Shantal Meseguer Galván
Coordinación de Licenciatura
UVI, Xalapa
Hola, a propósito del inicio de los trabajos en el Primer Encuentro Inter-Sedes para el Intercambio de Experiencias en Investigación, en Ixhuatlán de Madero, Región Intercultural Huasteca, pongo a su consideración el mensaje que compartí con la comunidad UVI, el día de hoy.
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Primer Encuentro Inter-Sedes para el intercambio de experiencias de investigación.
Palabras de bienvenida
Quiero iniciar estas palabras agradeciendo a la comunidad UVI-Huasteca su hospitalidad y el gran esfuerzo que ha llevado a cabo para organizar este evento. Me consta el tiempo, el trabajo, los recursos y la entrega que han desplegado para recibirnos y ofrecernos lo mejor de Ixhuatlán de Madero. A nombre de todos los que hemos venido desde Selvas, Grandes Montañas, Totonacapan y Xalapa, muchas gracias.
Cada uno de nosotros estamos aprendiendo a ser ciudadanas y ciudadanos no sólo de nuestra comunidad sino del mundo, a reconocer las diversas culturas, a escucharlas, a comprenderlas y a valorarlas. Así como también estamos aprendiendo a identificar, en esta diversidad, las semejanzas, las diferencias, las fronteras, los límites, los traslapes entre ellas. Poco a poco vamos aprendiendo a cuestionar, a denunciar y a ser consecuentes al actuar para combatir prejuicios y desigualdades.
Poco a poco hemos ido entendiendo que no somos sin los otros, que sólo a través de esos otros podemos ser, y así nos damos cuenta que somos parte de una misma y única humanidad, que los diversos rostros, lenguas, capacidades, tradiciones, prácticas culturales, identidades y formas, con sus ventajas y desventajas son el patrimonio inmaterial de todos.
Poco a poco también comprendemos que no existe “la cultura”, sino las culturas y que nadie puede considerar que alguna sea superior a otra, que pensar, clasificar y jerarquizar de esa manera es producto de lógicas de conquista y dominación que deben superarse, incluso en nuestro contexto personal y local. Que haber creído en el monoculturalismo condujo a la desigualdad étnica, de género, y de otras muchas que ha sido arduo ir superando y que en algunos casos aún no logramos hacerlo.
También paso a paso vamos aprendiendo todos de todos –estudiantes, colaboradores, maestros, administrativos de la UVI– que en cuestión de interculturalidad, no basta mencionarla ni repetir la palabra, tampoco basta el encuentro, la mezcla o el intercambio. Que tampoco es un nivel que se alcanza y se vuelve trofeo permanente. Sino que la interculturalidad es como la comida de cada día, la siembra de cada temporada, una intención, una acción renovada, un cotidiano hacer, una construcción permanente, una regeneración, una voluntad, un esfuerzo incesante, un aprendizaje y a la vez un desaprendizaje: el tejido de Penélope que no acaba pero que da sentido a la vida y a la convivencia de todos.
La interculturalidad es pensamiento, sentimiento y acción, es la aspiración que nos reúne en la UVI y nos anima a encontrarnos hoy para socializar e intercambiar saberes propios de nuestras investigaciones y, en general, del proceso que como estudiantes, maestros y comunidades estamos experimentando.
Por ello, considero que este evento es una gran fuente de lazos, de interconexiones humanas, de puentes que nos han de ayudar a trascender el conocimiento de lo propio (mi grupo, mi sede, mi comunidad, mi región), que nos han de permitir saborear la diversidad toda: de sabores, de paisajes, de personas, de lenguas, de formas de ser, y a disfrutar ante el asombro de reconocer semejanzas y proximidades en los otros, que hasta entonces nos parecían desconocidos, extraños y lejanos.
Deseo también que éste sea el espacio propicio para intercambiar nuestras experiencias, para reflexionar y discutir sobre nuestros intereses de investigación, sobre nuestras actividades de vinculación, sobre los enfoques desde donde percibimos la realidad y sobre las metodologías que empleamos. Que sea posible desde aquí, desde este espacio local, armar iniciativas interregionales para enriquecer los proyectos de investigación, la formación universitaria intercultural y para ampliar los campos profesionales de los próximos egresados.
Con la interculturalidad como aspiración, deseo que este encuentro sea manantial de nuevas propuestas de vida, organización, trabajo, comunicación, educación, alimentación, recreación, producción, comercialización, de respetuosas relaciones con el ambiente y con las otras personas, culturas, etnias, religiones, géneros, lenguas, etcétera.
Todos los asistentes debemos hacer lo posible para que este evento se repita cada semestre, para que cada vez sea más productivo, para que los estudiantes tengan una mayor implicación en su organización, para que se apropien de estos espacios y generen otros, para que se constituyan redes de investigación y para que pronto compartan productos y resultados de sus proyectos, en fin… para que saquemos el mayor provecho al aprender juntos.