«Escribir no es sólo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo», señala el escritor.
«Novelista de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante», así califica la Academia Sueca la obra del nuevo premio Nobel de Literatura, el francés Jean-Marie Le Clézio (Niza, 1940). En 45 años de oficio, Le Clézio, un gran viajero fascinado por los mundos primarios, ha escrito una cincuentena de libros cargados de una gran humanidad, señalan los medios franceses. «Como todos los premios literarios, [el Nobel] significa ganar tiempo, resurgir, tener más ganas de escribir», ha declarado en la radio France Inter Le Clézio antes de saberse premiado.
El autor considera que el galardón es «una respuesta» y señala que «escribe para ser leído y ser respondido». Le Clézio sonríe cuando se le insinúa que este premio le inscribirá con mayor presencia en la historia de la Literatura: «Todo eso es relativo, no hagamos de esto algo demasiado grande». En cuanto a su hipotético discurso de aceptación del premio, Le Clézio asegura que le gustaría que versara sobre las dificultades que tienen los jóvenes para que les publiquen, o las que tiene un autor que escribe en lengua criolla para traducir su pensamiento al francés y encontrar un editor fuera de su isla. «Por qué todo es tan difícil cuando uno vive lejos de un país grande, de un país con dinero», se preguntaba el Nobel minutos antes de saber que iba a ser premiado.