Por Criseria Escudero Ortiz
Sin perder la esperanza, lloro,
aun con la fe en alto, me ensombrezco,
convencida de de que el girar del mundo tiene un sentido
no lo cuestiono, no lo discuto
mas no siempre lo concibo.
Pido por una paz que no se alcanza,
pido por una paz que no se ha existido,
imploro no obstante y, sin dudarlo,
me vence la fuerza de soñar, mis pulmones se niegan a reusar
este aire que respiro.
La fuerza que los amos me estampan
desaparece por momentos, se evapora,
más resurge ante los que me rodean
por aun los que no están, nos acompañan por siempre,
nos impulsan a lidiar.
Tomado de: Poemas para un poeta que dejó la poesia. Antología de Eusebio Rubalcaba. Ed. El Financiero.