional se informa a través de ellos, y sin embargo son conocidos muchos ejemplos de la nula o escasa calidad de su programación, y el escaso compromiso de esos mismos medios por llevar a la población información de calidad, veraz, objetiva e imparcial, así como para alentar la lectura, la cultura de los libros y la información, el respeto a las instituciones educativas -lo cual se aprecia en una diversidad de programas de entretenimiento adonde el rol del docente y del estudiante son caricaturizados y ridiculizados- y al conocimiento y la cultura -como ocurre con programas adonde se hace mofa del intelecto y la capacidad crítica. Los medios masivos de comunicación, al usufructuar un bien público, que es el espacio radioeléctrico nacional, deberían ser llamados a una actitud más responsable y comprometida con el desarrollo nacional, tanto en el aspecto del fomento a una verdadera democracia, como a un compromiso real y desinteresado con la educación y la cultura.
Existen otros elementos que consideramos que deberían estar presentes en cualquier iniciativa que verdaderamente buscara la transformación del país:
1. Una verdadera cultura democrática representativa y gradualmente, cada vez más participativa
2. El derecho al acceso a la información, las bibliotecas, los libros y la cultura en general, tanto en forma presencial como virtual, garantizando el derecho de todos los mexicanos a la tecnología de información y comunicación y el acceso a Internet sin costo
3. El derecho a una auténtica libertad de expresión y al ejercicio y respeto de las garantías individuales
4. Un esfuerzo educativo extraordinario del Estado, para alentar las alfabetizaciones que brinden capacidades a la población: alfabetización informacional, alfabetización científica, alfabetización para la salud, alfabetización para los medios, ambiental y financiera
5. Un esfuerzo del estado y la sociedad civil para alentar el desarrollo de una cultura de la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas
6. El respeto a derechos laborales, de salud y de vivienda a lo largo y ancho del país
7. Activar procesos de participación desde abajo, de la población, las empresas y el gobierno, para crear perfiles regionales de desarrollo, identificar vocaciones productivas en el territorio y salvaguardar bajo lineamientos científicos la biodiversidad natural y cultural del país, procurando el uso y explotación racional de las mismas con criterios sustentables y de justicia social
8. Incorporar a todas las etnias del país, con su mosaico lingüístico y cultural, de tradiciones y prácticas, al conocimiento nacional, como fuentes vivas de saberes ancestrales que el capitalismo y la globalización han minimizado, destruido y olvidado
9. Alentar la investigación científica y humanística en todos los frentes y desatar una intensa promoción de actividades artísticas y de fomento a la salud física, mental y reproductiva
10. Incorporar plenamente a las mujeres del país a la toma de decisiones en todos los ámbitos, adonde han sido relegadas ancestralmente por una cultura machista y misóginna
11. Anteponer a toda iniciativa de lucro o interés particular, los intereses supremos de los niños del país, para que toda acción de gobierno o de la iniciativa privada aliente el sano desarrollo de la infancia, en las mejores condiciones de vida, para que el potencial de la población futura del país se despliegue en su máxima capacidad.
Creemos que solamente así, considerando estas ideas entre otras propuestas aún mejores, México puede esperar un futuro mejor.



Ahora que el Mundial es «oficialmente» educativo

Viene a la mente un texto un tanto antiguo de Eduardo Galeano, que a la sazón dice:

«¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.

«En 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de «las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan». Un siglo después, en Buenos Aires, Jorge Luis Borges fue más que sutil: dictó una conferencias sobre el tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en que la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial del ’78.

«El desprecio de muchos intelectuales conservadores se funda en la certeza de que la idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece. Poseída por el fútbol, la plebe piensa con los pies, que es lo suyo, y en ese goce subalterno se realiza. El instinto animal se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a la Cultura, y así la chusma tiene lo que quiere.

«En cambio, muchos intelectuales de izquierda descalifican al fútbol porque castra a las masas y desvía su energía revolucionaria. Pan y circo, circo sin pan: hipnotizados por la pelota, que ejerce una perversa fascinación, los obreros atrofian su conciencia y se dejan llevar como un rebaño por sus enemigos de clase.

«Cuando el fútbol dejó de ser cosas de ingleses y de ricos, en el Río de la Plata nacieron los primeros clubes populares, organizados en los talleres de los ferrocarriles y en los astilleros de los puertos. En aquel entonces, algunos dirigentes anarquistas y socialistas denunciaron esta maquinación de la burguesía destinada a evitar la huelgas y enmascarar las contradicciones sociales. La difusión del fútbol en el mundo era el resultado de una maniobra imperialista para mantener en la edad infantil a los pueblos oprimidos.

«Sin embargo, el club Argentinos Juniors nació llamándose Mártires de Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un primero de mayo, y fue un primero de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita, bautizado en una biblioteca anarquista de Buenos Aires. En aquellos primeros años del siglo, no faltaron intelectuales de izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo como anestesia de la conciencia. Entre ellos, el marxista italiano Antonio Gramsci, que elogió «este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre».

Ahora que la SEP ha solicitado con carácter de urgente, que en el sistema de telesecundarias haya condiciones para que todos los estudiantes puedan ver el partido inaugural del Mundial de Sudáfrica 2010, uno se pregunta ¿y las condiciones necesarias -por ejemplo, la dotación suficiente de libros para las bibliotecas escolares- para que los niños y los jóvenes se formen con calidad, cuándo se asegurarán?



Lanzan la Iniciativa México (las mejores «empresas sociales»)

Esta mañana, a la par que se difundían versiones sobre la toma de Cananea por autoridades federales, y el retorno de la principal mina de cobre del país y una de las más importantes del mundo, al control del Grupo México, se lanzó la Iniciativa México, que pretende involucrar a los medios masivos de comunicación en la identificación de los «mejores proyectos» para el país. Según un analista, la Iniciativa tiene como objetivo «buscar y encontrar las historias de éxito de empresas sociales en el país» para que un grupo de «notables» erigido como jurado, voten por las cinco mejores en calidad de finalistas. Así se pretende promover proyectos de empresarios sociales en el país.
Un término polémico, el de emprendimiento social o el de empresarios sociales, sin duda, pues da la impresión de no ser más que un remozamiento del capitalismo dependiente en que viven inmersos países como México, siempre a la deriva y bajo los embates de las graves crisis producidas por los abusos, la corrupción y los desfalcos en los grandes círculos financieros del planeta. Con el concepto de empresario social parece quererse decir promotor del desarrollo social, y esa es una función que al menos en teoría se ha asociado a la de trabajo político.
El documento referido aquí, titulado Empresariado social  publicado por labforculture.org abunda en información sobre los conceptos de empresas sociales y de empresarios sociales, como una forma de articular la función de las empresas y la función del Estado, un área particularmente problemática en el mundo capitalista. Se trata, pues de revisar y mejorar las relaciones entre individuos, empresas y gobierno bajo un esquema de producción y acumulación de la renta que no es puesto en cuestión, el capitalismo en este caso.
Durante el Coloquio Veracruz 2010, se habló de la necesidad de que las instituciones de educación superior más que formar profesionales especializados en ciertos dominios del conocimiento, formen facilitadores del cambio social y de procesos de autogestión del desarrollo sustentable adonde quiera que se inserten laboralmente.