La inteligencia humana y su desarrollo. Cap. 2: ¿Cómo se desarrolla la inteligencia?
Luis Gadea, 2011
Paráfrasis JV
Palabras clave: divulgación, constructivismo situado, inteligencia, acción, lenguaje, interacción social.
Me parece acertada la expresión «constructivismo situado» para describir una postura que logra coordinar el constructivismo piagetiano y la psicología cultural de Vygotski.
Considerando que el texto es un texto de divulgación, tarea difícil, me parece un texto muy bien logrado, y comparto plenamente su planteamiento, ya que sitúa la acción, al lenguaje y la interacción social como los tres ejes fundamentales del desarrollo de la inteligencia, enfatizando su funcionamiento.
Hablar de constructivismo situado me parece otra manera de expresar el rescate del «sujeto psicológico», «de carne y hueso», que ha intentado el constructivismo funcionalista de Inhelder y Gréco, enfatizando, además de las estructuras lógicas y los grandes niveles del desarrollo lógico, las estructuras conceptuales o de significaciones, en buena medida «realizadas» por la vía de la función simbólica o semiótica, particularmente el lenguaje así como el sujeto en funcionamiento. Como señala uno de nuestros textos anteriores, la estructura es la estructura de un funcionamiento.
El texto enfatiza algo muy importante: tanto el sujeto actúa sobre los objetos como éstos sobre aquél. Siempre la interacción y la dinámica es bidireccional: s<>o, nunca s>o (asimilación pura) ni o>s (acomodación pura), aislados.
Posicionamiento
Quizá se extrañe una discusión, o al menos una mención, de qué es la inteligencia, o cómo podemos o acordamos concebirla. Tratándose de divulgación, es importante considerar que la idea más difundida es aquella «cualidad individual», generalmente de origen innato, cuantificable mediante tests. Quizá una discusión (¿presente en otro capítulo?) sobre la inteligencia como adaptación o adaptabilidad a situaciones nuevas podría ser interesante.
Resultaron un poco inquietantes las siguientes expresiones:
«Feliz con su exitoso intento soltará y atrapará la pelota con las dos manos y lo hará cuantas veces sean necesarias hasta asimilar una nueva forma de atrapar los objetos que son más grandes que su mano».
«Recíprocamente, las personas (…) y los objetos (…) actúan sobre el niño de múltiples maneras conduciéndolo a ampliar su repertorio y, de cuando en cuando, a hacer cosas originales (acomodación).»
Esta manera de intentar explicar la dupla asimilación / acomodación me resulta perturbadora: por un lado, en el primer fragmento, como yo lo entiendo, se ha construido un nuevo esquema, «prender con dos manos», a partir de la modificación del anterior, «prender con una mano», lo cual significa la construcción derivada de esquemas previos, es decir, una construcción por acomodación, seguramente después de múltiples perturbaciones, repeticiones y ajustes durante las reacción circular. Es el esquema el que se acomoda al objeto (pelotota), y por eso éste puede ser asimilado por aquél. El esquema es justamente la forma simplificada y generalizable de la acción, la cual asimila objetos, un poco «deformándolos» y un poco «acomodándose él mismo». A partir de ahora, frente a una «cajota», se dispondrá del esquema «prender con dos manos». También cabría hablar de asimilaciones recíprocas entre formas o esquemas («es necesario admitir que los esquemas visuales y auditivos se asimilan recíprocamente: el niño busca, en un sentido, escuchar el rostro y ver la voz»); finalmente se habla de coordinación de esquemas («la boca busca chupar lo que la mano toma»): la atribución del sonido a la sonaja supone la coordinación de los esquemas de «sacudir» la sonaja y los esquemas de «escucharla», «mirarla», etc., en algún sentido construye o crea el objeto «sonaja», que luego será «la raíz», el significado «asociado» al significante (o imagen acústica) /sonaja/.
En el segundo fragmento, la acción de las personas o los objetos actúan sobre niño, quien «asimilará» los objetos o situaciones a sus propios esquemas y, eventualmente, logrará una acomodación de éstos al objeto o situación. No puede haber una «conducción directa» que sería como decir «provocar una acomodación súbita y automática», por influencia directa e inmediata de personas u objetos. Teóricamente, tanto para Piaget como para Vygotski, hay siempre y necesariamente un proceso adaptativo, que supone diversos ciclos de asimilación / acomodación.
Quizá sea sólo cuestión de terminología, de lenguaje, que a veces nos incomunica…