Evento realizado el día 5 de junio del 2012, en la sala Carlos Fuentes Lemus USBI Xalapa de la Universidad Veracuzana, en compañía de Adalberto Tejeda, Guillermo Cuevas y Edgar González Gaudiano.
Por Luis Carlos Sánchez
Ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de la Lengua, en sustitución del finado Eulalio Ferrer, que ocupaba la silla 22.
Se preguntó Carlos Prieto al leer su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua “qué habían visto sus integrantes” en él para elegirle como uno de los suyos, habiendo dedicado toda su vida a la música. Él mismo revisó la lista de personajes que han integrado el insigne grupo y se percató que desde su fundación en 1875 ningún músico había pertenecido a ella.
Miguel León-Portilla le respondió: “lo hemos elegido porque esta Academia, en paralelo con la Real Española y otras hispanoamericanas, ha tomado la decisión de incluir entre sus miembros a personas conocedoras de otras ramas del saber y de las artes”.
“Muy de acuerdo con ello”, recordó, estuvo Eulalio Ferrer (Santander, Cantabria, España, 1921-Ciudad de México, 2009) cuyo sillón 22 es ahora ocupado por Prieto “en atención a sus conocimientos lingüísticos y méritos literarios”, según apunta el diploma que se le entregó ayer en una ceremonia solemne realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
“Mi sentir es de profundo agradecimiento por este premio que tan generosamente se me otorga» señaló.
«Mi sentir es de profundo agradecimiento por este premio que tan generosamente se me otorga. No he pensado en algún discurso ni a quién dedicaré la medalla, porque me he estado preparando el formato del evento. Primero interpretaré un cuarteto de Josep Haydn con el Cuarteto Prieto”, adelantó el reconocido violonchelista.
Hizo una pausa para explicar que el Cuarteto Prieto lo integran su hijo, el maestro Carlos Miguel Prieto, violinista y director de orquesta; su hermano que toca viola; su sobrino Juan Luis que toca el primer violín, y él mismo con su violonchelo. “Por ser cuatro ‘prietos’, le hemos llamado Cuarteto Prieto”, añadió en plan humorístico.
Por Carlos Prieto
El vuelo sufrió un gran retraso y, ya en Pekín, apenas tuve tiempo de llegar al hotel, cambiarme y salir a presentar el libro en la librería Bookworm, cuyos clientes, de diversas nacionalidades, hablan todos inglés.
Yo había llevado conmigo una docena de libros y el embajador de México, un número mayor, encargados a Amazon.
Bookworm estaba atestado de público. Hice la presentación en inglés; toqué algunas piezas y contesté un alud de preguntas. Todos los libros de vendieron y dediqué un buen rato a firmarlos.
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