Antonio Cervantes Vargas
Área de Formación Básica
Docente, UVI Huazuntlán
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Señores y señoras aquí presentes
presten toda su atención
a los versos de la muerte
o me los llevo hasta el panteón.

Llegó el dos de noviembre
a la muerte hay que festejar,
cuidado y desde Xalapa
su esqueleto nos quieran modificar.

Al salir del panteón frío
a la UVI-Selvas se dirigió
pensando la pobre tonta:
“encontraré mas diversión”.

Pero al llegar a la puerta
la sonrisa le cambió
al encontrarse con Gustavo
pues todo le inventarió
y por cada hueso que traía
diez pesos él le cobró.

Luego se topó con Sergio
y dijo: “se lo entrego al señor de la eterna lumbre”
más no contaba que en el discurso
le diría: “vivirás de incertidumbre”.

Ya toda desvalijada
se dirigió a los docentes,
aquí le volvió de nuevo el alma
al ver a los inocentes
ahorcados con soga fina desde Xalapa.

Alegre se puso la calaca
al encontrar carne del camposanto,
con la idea muy siniestra
se arrastró al maestro Santo,
más cuando le contó un pequeño chiste
se puso a romper en llanto.

Luego se fue por Mago,
a Nury y Susi también encontró
entre papeleo de inscripción y Pronabes
casi un infarto le dio,
se alejó mejor diciendo:
“así como van, allá las esperó yo”.

A Aimé de frente la vio la huesa
gozando de buena salud,
le dijo: “corre conejo, corre”
¡oh, cielos! o viajas en mi ataúd.

En la palapa se encuentra a Julieta
y le dijo: “perdona mi intervención,
te advierto que te llevaré hecha paleta,
y no digas que no hubo Comunicación”.

Al ver a Tonalli a lo lejos
con Derecho ni se le acercó
pues con ponerle un horconcito
áquel, solicito el cuello se dislocó.

Riéndose a Crisanto le dijo
de Lengua me como un taco
te has ganado tú la Agencia
pero te ahorqué en el otro banco.

A Juan Carlos lo vio la muy ladina
y luego se lo jaló al panteón
quería ser Sustentable
con muertitos de a montón
pero le recalcó diciendo:
“ahí si no me faltas cabrón”.

Al que ya lo tenía cerca
fue a Lorenzo Bozada
que aunque de sabio no se bajaba
la hora se le acercaba.

Por último se fue con ciber Toño
a pedirle el Internet
pero cuando el gruñón le negó la red
de las patas del changarro lo jaló.

Y los maestros que faltan
de la fría no se escapan
ya vendrá el próximo año
en que les escriba su calaca.

Se despide mi calavera
agradeciendo su atención
va que va, ¿están de acuerdo?
¡que siga la diversión!
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