Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



Saramago ya tiene su día en Lisboa

A la manera del Bloomsday de Dublín, en el que los habitantes de esta ciudad, cada 15 de junio, tratan de seguir el itinerario de Leopold Bloom, el principal del Ulises de Joyce, Lisboa celebra hoy el día de Saramago. O, más exactamente, el día del desasosiego. Leer más…



La madre de todo el mundo

Francisco Solano

El personaje de una mujer simboliza en esta novela la opulencia y la pobreza de China. En ella la transformación del país corre paralela a su propia existencia. Y es su único hijo varón el que relata esa doble historia para explorar el universo femenino. Una de las grandes sorpresas del año literario a cargo de Mo Yan, autor también del libro que inspiró la película Sorgo rojo.

Grandes pechos amplias caderas es una novela tan desmesurada y desbordante que abarca la historia de China del siglo XX, valiéndose de múltiples personajes que se entrecruzan, desaparecen y vuelven, en un periodo de grandes trastornos y agitación; se inicia en la anclada Edad Media de los medios rurales y la Guerra Chino-Japonesa que concluyó con la derrota de Japón en 1945, sigue con el avance del Partido Comunista, la entronización de Mao, la imposición de la Revolución Cultural, la caída del régimen maoísta y el posterior caos que condicionó la llegada del capitalismo chino, todavía hoy de consecuencias imprevisibles. Una mujer, Shangguan Lu, cruza toda la narración, desgastándose y sobreponiéndose a la locura, las penurias y los desórdenes de la historia. Madre de ocho niñas, antes de tener al deseado varón (todos fuera del matrimonio), criará y educará también nietos legales y espurios que se dispersarán, cada uno según la época que le toca vivir. Víctima y superviviente, Shangguan Lu representa la brutal transformación de China; nace en el feudalismo de la crepuscular dinastía Qing, que aún obligaba a las mujeres a llevar los pies vendados, y morirá, casi ciega, en la aldea en que nació, convertida en un gran centro urbano de taxis amarillos.

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Premio Nobel de Literatura Mo Yan: sangre, sexo, y el suave perfume del loto

Por Agencia de Noticias de Francia

Con la misma intensidad alucinante y truculencia con que relata una escena de sexo o un suplicio, el novelista chino Mo Yan puede recrear los estragos de una guerra o un desbocado festín, por lo que ha sido comparado con el francés Rabelais y también con Gabriel García Márquez.

Pero al lado de escenas grotescas, el autor de «Sorgo rojo», galardonado el jueves con el Nobel de Literatura, puede evocar el delicado «perfume de un loto», señaló a la AFP una de sus traductoras al francés, Chantal Chen Andro.

Mo Yan – uno de los escritores más conocidos en su país, y uno de los más traducidos – «toma tanto placer en describir un gran banquete como una matanza», señala Sylvie Gentil, una de las primeras traductoras de este escritor.

El escritor chino, que era junto al japonés Haruki Murakami uno de los favoritos para ser coronado este año con el Nobel de Literatura, maneja la ironía y la sátira con pluma de maestro, y también el surrealismo.

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Un contrato fáustico a la inversa

Por Salman Rushdie

Cuando era niño, su padre le contaba, a la hora de acostarse, los grandes y prodigiosos cuentos de Oriente; se los contaba y recontaba y recreaba y reinventaba a su manera: los relatos de Scheherezade en Las mil y una noches, relatos contados contra la muerte que demostraban la capacidad de los relatos para civilizar e imponerse incluso a los tiranos más mortíferos; y las fábulas de animales del Panchatantra; y las maravillas que se vertían como una cascada del Kathasaritsagara, el «Océano de las Corrientes de Historias», el inmenso lago de historias creado en Cachemira, donde habían nacido sus antepasados, y los cuentos de poderosos héroes reunidos en el Hamzanama y las Aventuras de Hatim Tai (esto fue también una película, cuyos muchos aderezos respecto a los cuentos originales fueron añadidos y aumentados en aquellas renarraciones a la hora de acostarse). Leer más…



Usted ya no lee ni escribe como antes

Por Antonio Fraguas

“Cuando leía sus ojos corrían por encima de las páginas, cuyo sentido era percibido por su espíritu; pero su voz y su lengua descansaban”. San Agustín de Hipona quedó estupefacto al ver a san Ambrosio de Milán leyendo en silencio en su celda monacal. Lo cuenta en las Confesiones. Corría el siglo IV y hasta entonces quien sabía leer lo hacía en voz alta. Las cosas cambiaron: los soportes para la escritura (arcilla, huesos, papiro, pergamino…); el tipo de lector (desde los sumos sacerdotes a esa señora del metro) y también los escritores… El cambio llevó siglos, pero ahora, en el breve espacio de una vida humana, la de usted, todo vuelve a cambiar. La camada de humanos que hoy puebla el mundo rico nació leyendo y escribiendo de una manera y morirá leyendo y escribiendo de otra.

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Salman Rushdie: Soy un contador de historias, todo lo demás da igual

Por Eduardo Lago

La persecución por ‘Los versos satánicos’ ha deformado totalmente la imagen de este gran escritor. Descubramos al Rushdie divertido y de enorme talento para fabular y dialogar.

Madrugada de invierno de un año sin precisar, unos minutos antes del amanecer. Un jumbo de Air India secuestrado por un grupo terrorista islámico estalla en pleno vuelo sobre el Canal de la Mancha. Mientras caen en picado sobre una playa de la costa inglesa, dos pasajeros que han sobrevivido milagrosamente al atentado comentan despreocupadamente la insólita situación en que se encuentran… Así arranca Los versos satánicos, una de las novelas más polémicas de todos los tiempos. El nombre de su autor, Salman Rushdie, adquirió una notoriedad sin precedentes entre millones de personas de Oriente y Occidente que jamás llegarían a abrir el libro. ¿La razón? Que en ciertos pasajes figuran alusiones a una religión que se asemeja al islam, cuyo libro sagrado retoca por su cuenta un escriba imaginario que responde al nombre de Salman. Lo que sucedió tras la publicación de la novela es de sobra conocido: algunos líderes religiosos musulmanes interpretaron literalmente la estratagema novelística de Rushdie, juzgando que su obra constituía una blasfemia contra el islam. El Gobierno iraní presidido por el ayatolá Jomeini promulgó una fetua(condena de muerte) contra el autor, ofreciendo una cuantiosa recompensa a quien ejecutara la sentencia. El libro fue prohibido en numerosos países y quemado en diversos actos de repudia pública, desencadenándose violentos disturbios y manifestaciones que costaron la vida a varias personas en tres continentes.

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Relata años oscuros Salman Rushdie

“Joseph Anton” es una obra apasionante en la que Salman Rushdie rescata memorias enterradas y saca a la luz los días más oscuros de una carrera que lo llevó a ser condenado a muerte por el antiguo líder supremo iraní ayatolá Jomeini.

“Cuando era joven me oponía a la idea de escribir una autobiografía, estaba completamente desinteresado porque mi vida no era el punto, el lector era la razón por la cual me convertí en escritor, pero de repente mi vida se volvió muy interesante”, dice Rushdie en entrevista exclusiva con Grupo REFORMA.

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Alfredo Bryce Echenique, ganador del Premio FIL de Literatura 2012: Escribir es un freno contra el olvido

Por Jorge Ricardo

«El primer efecto de este premio ha sido convertirme en un hombre que gatea por mi casa». Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939) hablaba todavía descalabrado. El jurado del Premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2012 le informó hace tres días que había ganado e inmediatamente después se cayó y se abrió la cabeza.

Ayer por la noche estaba en una clínica, lejos de Lima. Ahí recibió la llamada. «Me han puesto unas costuras, tengo muchos problemas de equilibrio, derrame cerebral, conmoción y el médico me ha dicho que no camine, o sea que estoy gateando por mi casa».

El jurado le dijo otra cosa: que no hablara hasta que se anunciara el premio. Y él se quedó callado. Un poco porque se le podía escapar –«era la alegría más grande»–, y un poco porque le dolía la cabeza. «A lo mejor por eso me caí, para perder la memoria».

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Primero surgió el ingeniero, luego el músico y después el escritor!

Por José David Cano

Lo diré con cuidado, y sobre todo con respeto —le comenté de pronto a Carlos Prieto, mientras hablábamos sobre la Medalla Bellas Artes que mañana le será otorgada—: verá, suele decirse que los homenajes y galardones empiezan a llegar cuando ya lo están retirando a uno de circulación… Entonces el chelista mexicano, uno de los más reconocidos en el mundo, rió.

Luego, con la sonrisa todavía en su rostro, dijo:

—Qué va. Esos dichos a mí no me preocupan, en lo absoluto; porque no pienso para nada en el retiro… Por el contrario, mi agenda está llena de com­promisos hasta terminar este año.

Tomó entonces su agenda electró­nica, y con una destreza sin igual, don Carlos Prieto desglosó el largo trajinar que tiene por delante: tras recibir la Medalla Bellas Artes (la ce­remonia será mañana, a partir de las 19 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes), sale a una breve gira por algunos países lati­nos. Lo hace también en su calidad de escritor. (El maestro lleva publicados al menos siete libros, lo que le ha vali­do además su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua este año.)

—Primero voy a Colombia, don­de daré unos seis conciertos y una conferencia en la Academia Colom­biana de la Lengua. De ahí parto a Ecuador, donde tendré varios concier­tos; además, presentaré uno de mis li­bros… Por si hiera poco, la Academia Ecuatoriana de la Lengua me liará miem­bro honorario de esa institución, así que daré un discurso de ingreso y, al igual que hice aquí en México (cuando ingresé a la Academia), daré un concierto. Y así está casi el resto del año…

—O sea que de retiro ni hablar… —No,  para nada. Antes de que termine el año también estaré en Baja California, luego iré a Phoenix, Arizona; ahí presenta­ré una nueva edición de un libro mío. En noviembre me esperan en el Instituto Tec­nológico de Massachusetts, el MU, porque desde hace muchos años soy miembro de un comité asesor de música y teatro. El cargo quizá se deba a que en mi juventud cursé dos carreras allí; hasta donde sé, soy el único graduado de la institución que se ha dedicado a la música…

—¿En su juventud se veía lograr todo esto? Es decir, ¿se veta o se vislumbraba llegar a este momento de su vida?

—Depende de a qué edad. Empecé a estudiar el violonchelo a los cuatro años, porque había una tradición familiar de to­car cuarteto de cuerdas. Cuando nao, falta­ba el chelista en la familia. Por esa razón empecé a estudiar el violoncello. Por casua­lidad; o llámale vocación, siempre me gustó mucho ese instrumento. Así que a los 14 años de edad estaba dando mis primeros conciertos en la Sala Manuel iL Ponce…

—… Perdón., ¿nunca dudó de su vocación?

—Fue en ese momento de mi vida. Calando tenía esa edad, no estaba segu­ro si seguía o no la vocación musical, porque en el colegio siempre me había ido bastante bien en materias como ma­temáticas y física. Por esa razón ingresé al Tecnológico de Massachusetts. Des­de luego no abandoné la música, por­que entré como primer chelo en la orquesta del instituto… Claro, el problema vino después: cuando 110 se tiene el promedio, lo echan sin misericordia de la institución. Así que mi prioridad era el estudio, ya que además estaba es­tudiando dos carreras a la vez: ingenie­ría y economía. La música no era mi primera prioridad. Luego me gradué, regresé a México a trabajar como inge­niero, y me iba bien. Pero a medida que iban pasando los años, iba creciendo en mí un sentimiento de cierta amargura por no haberme dedicado a la música… Después, va casado y con tres hijos, con gran ayuda de mi esposa, decidí aban­donar todo para dedicarme completa­mente a la música.

—Habrán sido momentos difíciles. —Por supuesto. Esa transición me tomó cierto tiempo, porque no podía yo soltar las actividades que tenía así nada mas.

Articulo completo en: El financiero 4/09/2012