Gerardo Ávila Pardo
Docente, UVI Xalapa
Era una agradable mañana del jueves 6 de marzo, el sol calentaba desde temprano la vieja casona que alberga a la UVI Xalapa; por los pasillos se percibía algo más que el calorcito que generaba del astro rey, había cierta ansiedad en el ambiente seguramente desapercibida por la mayoría de los que laboran ahí, no así para los miembros del equipo de futbol de la UVI Xalapa.
Manuel, Chucho, Víctor, Ricardo, Gerardo, Gustavo, Homero, Cuauhtémoc, David, Alberto y Jorge esperaban que el reloj marcara las tres de la tarde, hora en que los Zopilotes de la UVI debutarían en el Torneo de futbol rápido para empleados de la UV.
La mañana transcurrió tranquilamente como tantas otras entre trabajo, juntas, documentos, y uno que otro chascarrillo, finalmente llegó la hora, los deportistas partieron apresurados y gustosos rumbo a la USBI donde les aguardaba el enfrentamiento vs Compras.
Después de un breve calentamiento los equipos se dispusieron a iniciar el encuentro, en un escenario pletórico, donde sobresalía la presencia de las bellas animadoras de la escuadra intercultural: Ofelia, Erika, Juanita, Maura y la pequeña Areli que entre gritos alentaban a los Zopilotes.
Sonó el silbatazo inicial, rápidamente la UVI se posicionó de la pelota, a los pocos minutos se vio recompensado el buen juego que desplegaban los interculturales, Cuauhtémoc dribló y paso a la banda izquierda, donde David controló la pelota para empalmarla con un zurdazo cruzado que venció al arquero 1-0, alegría en la tribuna.
Dos minutos después, una serie de rebotes cerca de la portería contraria, la pelota le cae a Davidsiño, quien hace una finta involuntaria que engaña al defensivo, para puntear la pelota que se anida en el fondo de la red, 2-0, se levanta el animo y da la impresión de que será una goleada.
De repente el Zopilote mayor «temoc» pide su cambio, se le une Víctor y Davidsiño, ingresan el poli funcional Gerardo, el maestrisimisimo de maestrisimisimos Ricardo y el veloci-raptor Martel ¿cambio masivo?
El cuadro se desorganiza, los rivales adelantan líneas, a los pocos instantes cae el 2-1, los Zopilotes se ven sin idea al frente y desubicados atrás, como resultado termina la pizarra al medio tiempo 2-2.
Al comienzo del tercer periodo, aparece en la cancha el cuadro inicial: Manuel, Víctor, Chucho, Cuauhtémoc, Homero y David, el encuentro es ligeramente dominado por la zopilotada, los rivales se meten en problemas de faltas, cometen su quita y el árbitro sanciona el shot out, el Zopilote mayor «Cau» ejecuta, lanza un tiro raso ante la salida del arquero, 3-2, arriba los Zopilotes, vuelven los ánimos.
Minutos después los interculturales acusan el mismo problema de faltas acumulando su cuarta, el Káiser Víctor grita: ¡no hagan faltas!, en respuesta el moderado Davidsiño «se le deja ir» a un rival en los linderos del área contraria, cometiendo la 5ª falta, oportunidad rival de un shot out, el Gato Manuel enfrenta al delantero quien lo vence, marcador 3-3.
El equipo se ve cansado, los jugadores no regresan a defender, Davidsiño se hace expulsar, desventaja numérica los rivales aprovechan y marcan el 4-3.
Hay nuevos cambios intentando mantener el equilibrio en las líneas sale el Suavecito Chucho para ceder su lugar a Gerardo, continúan las rotaciones entra Martel, sale el científico Homero, pero el equipo se ve nuevamente desorganizado, descolgada de Compras atacan 3 defiende uno, como resultado los rivales anotan el ultimo tanto del partido, marcador final 5-3.
En el fragor de la batalla el arma secreta de los Zopilotes, el pelusa Jorge, se quedó guardado en la banca, seguramente para sorprender con sus genialidades a los próximos rivales.
Hay un poco de molestia en los Zopilotes, afortunadamente los ánimos vuelven, y se ríen de si mismos, la lucha se hizo seguramente el martes será otra historia.
Espero que hoy los zopilotes levanten el vuelo, que extiendas sus alas sobre el inmueble de la USBI, y que den su clasica danza, volando en circulo, esperando el momento de bajar por su presa.
Chido, Gerardo, esperamos la segunda entrega.
Victor Pérez