Universidad Veracruzana

Lengua Escrita y Matemática Básica

Línea de investigación



Comentario sesión 24. Araceli

El texto es muy bonito. Leer sobre Litang, sus experiencias, sus interacciones y sus aprendizajes sobre la lengua escrita y sobre el mundo es sumamente agradable. Sin embargo, desde que leí tengo presentes un recuerdo y un sentimiento de inconformidad. Los comento a continuación.

Con el texto recordé mis primeras experiencias como maestra de primer grado en una primaria rural. Mi primer aula de trabajo era un salón pequeño, de concreto y techo de lámina. Había 28 sillitas de plástico y 14 mesitas binarias azules. Teníamos una biblioteca improvisada con rejas de madera. Alrededor del salón había un tendedero con las letras del alfabeto y las palabras que los niños habían propuesto para cada letra. Había láminas de papel bond expuestas afuera del salón según el tema o la exposición que los niños hubieran desarrollado. Teníamos también cajas de arena, botes con alfabetos móviles, frascos con germinados, plantas, juguetes, el área de papelería, el espacio para los lonches, el panel para las felicitaciones del mes, en fin… todo cabía ahí junto a los niños y a su incansable interés por conocer. Recordé porque no pude evitar comparar las condiciones de acceso y disponibilidad que caracterizan a Litang con las de mis alumnos. Ella con el capital cultural y el ambiente propicio para ser una excelente usuaria de la lengua escrita. Ellos con padres analfabetas, con ausencia de material escrito en casa, con prioridades familiares como conseguir el sustento diario y con la responsabilidad de ser parte de la actividad económica familiar durante el corte de café. Ella con mamá canguro, ellos con hermanos menores a quienes cuidar mientras su mamá se ocupa de la casa. Sin embargo, en tiempos diferentes y con historias distintas, ella y ellos se convirtieron en usuarios de la lengua escrita.

Mi inconformidad… ¿Por qué ante la inminente importancia nacional e internacional de la cultura escrita y después de Jomtien 1990, el ANMEB 1992, Dakar 2000, la Alianza para la Modernización Educativa en 2008, la RIEB 2009 y del Plan de Estudios 2011 parece que nadie ha entendido la relevancia de la política social en la educación?

Imaginemos por un momento que todos los niños mexicanos cuentan con condiciones parecidas a las de Litang para introducirse como usuarios de la lengua escrita… Imaginemos que la escuela cumple su función como generadora de espacios de aprendizaje significativo… Sin duda hablaríamos de más disponibilidad, mayor acceso, nuevas apropiaciones y mejores prácticas.