Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Lectura 2.0

Leer en la pantalla de la computadora es algo que hacemos cada vez con más frecuencia. Lamentablemente, todavía hay una enorme parte de la población, la mayoría, que no conoce y puede beneficiarse del uso de redes como Internet, o la World Wide Web, para ser más precisos. El acceso a noticias e información que se actualiza prácticamente minuto a minuto es una experiencia fascinante, conmovedora y que necesita gestionarse de alguna forma. En el lapso de unos pocos minutos uno puede tener disponibles 10 0 12 ventanas con información de interés, y acabar leyendo solamente algunos fragmentos de cada una. Es tal el caudal de información que apenas da tiempo de agregar a los favoritos aquello que resulta más interesante y, en el mejor de los casos, hacer alguna nota. Si los intereses del lector son diversos, variados, la red se vuelve un verdadero manantial de novedades y de información de fondo, de artículos o ensayos que ameritan una lectura cuidadosa, que pocos hacen. Pensé en el título Lectura 2.0, para esta nota, porque indudablemente el auge de las comunicaciones electrónicas, el acceso a contenidos multimedia, nos permite realizar una clase de lectura que yo llamaría enriquecida. Por ejemplo, leyendo acerca de un tema como la fotografía, puedo ir a Flickr, o leer la excelente página de Ken Rockwell, o tener la última información disponible del mercado de tecnología fotográfica digital en Dpreview. Pero también puedo encontrar la entrada correspondiente a Henri Cartier-Bresson en la Wikipedia y enterarme de que muy recientemente el MOMA ha presentado una parte de sus maravillosas fotografías. También puedo ver videos en Youtube que habla sobre la técnica fotográfica, el arte de la iluminación y ver revisiones en vivo de los últimos equipos.
Todo ésto puedo hacerlo mientras hago una búsqueda entre libros electrónicos sobre aquellos que versan sobre la fotografía y encontrar una variedad de títulos, desde los que exponen la fotografía en blanco y negro, la de paisaje, la de retratos. Puedo ver una línea del tiempo sobre la evolución del arte y la ciencia fotográfica y conocer más sobre los tipos de cámaras y sensores, así como las características ópticas que distinguen a una lente gran angular de un telefoto, de una lente macro. Por si lo anterior no fuera suficiente, puedo descargar a mi computadora programas que me permiten trabajar de una manera increíble con fotografías digitales, o usar directamente algunas herramientas fotográficas en línea. De pronto, en algunas pocas horas o un par de días, puedo conocer las generalidades que tal vez tomaron, varios meses o incluso años, aprender a otras personas, antes del advenimiento de la red. La lectura en pantalla tiene otras ventajas sobre la búsqueda de fuentes impresas: puedo manejar un número mucho mayor de fuentes de lectura en la red que en papel, puedo dejar un rastro de lo que he venido leyendo casi de forma automática, y puedo descargar y preservar gran parte de la información consultada, en forma de archivos. En cambio, ubicar e integrar un repertorio de lecturas impresas es un proceso que toma más tiempo y que puede involucrar algunos costos, la transcripción de fragmentos de la información es un proceso que toma más tiempo, a menos que se cuente con la tecnología de digitalización adecuada. (Por cierto, un uso que le he dado recientemente a mi teléfono equipado con una modesta cámara de 1.2 megapixel, es que fotografío la pasta de algunos libros, e incluso de páginas en interiores, lo que es mucho más económico que fotocopiar y aunque la imagen almacenada no es la mejor, permite que la información pueda leerse, tiempo después). En cambio, con una conexión adecuada a la red y un equipo de prestaciones modestas, tengo al alcance de mis manos literalmente una biblioteca mundial.
De alguna manera, a la Lectura 2.0 parece aplicarse a ese principio proverbial que reza «al que tiene se le dará más y al que no tiene, lo poco que tiene se le quitará». Menciono lo anterior, porque para poder hacer ese reconocimiento de un tema en la red, es preciso y fundamental contar con alguna información previa, ya sea como resultado de lecturas, noticias, videos o charlas. Sin ese bagaje previo, la consulta de la red seguramente no brinda resultados tan interesantes y nos quedamos únicamente con alguna información general en la superficie del tema.
El meollo de la Lectura 2.0, me parece, es que hay que aprender a usar esta vasta biblioteca digital y para ello debemos atravesar un proceso que los bibliotecarios denominamos «alfabetización informacional«. Una persona alfabetizada en información encontrará que hay muchas más cosas que aprender, descubrir y probar empleando un medio como la red, y que ello puede hacer la diferencia entre una vida limitada a algunos pocos estímulos intelectuales de la vida cotidiana, y una vida en la que los asuntos que pueden resultar de interés y de impacto en la vida personal son tantos que el tiempo literalmente se desborda. Pero esta lectura enriquecida, a la que llamaremos provisionalmente Lectura 2.0 necesita anclarse en algo más que los propios recursos en la red. Necesita de la vida real. Hay un ciclo que retroalimenta lectura y experiencia. A mayor lectura, podríamos decir, se incrementa la capacidad para ver en profundidad y detalle la experiencia y viceversa, en la medida en que vamos viviendo y experimentando y resolviendo nuestras situaciones vitales, la lectura cobra un alcance y una perspectiva inusitada, que definitivamente nos enriquece. La Lectura 2.0 nos abre nuevos retos y desafíos que tienen que ver con nuestra capacidad para asimilar, comprender y respetar otras culturas, y revisar con una mayor riqueza de elementos nuestra propia cultura, ver sus inconsistencias y fallas, aquello de lo que carece y a la vez sus grandes fortalezas. Los invito a aprovechar la plétora de recursos que están disponibles en la red para acrecentar su experiencia y a aprovechar su experiencia para sacar el mejor partido de todo lo que está disponible en la red.

Foto: Henri Cartier-Bresson, publicada en guardian.com.uk.



iPad, reinvención de la magia

Existen pocas cosas tan mágicas como estar absorto en la lectura de una novela impresa, un cuento, un gran ensayo, un relato o un poema -así sea en las ediciones impresas más humildes- y estar presente a la vez ante los hechos y las emociones descritos o sugeridos con sensibilidad e inteligencia por un buen escritor. Escribir así, de tal forma que al leer vuelva a ocurrir toda esa gran invención de nuevo -pero no exactamente esa-, en la cabeza del lector, es algo que bien podemos llamar magia.

El día de antier, como ha sucedido en otras muchas ocasiones, centenas, miles de adeptos a la tecnología Apple y sus encarnaciones aguardaron pacientemente en largas colas frente a las tiendas de la empresa, para ser los primeros en entrar y adquirir un iPad.

Sí, estoy seguro de que la gran mayoría de los lectores conocen ya los famosos iPad. En una entrevista reciente con Steve Jobs (el padre de Apple, de Next, de Pixar, de las computadoras Apple y de las Macintosh, del iPod, del iPhone y ahora también del iPad) al referirse a la forma en que se interactúa con el iPad, afirma que esa interacción bien puede calificarse como «mágica».

En su momento -a mediados de los 80- también fueron mágicos los iconos, los menús de persiana, el curso y el ratón, los elementos de las primeras interfases gráficas de usuario en las primeras computadoras Macintosh. La transición de la interacción entre el hombre y la computadora a través de comandos escritos en un teclado, a la interacción inmersiva, visual y gráfica de señalar y hacer click o hacer click y arrastrar, le dieron un vuelco insospechado al uso de las computadoras, haciéndolas mucho más fáciles de usar para las personas comunes y corrientes y sin conocimientos avanzados de programación, o de los comandos propios de los sistemas operativos.

De nueva cuenta, en nuestros días, Apple es capaz de dar un giro de 90 grados, que no de 180, a la industria de la informática. Sobre la senda de éxito ya probado con el iPod y el iPhone, dispositivos que incorporaron interfaces táctiles y multitáctiles, ahora Apple se posiciona con una superioridad tecnológica clara, no solo frente al Kindle de Amazon y otros lectores multimedia portátiles, sino también frente a la oleada de miniordenadores portátiles o netbooks con que empresas como Dell, HP y Toshiba están literalmente inundando el mercado, y frente al mercado global de la telefonía celular y móvil.

La cota establecida por Apple con el iPad, sin embargo, es una cota muy alta, a la que procurarán ascender otras empresas o incluso grupos de empresas, que deberán integrar conocimientos y tecnología que han ido elaborando de forma mayormente separada.

La ventaja de Apple aquí, es que conoce su tecnología de principio a fin, el hardware, el software y la parte humana, y está poniendo en movimiento toda su experiencia bajo la forma de una magistral jugada.

El tiempo dirá si, más pronto que tarde, las computadoras a las que estamos acostumbrados nos parecerán ridículamente estorbosas y primitivas, cuando frente a nuestros ojos reposen únicamente pantallas multitáctiles no de 10 pulgadas, sino de 20 o 30 pulgadas o aún más, con una gloriosa calidad visual y con despliegues bi dimensionales y tri dimensionales de la información, de acuerdo a las necesidades de visualización del usario.

Los nativos digitales, aquellos que han nacido de la mano de las nuevas  tecnologías de información y de la red Internet, encontrarán como lo más natural, que con la acción de un dedo, puedan señalar, abrir un enlace, ampliar una imagen o cerrar una ventana.

La lectura de textos, hipertextos e hipermedios, en estos nuevos bardos tecnológicos será entonces, acaso, doblemente mágica.



LULA 2010

El proyecto LULA 2010: Linux para Universidades Latinoamericanas, de la Universidad de Extremadura, España, promete ser uno de los proyectos más interesantes de integración de las nuevas tecnologías, y particularmente del software libre, en el ámbito de la educación superior.

Cabe decir que la oferta inicial del proyecto está dirigida a todos aquellos interesados en conocer el potencial de las aplicaciones de software libre basadas en Linux para la enseñanza y el aprendizaje en disciplinas especializadas del curriculo universitario.

Partiendo de esa idea, el grupo de universidades latinoamericanas participantes en este proyecto de la Cátedra Telefónica para la aplicación de las tecnologías de información y comunicación en el entorno universitario, han integrado un repertorio inicial de aplicaciones de software libre que pretenden satisfacer los requerimientos de aprendizaje de los estudiantes en formación.

Una lista detallada de las aplicaciones incluídas en esta distribución de Linux, que puede descargarse en forma gratuita del portal del proyecto, puede verse aquí. Y destacamos algunas de las aplicaciones que nos parece pueden aprovecharse ampliamente en el entorno de nuestra propia casa de estudios:

  • KDevelop 3.5.3: Entorno de desarrollo integrado para C/C++
  • Eclipse 3.5 (Galileo): Entorno de desarrollo integrado. Preparado por defecto para C/C++ y Java EE.
  • Code:Blocks 8.02: Entorno de desarrollo integrado para C/C++.
  • Anjuta 2.26: Entorno de desarrollo integrado para C/C++.
  • MonoDevelop 2.0: Entorno de desarrollo integrado para C# y otros lenguajes .NET.
  • GCC / G++ 4.3.3: Compiladores de GNU para los lenguajes C y C++ respectivamente.
  • Protégé 3.4.1: Editor de ontologías y framework para bases de conocimiento.
  • CMapTools 5.0.3: Herramienta para crear mapas conceptuales.
  • Freemind 0.7.1: Herramienta para crear mapas conceptuales.
  • TkGate 1.8: Diseño y simulación de circuitos digitales.
  • GNU Octave 3.0.1: Aplicación orientada al análisis numérico.
  • Python 2.6.2: Lenguaje de Programación Python.
  • Dia 0.96: Herramienta para dibujar diagramas estructurados.
  • Scilab 5.1: Programación de alto nivel para cálculo científico.
  • Intérprete R 2.8.1: Computación estadística y generación de gráficas con R.
  • R-Commander 1.5-2: Interfaz gráfica para el lenguaje de programación R.
  • ArgoUML 0.28: Herramienta de modelado UML basada en Java.
  • Wireshark 1.0.7: Analizador de protocolos de red, conocido anteriormente como Ethereal.
  • Kompozer 0.7.10: Editor HTML basado en Nvu.
  • Audacity 1.3.7: Grabación y edición de archivos de audio.
  • KiCad 20080825c: Creación de esquemas electrónicos y circuitos impresos.
  • GeoGebra: Herramienta complementaria para la enseñanza de geometría, álgebra y cálculo.
  • eXeLearning: 1.04.0.3532 Editor de recursos educativos.
  • JClic 0.2.0.4: Entorno para la creación, realización y evaluación de actividades educativas multimedia.
  • Praat 5.1.0: Herramienta para el estudio fonético del habla.
  • GRASS GIS: 6.2.3 Sistema de información geográfica.
  • PSPP 0.6.1: Herramienta para análisis estadístico.
  • Apache 2.2.11: Servidor web HTTP.
  • Tomcat 5.5.26: Servidor web con soporte para servlets y páginas JSP.
  • PHP 5.2.6: Lenguaje de programación interpretado para programación web.
  • MySQL 5.1: Sistema gestor de bases de datos.
  • PostgreSQL: 8.3: Sistema gestor de bases de datos.
  • phpMyAdmin 3.1.2: Administración vía web de MySQL.
  • phpPgAdmin 4.2.2: Administración vía web de PostgreSQL.

Estas, entre otras, son las aplicaciones a las que pueden acceder de manera gratuita los estudiantes universitarios en las instituciones que decidan instalar LULA 2010 en algunas computadoras.

Resulta evidente que la oferta de programas comerciales para ámbitos especializados enfrenta una importante competencia de opciones gratuitas como las mencionadas, y corresponde a los usuarios finales la decisión de elegir una opción libre o una opción con costo, en la medida en que cuente con parámetros de comparación y la experiencia en el uso de ambos tipos de programas. Muchas versiones comerciales ofrecen versiones demo, cuya duración o funcionalidad está limitada por razones obvias.

Esta es sin duda una interesante noticia de la que los universitarios veracruzanos y mexicanos pueden beneficiarse con suma facilidad.



México padece de «banda angosta» a precios altos

De acuerdo con la información integrada por Reporte Indigo, en México se pagan los precios más altos de la OCDE a cambio del servicio de Internet de banda angosta más lento. Mientras la mayoría de los países de la muestra ofrecen conectividades de 10 o más megabits por segundo, en nuestro país se paga hasta cinco veces más por un servicio que es 20 veces más lento. Considerando que el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones y redes en el país obedece a los intereses comerciales de unas pocas empresas (en este caso a las pujas por el dominio de los servicios de triple play -telefonía, internet y televisión en una misma suscripción- entre Telmex, y Televisa – TV Azteca), cabe preguntarse qué papel puede jugar la sociedad, los consumidores, las instituciones educativas y de salud, si, organizadas, pudieran tener un papel decisivo en el establecimiento de políticas públicas claras y progresivas, para alentar la competencia leal, la innovación tecnológica y la equiparación de estos servicios en cuanto a precios y calidad, con respecto a los que se ofrecen en otros países del mundo.



«Mensajea a un bibliotecario»

Mientras en nuestro país se lanza a la indefinición laboral y vital a 46 mil familias, para que no haya ninguna resistencia a la concesión y privatización de los más de mil kilómetros de fibra óptica instalada con recursos públicos en la región central de México, en el vecino país del norte se acaba de echar a andar un mecanismo que permitirá -a cualquier ciudadano que tenga la capacidad económica para costearlo- el disponer de los servicios de información de bibliotecarios en su teléfono celular.

La idea es simple. Cualquier teléfono celular comercializado actualmente tiene capacidad para enviar y recibir mensajes breves de texto -SMS. Pues bien, esta capacidad puede se aprovechada por empresas y por individuos para hacer preguntas específicas al servicio Text a Librarian (TAL), que serán atendidas en tiempos muy breves mediante mensajes de texto, con información pertinente como respuesta.

Uno puede imaginar el potencial que tiene un servicio como éste. Servir información a cualquier teléfono celular en cualquier momento, pero no sólo eso, sino servirla en la forma en que pueda ser más útil al usuario, es un sueño de cualquier bibliotecario.

Pues bien, la empresa Mosio, está impulsando este nuevo servicio que seguramente tendrá mucho éxito.

En nuestro país, las redes de telefonía celular y, en general, de telecomunicaciones, constituyen un vasto sistema monopólico -aunque se trate de aparentar lo contrario- cuyas capacidades de transformación, activación y coordinación social están, por decir lo menos, pobremente aprovechados. Uno imagina, desde las bibliotecas universitarias o académicas, que gobiernos visionarios a cambio de tan grandes e importantes concesiones, incluyeran cláusulas que obligaran a los proveedores de telefonía celular a proveer las infraestructuras mínimas necesarias para interconectar a las bibliotecas y centros de información con los usuarios vía mensajería SMS. Se crearía casi de inmediato una infoesfera increíblemente poderosa para combatir el rezago educativo, alentar la alfabetización funcional de la población, promover las bibliotecas, el libro y la lectura, alentar la intercomunicación social sobre temas de verdadero impacto social y personal, etc.

Actualmente todos los usuarios de servicios de telefonía celular reciben propaganda comercial y de concursos en sus unidades móviles. Existen algunos servicios esotéricos o de divertimento dudoso, como la obtención de imágenes, música o videos originados en los medios masivos. O concursos, infinidad de concursos que prometen dinero fácil a cambio de llamadas o mensajes a cierta tarifa.

Imaginemos que en lugar de pagar por consultar un «horóscopo» estandarizado obtenido de alguna oscura fuente esotérica -en el mejor de los casos-, cualquier ciudadano pudiera dirigir preguntas tales como ¿Qué significa «contrato colectivo»? ¿Qué son los «derechos humanos»? o «¿Qué es el derecho al trabajo?» o cualquier otra pregunta en torno a cuestiones médicas «¿Es peligrosa la vacuna contra la influenza humana?» o cuestiones puramente intelectuales, educativas, o recreativas, referencias sobre libros -«¿Quién es Orhan Pamuk?»-, recomendaciones de películas y música, reseñas de eventos culturales, etcétera y tener en pocos segundos un primordio de respuesta, posiblemente con uno o varios enlaces web a recursos revisados por bibliotecarios para ahondar en la información.



De custodios a facilitadores y de facilitadores a dinamizadores

Dice Catuxa, editora de uno de los blogs más interesantes sobre bibliotecología en la red, Deakialli Documental, en una ponencia para las XV Jornadas Bibliotecarias de Andalucía, que el papel de facilitador del bibliotecario en el nuevo entorno de la red, las redes sociales y la web 2.0 no solo es indispensable, sino que debe extenderse hasta la figura del bibliotecario como «dinamizador» de los recursos de información en beneficio de los usuarios. Si nos atenemos al significado de la palabra dynamis, podemos seguir que se trata de que el bibliotecario no sólo conozca -y conozca mucho, quisiérase que mejor que el resto- la diversidad de recursos de información a su alcance, sino que además sea capaz de ponerlos en movimiento.
Diría que ese poner en movimiento un recurso de información debe ser en un sentido centrípeto con respecto a los usuarios potenciales. Es decir debe acercarlos al usuario y ponerlos a girar en su entorno. Dependerá, una vez realizado lo anterior, del usuario y de su iniciativa, si se beneficia o no de tales recursos. Esto es equivalente en muchos sentidos al servicio bibliotecario conocido tradicionalente como diseminación selectiva de información (DSI).
Enfrentados a una difícil situación nacional, con una situación económica precaria para todos, de la que no están exentas las universidades, es necesario que se integren esfuerzos pedagógicos, didácticos, bibliotecarios y tecnológicos para hacer llegar a la esfera de atención de los usuarios, los recursos de información con que disponen de suyo las bibliotecas, y todos aquellos que son parte de la red y que con mucha frecuencia no suponen costos por su consulta y utilización. En este tiempo de crisis la información para todos puede hacer una diferencia notable.
Cabe hacer notar que ese papel dinamizador no sólo hace alusión a poner en movimiento -hacia el usuario, siempre hacia el usuario- los recursos de información, sino que también hay que poner en movimiento al usuario mismo. ¿Cómo puede hacerse ésto, preguntaría alguien? Creemos que la forma de poner en movimiento al usuario hacia los recursos de información es posible sí y sólo sí se le alfabetiza informacionalmente. El trecho que media entre el usuario y los recursos es uno que debe recorrer el usuario con su propio esfuerzo y con sus propios recursos -lectura superficial, de comprensión, crítica, gestión personal de la información, organización de acervos personales del conocimiento, planeación y ejecución de rutinas investigadoras, etcétera- y el bibliotecario como enseñante puede hacer mucho para apoyar en ese terreno al usuario.
Para aderezar este post, invitamos fervientemente a los lectores de este blog, a que se den una vuelta por ROAR (Registro de Repositorios de Acceso Abierto), a donde una plétora de recursos a texto completo, en todos los campos del conocimiento, están a la espera.



Alcanza 14 mil visitas este blog

Desde su origen hace un año, hasta el día de hoy este blog ha sido visto 14,000 veces. Agradecemos a todas las personas que se han tomado la molestia de detenerse a revisar los contenidos de este medio electrónico y esperamos poder seguir ofreciéndoles información de utilidad e interés, así como mejores contenidos.



Un estudio revela que los estudiantes aprenden mejor en ambientes virtuales

Un estudio reciente de SRI International revela que la educación en línea supera por sus resultado a la educación presencial. Parece lógico, en la medida en que en el ambiente virtual es relativamente más sencillo desplegar actividades de búsqueda, recuperación, análisis y evaluación de una amplia gama de fuentes informativas, mientras que en el ambiente presencial las fuentes de información pueden estar limitadas. Por otro lado, la interacción persona a persona que es caraterística del trabajo en el aula, en realidad brinda escasas o mínimas oportunidades para un trabajo concentrado entre alumno-docente, y en grupos numerosos la atención que éste puede brindar a sus estudiantes queda diluida.
Por su parte, en los entornos virtuales, asíncronos, es posible desarrollar no solamente una interacción secuencial de preguntas y respuestas, consultas y orientaciones entre alumno y maestro, sino que existen las condiciones técnicas para desarrollar una multiplicidad de interacciones con uno o más interlocutores, que pueden tener lugar de manera simultánea o correrse en paralelo. La interacción docente-alumno, mediada por la red y las aplicaciones carece de la interacción global persona a persona, pero si el docente es un buen comunicador y logra hacerse comprender a través del uso -básicamente- del texto o aprovecha otros recursos de tipo audiovisual, y el estudiante está desarrollando continuamente su nivel de alfabetización funcional y sus competencias informáticas, cabe esperar que los resultados sean alentadores.



Sobre imagen institucional y bibliotecas

Sirvan estas líneas para invitar a los visitantes de este blog, en general, y a los universitarios veracruzanos en particular, a reflexionar sobre un asunto que, aunque tiene que ver principalmente con la forma en que tiene presencia la Universidad Veracruzana en el ciberespacio, no deja de tener consecuencias importantes con relación a las actividades sustantivas de nuestra universidad: la docencia, la investigación y la difusión cultural.

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