La Huelga de Cananea (detalle), mural de David Alfaro Siqueiros.
De acuerdo con información que circula lentamente por la red y algunos portales informativos, los obreros en huelga en la planta de Cananea, Sonora, fueron desalojados por fuerzas federales esta mañana. Como siempre, hay versiones contradictorias de la información. Las autoridades hablan de un desalojo pacífico, pero otros observadores señalan que se usaron gases lacrimógenos y hubo represión.
En un contexto de crisis mundial, de inflación sostenida, de alza a los precios de los productos de consumo básico familiar y de aparente ausencia de mecanismos de autorregulación de la sociedad para salir del estado de postración y shock en que se encuentra, los recursos naturales del país son un preciado botín que está en riesgo.
Durante el Coloquio Veracruz 2010, connotados especialistas advirtieron de las tendencias privatizadora del agua, del clientelismo político con programas que deberían alentar la diversificación productiva sustentable para aprovechar el vasto potencial biológico del país. También señalaron que el clientelismo y la corrupción, generalmente a favor de grupos de interés muy poderosos, impiden una regulación y manejo sustentables de los recursos.
Es evidente que México cuenta no sólo con un gigantesco tesoro biológico, sino también mineralógico.
Al lado de los recursos naturales están los derechos de los trabajadores, obreros y campesinos del país a un desarrollo humano pleno, y la perspectiva de un crecimiento económico sustentable, en un marco de soberanía y cooperación, que garantice ante todo el bienestar de los mexicanos.
Con esta toma de Cananea, que despoja a más trabajadores de su fuente de empleo, y del derecho a un salario digno y a condiciones decorosas de vida para sus familias, nuestro país se adentra más en un ciclo de involución política, económica y social de consecuencias dolorosas e irreversibles.