Una de las consecuencias de la corrupción en la administración pública y en las empresas es la agudización de los problemas de comunicación y flujo de la información verídica y comprobable desde -y hacia- los gobiernos y las empresas. Los procesos de información y comunicación son vitales para el buen funcionamiento y operación del gobierno y las corporaciones y hacia la sociedad, para la transparecencia y la rendición de cuentas, por lo que el incumplimiento de normas, o su violación deliberada, la omisión de registros o comprobaciones, que ocurren debido a prácticas corruptas, expone a la administración pública y privada a riesgos graves entre los que se cuentan: desfalcos, saqueos, desviación de recursos, autopréstamos, lavado de dinero, etcétera. Todo ello repercute con daños extensos e irreparables en el entorno social (desempleo, prácticas monopolistas, violación de derechos humanos, accidentes). Leer más…
Terminó el Festival de la Lectura… pero la lectura llegó a la Universidad para quedarse
Terminó -con tristeza para algunos, y con esperanza para otros, de que los siguientes serán aún mejores- el Festival de la Lectura que organizó, en mayo, la Universidad Veracruzana. Entre bibliotecarios nos congratulamos de que esta actividad indispensable para la formación de mejores personas y mejores profesionistas, tenga a partir de ahora un lugar destacado -y destacado de manera tan importante- en la agenda de la Universidad.
Se leyó una pequeña parte de la Colección del Libro Universitario, y esa es una buena simiente a partir de la cual deberían comenzarse a leer muchas otras cosas.
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De cómo la Web 2.0 incrementa la visibilidad y la interacción; y sobre WolframAlpha
Agradecemos a el «Falso letrado» su comentario sobre este blog, esperando poder servir, verdaderamente, al propósito de tender puentes de comunicación, concitar el interés sobre la importancia y necesidad de las bibliotecas, los libros y la lectura, al lado de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Esto es una muestra de lo que puede lograrse con las herramientas de la Web 2.0, que contribuyen a crear caminos o rutas de significado entre documentos electrónicos dispersos en el espacio y en el tiempo. Adicionalmente, tomamos nota de -y agradecemos- las recomendaciones técnicas que Juan Zurita hace sobre nuestro repositorio de objetos digitales basado en dSpace.
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Inauguran el Festival de la Lectura de la Universidad Veracruzana
Autoridades universitarias y renombrados autores como Carlos Monsiváis, Sergio Pitol y Juan Villoro, inauguraron hoy el Festival de la Lectura, que se llevará a cabo del 22 al 31 de mayo de 2009. Toda la información del evento está en el portal correspondiente.
¿Regreso a la normalidad?
Tras una ausencia de varias semanas, retomamos este propósito de comunicación con los lectores universitarios, y con el público en general. Para ello, se acumularon durante este tiempo distintas cuestiones que comentaremos brevemente a continuación.
En primer lugar, los interesados pueden descargar y leer el archivo en formato PDF, correspondiente al número 3 de El Referencista, cuya cobertura cronológica es de abril a junio.
Nos importa, como siempre, conocer el punto de vista de los lectores sobre los textos publicados, así como las sugerencias que puedan tener para mejorar o enriquecer esa publicación electrónica.
En segundo lugar, no podemos dejar de mencionar -como ya empezaba a hacerse en alguna contribución anterior- los visos preocupantes -cada vez más- que toma la circunstancia nacional, no sólo en el ámbito económico y político, sino ahora también en el de salud y el educativo.
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El bibliotecario en la era digital y del «cabroñol»
Dos artículos periodísticos, uno publicado recientemente en El País, y el otro en La Jornada, dan motivo a una breve reflexión. En el primero, se señala:
«Algunos de estos bibliotecarios [la nota de El País se refiere a los bibliotecarios que trabajan en bibliotecas adonde han echado raíces los servicios tecnológicos, como el uso de computadoras con acceso a Internet] enseñan a los niños a desarrollar presentaciones con PowerPoint o a crear vídeos en Internet. Otros hacen que los alumnos utilicen las redes sociales para debatir todo tipo de cosas, desde historia hasta comentarios sobre los relatos de los compañeros. Pero aunque los bibliotecarios escolares tienden a ser los que enseñan a los alumnos aptitudes básicas, necesarias no sólo en el colegio sino también en el trabajo y en la vida diaria, suelen ser también las primeras bajas en los recortes presupuestarios de los colegios».
De cara a una de las crisis económicas mundiales más graves -crisis que se ve acendrada a nivel nacional por la conducción económica de los años recientes-, las bibliotecas son instituciones que a pesar de sus valiosos servicios y colecciones al alcance de todos los que las necesiten, parecen desprotegidas y ven amenazados sus presupuestos para la adquisición de recursos documentales y para la renovación de suscripciones, toda vez que el papel que se les asigna es «de apoyo», o «de servicio», sin reconocérseles como auténticos epicentros de la vida académica de las instituciones educativas. En el peor de los casos, las bibliotecas ven amenazados los recursos que permiten sostener a los recursos humanos que hacen posible la organización y servicios bibliotecarios.
También recientemente Carlos Monsiváis ha dicho en TvUNAM, que si en México ha de avanzarse hacia un país de verdaderos lectores, que no meramente usuarios casuales o lúdicos de computadoras, o si aspiramos a vivir en un país de instituciones donde las autoridades y funcionarios de todos los niveles no sean -como se queja el escritor de las actuales- «belicosamente analfabetas», deberá tomarse como condición fundamental, el apoyo a y el desarrollo de la red nacional de bibliotecas.
Para enfrentar estos retos, los bibliotecarios deben asumir una actitud nueva, diferente. La discusión sobre el futuro de las bibliotecas públicas y escolares debería ocupar los primeros lugares en las preocupaciones de todos los que trabajan directa e indirectamentemente con las bibliotecas. En dichas reflexiones debe ocupar el primer lugar la relativa a la función social de las bibliotecas: creadora y desarrolladora de capital social, y detonadora del desarrollo comunitario y humano. Otros temas delicados que deben esclarecerse con amplitud de miras y generosidad humanista son los relativos a la inclusión digital, al analfabetismo en sus diversas expresiones, a la libertad de expresión, el derecho a y de la información, la creación y gestión de conocimiento, etcétera.
A dicho debate deberían acudir tanto docentes y bibliotecarios profesionales, el gobierno y la empresa, así como los padres de familia y los estudiantes.
La Alfabetización Informacional (ALFIN), a la que se ha hecho referencia en este blog, ofrece la perspectiva y el marco general para estas reflexiones, marco que pueden aprovechar los bibliotecarios para orientar su quehacer y para afianzar el papel fundamental de la biblioteca en el seno de los procesos educativos y de democratización, para alcanzar la equidad en la vida económica y social.
Aunque tradicionalmente se les considere, principalmente, como «salvaguardas» de los libros, los bibliotecarios deben asumir de inmediato un papel proactivo con relación al uso de la red, y de los vastos recursos de información que ésta ofrece, deben desplegar de manera más organizada y sistemática todas sus habilidades y experiencia en el manejo de grandes volúmenes de información; sin embargo no basta con asumir dicho papel proactivo, sino que además deben dar muestra de un desarrollado sentido crítico, puesto que la calidad de la información que hay en la red es tan diversa como sus orígenes y la fiabilidad de la misma debe estar constantemente bajo revisión.
Hacer uso provechoso de la red implica, según lo dicho hasta ahora, en primer lugar, poseer los elementos de una cultura lectora crítica. De otra forma, es decir, navegar la vasta red de documentos sin espíritu ni sentido crítico, convierte lo que debería ser una práctica provechosa y formadora en un quehacer estéril y hasta en ocioso entretenimiento.
El riesgo de que internet se convierta en una forma hasta perniciosa de televisión individualizada e interactiva es real y los bibliotecarios debemos movilizar capacidades y recursos para evitar que eso suceda.
Al respecto, el texto El cabroñol y el espejismo de la web, publicado en La Jornada señala que: «los japoneses y los coreanos no alcanzaron sus altos niveles de lectura gracias a Internet sino al contrario: los altos niveles de lectura y educación permitieron a esos pueblos un rápido desarrollo de las nuevas tecnologías digitales.»
El bibliotecario que alfabetiza informacionalmente a sus usuarios, los invita a leer en la red, a buscar y seleccionar sus lecturas entre una vasta colección de recursos de excelente calidad, ayudándolos a discriminar y distinguir el grano de la paja, proponiéndoles el enriquecimiento y la contextualización de la información en línea con obras de reconocida autoridad o calidad, con recursos impresos, publicaciones periódicas y bases de datos de publicaciones académicas, y alienta en ellos la duda sistemática, el espíritu de investigación e indagación, así como la comprensión de la importancia y trascendencia del lenguaje y la comunicación.
Wolfram Research podría cambiar para siempre la búsqueda de información
Cuando escuchamos, hace un par de días, que Wolfram Research, la empresa creadora de Mathematica, un software científico de uso muy extendido en centros de investigación de todo el mundo, trabaja en el desarrollo de un buscador, la cosa nos pareció una noticia más sobre buscadores como las que aparecen continuamente en SearchEngineWatch.com.
Pero no es así.
Si se realiza la pretensión de la empresa de que el buscador «calcule conocimiento», únicamente habrá que estar a la espera de resultados, hacer una multitud de pruebas, para concluir que las búsquedas de información en la red jamás volverán a ser lo que son por ahora.
De acuerdo con Stephen Wolfram, que escribe en el blog de la empresa:
«Con Mathematica, dispongo de un lenguaje simbólico para representar cualquier cosa -así como el poder algorítmico para realizar cualquier tipo de computación. Y con New Kind of Science [NKOS es una metateoría científica que desarrolló el autor] cuento con un paradigma para comprender cómo pueden desarrollarse a partir de reglas simples, todo tipo de complejidades.
«¿Pero qué hay de todo el conocimiento que la humanidad ha acumulado?
«Mucho de ello está ahora en la web -en miles de millones de páginas de texto. Y con un buscador podemos buscar de manera bastante eficiente términos específicos y frases en todo ese texto.
«Pero no podemos realizar cálculos con ello. Y de hecho, [con esa información] sólo podemos responder preguntas que, literalmente, ya han sido realizadas. Podemos buscar todas esas respuestas, pero no podemos encontrar nuevas respuestas.
«Así que ¿qué hacemos con ello? Algunas personas piensan que el camino hacia adelante implica que, de alguna manera, alcancemos la «comprensión automática» de todo el lenguaje natural que existe en la red. La web semántica hará que ese propósito se alcance más fácilmente.
«Pero, combinando las capacidades de Mathematica y NKS parece haber una alternativa: implementar de manera explícita métodos y modelos, como algoritmos, y «curar» también explícitamente todos esos datos, de manera que sean computables inmediatamente.
«No será fácil hacer ésto. Cada tipo de método y modelo -y de dato- tiene sus propias características especiales y su carácter. Pero con una combinación de Mathematica y las capacidades de automatización de NKS, así como un gran cuerpo de expertos humanos, me congratulo en comunicarles que hemos ya avanzado un largo trecho.
«Pero, está bien. Digamos que hemos tenido éxito en crear un sistema que sabe mucho, y que puede saber mucho más. ¿Cómo interactuaremos con él?
«La forma en que los humanos nos comunicamos es a través del lenguaje natural. Y cuando uno trata con todo el espectro de saberes y conocimientos, creemos que también el lenguaje natural es la única opción realista para comunicarse con las computadoras.
«Por supuesto, lograr que las computadoras traten con el lenguaje natural, ha resultado de una increíble dificultad. Y aún estamos bastante lejos de tener computadoras que «comprendan» de manera sistemática grandes volúmenes del texto en lenguaje natural que hay en la red.
«Pero, si se ha logrado convertir ese conocimiento en computable, ya no se necesita que las computadoras «comprendan» el lenguaje natural.
«Todo lo que uno necesita es tomar las preguntas que las personas realizan en lenguaje natural y representarlas en una forma precisa, que se ajuste a los cálculos que la computadora puede hacer.
«Por supuesto, aún eso no sea ha realizado todavía, ni en su forma más general. Y a eso se agregan nuevas dificultades, por el hecho de que no querríamos encasillarnos en el uso de un solo idioma, como el inglés: también querríamos manejar el espectro de notaciones que las personas usan en una gran diversidad, si no en la totalidad de dominios.
«Yo no estaba seguro de que fuera a funcionar. Pero estoy muy feliz de poder decirles que con una mezcla de ingeniosos algoritmos y heurística, grandes cantidades de linguística del descubrimiento y curación lingüística, lo que combinado probablemente representa varios logros teóricos, hemos conseguido que efectivamente funcione.
«Reunir todo ésto y crear una verdadera máquina computacional de conocimiento es una tarea sumamente díficil.
«Se trata, sin lugar a dudas, del proyecto más complejo en el que me he involucrado en toda mi vida. Involucra una gran cantidad de destrezas -y de partes dinámicas constitutivas- de lo que hubiera tenido que administrar jamás.
«Y -como Mathematica, o NKS– este proyecto parece que no tendrá fin.
«Pero estoy feliz de comunicarles que casi alcanzamos el punto en el que nos sentimos capaces de mostrarles la primera parte del resultado.
«Va a estar en nuestro sitio www.wolframalpha.com. Un sólo campo de búsqueda dará acceso a un vasto sistema, con millones de millones de millones de datos curados, y millones de líneas de algoritmos.
«Estamos trabajando arduamente justo ahora, para que WolframAlpha esté lista para salir a la luz.
«Pienso que todo ésto será sumamente emocionante. Un nuevo paradigma sobre cómo usamos las computadoras y la web.
«Nos pondrá frente a frente con lo que la gente pensaba que serían capaces de hacer las computadoras, hace 50 años».
Hasta aquí nuestra versión de lo que dice el blog de Wolfram Research.
Lo cual nos trae a la mente el maravilloso cuento de Isaac Asimov, «La última pregunta«, cuya lectura recomendamos ampliamente, y muchas preguntas -precisamente-: como la de que si tendremos tiempo para asumir otra perspectiva sobre nuestro trabajo como bibliotecarios.
Una crítica a la sociedad de la información ¿en Molière?
Madelón y Cathos son, en la obra de teatro Las preciosas ridículas, de Molière, dos mujeres casaderas a las que va a sorprender y ridiculizar Mascarilla, en venganza por los desaires que han hecho sufrir a dos de sus pretendientes, amigos suyos.
Ambas damas, que tienen pretenciones de cultas, hablan con Mascarilla, el ingenioso charlatán -que es representando precisamente por Molière-, sobre relacionarse con la intelectualidad parisina:
«Mascarilla – Soy yo quien os ha de servir en este punto mejor que nadie: todos ellos [se refiere a la intelectualidad de París] me visitan, y puedo decir que nunca me levanto sin media docena de ingenios a mi alrededor.
Madelón – ¡Ay, Dios mío! Os quedaremos agradecidas hasta el último agradecimiento si nos hacéis ese favor: porque, en fin, menester es hacer conocimiento de todos esos caballeros si una quiere pertenecer a la bella sociedad. Son esos señores los que dan movimiento a la reputación en Paris, y como sabéis hay alguno cuyo solo trato basta para daros fama de entendida, aunque no haya otra cosa más que eso. Más, en cuanto a mí, lo que particularmente aprecio es que, mediante esas visitas intelectuales, una se instruye en cien cosas que hay que saber obligatoriamente, y que corresponden a la esencia del ingenio. De ese modo se saben cada día las pequeñas noticias galantes, los bonitos intercambios de prosa y verso. Se sabe a punto fijo: «Fulano ha escrito la letra sobre tal melodía; éste ha hecho un madrigal sobre un goce; aquél a compuesto unas estancias sobre una infidelidad; el caballero Tal escribió ayer por la noche una décima a la señorita Cual, cuya respuesta le ha enviado ella esta mañana hacia las ocho; tal autor ha hecho tal proyecto; aquél está en la tercera parte de su novela; este otro entrega sus obras a las prensas». Eso es lo que os hace valer en las reuniones y si se ignoran esas cosas, no daría un céntimo por todo el ingenio que pueda uno tener.
Cathos – En efecto, me parece que es pasar de ridículo que una persona se jacte de ingenio y no se entere hasta de la cuartetilla más insignificante que se hace cada día; y, por mi parte, sentiría toda la vergüenza del mundo si hubieran de venir a preguntarme si había visto algo nuevo que no hubiera visto.
Mascarilla – Verdad es que resulta vergonzoso no estar al tanto de las primicias de cuanto se hace; mas no os preocupéis: quiero fundar en vuestra casa una Academia de ingenios, y os prometo, que no se hará una pizca de verso en París que no sepáis de memoria antes que todos los demás. En cuanto a mí, tal como me veis, algo me esfuerzo en ello cuando quiero; y veréis correr de mi hechura, por las bellas alcobas de París, doscientas canciones, otros tantos sonetos, cuatrocientos epigramas y más de mil madrigales, sin contar los enigmas y retratos.
Madelón – Os confieso que estoy furiosamente por los retratos; no encuentro nada más galante.
Cathos – Y yo amo terriblemente los enigmas.
Mascarilla – Ejercitan el ingenio, y esta misma mañana he hecho cuatro que os ofreceré para que los adivinéis.»
Se trata, como es evidente, de una burla.
Hay que decir que al parecer, esa sátira irritó tanto a algunas de las damas de París que se vieron retratadas en la obra, que éstas hicieron destruir el teatro.
Tal vez hoy es posible ironizar con el mismo tono que lo hacia Molière hace trescientos cincuenta años, sobre lo que sucede en nuestra «sociedad de la información y el conocimiento». Tal sociedad existe, sin duda alguna, como proyecto, como ideal, pero habrá para quienes ésta sociedad sea, ante todo, una mera profusión y acumulación de datos, informaciones o «cuartetillas» -como decía la Cathos de Molière-, información de la que «pasa de ridículo» no estar enterado… o el hecho de que la Internet expele, para entretenimiento o abrumación de todos, a velocidades de vértigo, volúmenes inhumanos de información, o hasta quien considere que el mayor mérito de ésta sociedad, sean tan sólo la inmediatez y la ubicuidad de la información -aunque no su calidad.
Mas ¿ésto es conocimiento? O ¿nos aplican a todos nosotros los versos de T.S. Elliot que dicen: «¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento? ¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?»?
Sabiduría para tiempos de crisis
“Las bibliotecas te ayudan a pasar las épocas sin dinero mejor de lo que el dinero te ayudaría a pasar las épocas sin bibliotecas”
Fuente: Traducción de una fotografía de Silversprite, captada en una biblioteca pública de Indiana, Estados Unidos de Norteamérica.
El 12 de febrero de 2009 se conmemora el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin
Cada vez está más próxima la fecha de celebración del bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, coautor con Alfred Russell Wallace de la teoría de la evolución de las especies a través de la selección natural. El concepto evolutivo representó un parteaguas en el pensamiento científico. Las ideas esenciales sobre las interacciones entre variabilidad -biológica- y adaptabilidad -genética-, se han extendido a otros dominios del conocimiento, desde la cosmología hasta la informática.
En las bibliotecas universitarias es posible encontrar un número generoso de lecturas acerca de Darwin y el darwinismo, desde una versión facsimilar de la primera edición de la obra, que se deposita en la biblioteca del Instituto de Neuroetología, hasta la amena obra de Richard Dawkins «Escalando el monte improbable», y muchas otras que es posible encontrar reunidas alrededor de la signatura topográfica* QH365.
Recientemente, la Universidad Veracruzana enriqueció la Biblioteca del Universitario, con una reimpresión de la obra clásica «El origen de las especies».
Invitamos a todos los universitarios a acercarse a la fascinante y polémica obra que marcó un indudable avance de la biología como ciencia, con repercusiones en todas las demás disciplinas, cuyos temas de estudio son la naturaleza y el hombre.
«Las musas de Darwin«, es un libro escrito por José Sarukhán de lectura muy accesible a todo el público, parte de la colección La ciencia desde México coeditada por la Secretaría de Educación Pública, el Fondo de Cultura Económica y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que recrea el origen de las ideas de Darwin sobre la evolución de las especies, particularmente el papel que jugaron sus observaciones sobre las características de los pinzones de las islas Galápagos y su recorrido, en el Beagle, por el mundo.
En la Web, las opciones informativas para el interesado en la obra de Darwin y la teoría evolucionista, se disparan exponencialmente; y como siempre no deja de ser ilustrativa y orientadora la introducción a Darwin y su obra, que brinda la Wikipedia, portales como el del Proyecto del Árbol de la Vida, entre otros; la Fundación Galápagos mantiene una exhibición fotográfica permanente de la fauna y flora del archipiélago.
Y a propósito de la evolución: para los más exigentes y que gustan de la interactividad y los gráficos, sugerimos que se den una vuelta por «Homo webensis (La web para homínidos con sentido crítico y del humor)», adonde podrán «jugar» a la «selección natural», usando un programa que hace «evolucionar» infoartrópodos.
*Signatura topográfica es una clave numérica (si se ha empleado el Sistema de Clasificación Decimal para generarla) o alfanumérica (si se ha empleado el Sistema de Clasificación de la Biblioteca del Congreso de Washington, con el mismo propósito) que señala la ubicación de un libro en la estantería.