Celina Márquez
En mis cursos de Taller de Lectura y Redacción siempre he pedido a mis estudiantes que escriban su autorretrato, antes de comenzar con este ejercicio les digo que yo a mis cerca de 40 años jamás he podido escribir el mío… curiosamente ayer en Wall Mark mientras estaba en la caja esperando pagar, salía un niño con un globo, en su cara marcada por visibles huellas de una anemia atroz, se depositaba una sonrisa que iluminaba el mundo, su madre le preguntó de donde había sacado ese globo a lo que el niño respondió que se lo había encontrado tirado, sin más recordé que cuando yo estaba muy niña, fui con mi abuelo al DF a esperar a mi mamá, ella había viajado a Estados Unidos a visitar a mi tío, recuerdo que en Chapultepec mi abuelo me compró un globo que a mí se me escapó de las manos… lloré mucho por ese globo, lo veía alejarse en el cielo lentamente y me dio una tristeza infinita; tuve y sigo teniendo esa extraña sensación de haber perdido algo en ese momento; irremediablemente ese globo, un presente para mí único e inigualable, se llevó algo de mí que tal vez nunca recuperé del todo… el niño con su felicidad envuelta en globo me lo recordó…