Alejandro Martínez Canales
Responsable de la Orientación en Comunicación
Docente, UVI Grandes Montañas
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Durante las actividades del X Congreso de la ALAB, este jueves 23 de octubre realicé la presentación de los avances de mi investigación Procesos comunitarios y migración en la Sierra de Zongolica, misma que formó parte del Simposio Interacción Biología-Cultura en la Población Contemporánea del Estado de Veracruz, México. Este simposio es organizado por el proyecto interdisciplinario Gestación y diversidad poblacional en la región Córdoba-Orizaba. Una perspectiva antropológica, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, del cual soy colaborador.
Inauguración del evento
El evento, inaugurado el pasado lunes 20 de octubre, se lleva a cabo en la ciudad de La Plata, Argentina, desde donde les escribo en este momento. Puedo destacar que nuestro simposio es uno de los pocos que presentó una baraja diversa sobre temáticas que si bien corresponden precisamente al área de la antropología física y por supuesto la biológica, puso especial énfasis en la necesidad de socializar el conocimiento y volver a los actores sociales copartícipes de la investigación.
Dicha visión de la investigación fue bien recibida e inclusive se hizo eco en otras ponencias que manifestaron inquietudes similares, aunque quizás no tan acabadas. Desde luego, se trató de abrir brecha en medio de posturas científicas muy bien cimentadas, pero distantes a conceptos como los de animación e interculturalidad.
Tal situación no minimiza la investigación presentada durante este Congreso por los experimentados científicos, mucho menos la descalifica. En realidad el espacio que se me proporcionó sirvió para aprovechar y presentar a la antropología social como una disciplina propia de los tiempos actuales en donde ésta debe de superarse aún más y buscar en las personas y las comunidades la crítica y el apuntalamiento de métodos probados y clásicos, así como de los resultados de las investigaciones.