Por Guadalupe Loaeza
En la foto se observa su cara redonda, extrañamente expresiva y, sobre todo, una mirada enigmática. Lo primero que llama la atención son sus ojos claros y profundos, como la mirada inteligente de un gato. No se pensaría que se trata de un niño feliz; al contrario, no obstante de que apenas tiene 2 años, parece que ya lo acompaña una gran soledad. Pero lo que mas sorprende es la absoluta seriedad de su rostro. ¿Por que sus padres no le pidieron que sonriera?, ¿Por que ve con tanta atención hacia la cámara? Aunque esta fotografía fue tomada en Barcelona, una ciudad de clima más bien templado, es evidente que sus padres prefirieron cubrirlo con un grueso abrigo. ¿Desde entonces provenían las constantes preocupaciones que Julio Cortazar (19141984) sentía por las enfermedades?
«Tuve una infancia en la que no fui feliz y esto me marco muchísimo», escribió el autor de Rayuela. Pareciera que esa falta de alegría la quiso suplir en todas sus novelas y en sus cuentos, así como en las fotografías que le gustaba tomar y en las cartas que enviaba para divertir a sus amigos.