Diana Verenice Aparicio Santiago
Orientación en Comunicación
Estudiante, Grupo 702
UVI Totonacapan
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Serie: Taller de Habilidades para la Publicación y Difusión de Contenidos en Internet
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Todos los seres humanos por naturaleza amamos, a papá y a mamá, a nuestros hermanos, tíos o abuelitos. Pero, si desde que nacemos estamos acostumbrados a amar, qué es lo que nos hace darle la vuelta a la moneda y terminamos odiando a los que alguna vez hasta idolatramos.

Cómo entró el rencor a mi alma, no lo sé, tal vez fue cuando caminaba por la calle, no, quizás, fue cuando me regañaron con mentir, pero era una mentira piadosa, pero creo que no le hice daño a nadie, o tal vez si, mi alma lloró y yo con ella, a ella le dolió mi mentira y a mí su dolor, porque yo sabía que ese dolor yo me lo había ocasionado.

Allí fue, ya lo recuerdo, él me dijo que las mentiras piadosas no hacían daño y yo experimentando, me dí cuenta de lo contrario, el alma lloraba y allí fue cuando el se metió en lo más profundo.

Quizá algún día se vaya, para seguir amando todo lo que un día me fascinó, qué haré no lo sé, pero como dice el dicho; lo único que no tiene solución es la muerte.
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