Paco Ignacio Taibo II
Aquí se encuentra la vida de un hombre que solía despertarse, casi siempre, en un lugar diferente del que originalmente había elegido para dormir. Tenía este extraño hábito porque más de la mitad de su vida adulta, 17 años de los 30 que vivió antes de sumarse a la revolución, había estado fuera de la ley; había sido prófugo de la justicia, bandolero, ladrón, asaltante de caminos, cuatrero. Y tenía miedo de la debilidad de las horas de sueño fuera su perdición.
Un hombre que se sentía incómodo teniendo la cabeza descubierta, que había sido llamado en su juventud “el gorra chueca” no solía quitarse el sombrero para ni para saludar. Cuando después de años de estar trabajando en el asunto el narrador tuvo la visión de que Villa y sus sombreros parecían inseparables, Martin Luis Guamán, en El águila y la serpiente, colaboró: “ Villa traía puesto el sombrero […] cosa frecuente en él cuando estaba en su oficina o en su casa”. Para darle sustento científico al asunto el narrador revisó 217 fotografías. En ellas sólo aparece en 20 sin sombrero ( y en muchos casos se trataba de situaciones que hacían de la ausencia del sombrero obligación: en una está mandando, en otras cuatro asiste a funerales o velorios, en varias más se encuentra muerto y el sombrero debe de haberse caído en el tiroteo.En las 197 restantes porta diferentes sombreros; los hay stetsons texanos simples, sombreros de charro, gorras de uniforme federal de visera, enormes huaripas norteñas de ancha falda y copa alta, tocados huicholes, sombreros anchos de palma comprimida, texanos de tres pedradas, salacots y gorras de plato de las llamadas en aquellos años rusas. Su amor por el sombrero llegó a tanto que una vez que tuvo que ocultar su personalidad, consiguió un bombín que lo hacía parecer “cura de pueblo”.
Esta es la historia de un hombre del que se dice que sus métodos de lucha fueron estudiados por Rommel (falso), Mao Tse Tung (falso) y el subcomandante Marcos (cierto); que reclutó a Tom Mix para la Revolución Mexicana (bastante improbable, pero no imposible), se fotografió al lado de Patton (no tiene mucha gracia, George era en aquella época un tenientillo sin mayor importancia), se logó a María Conesa, la vedette más importante en la historia de México (falso; trató pero no pudo) y mató a Ambrose Bierce (absolutamente falso). Que compuso “La Adelita” (falso) pero lo dice el “Corrido de la muerte de Pancho Villa”, que de pasada le atribuye también “La cucaracha” cosa que tampoco hizo.
Texto tomado de: Pancho Villa una biografía narrativa, Paco Ignacio Taibo II, Editorial Planeta, pag. 9-10.
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