Anahí Meza Cortés
Orientación en Comunicación
Estudiante, Grupo 502
UVI Grandes Montañas
.

Serie: Visita a Tequila de estudiantes de la Secundaria Paidós, de Veracruz Puerto

.

Desde el principio los nervios estaban de punta. Para empezar, el presidente municipal, quedó de prestarnos 20 mesas ¡y sólo nos dieron 12!, pedimos 80 sillas ¡y nos dieron 60! Los manteles, para variar, tampoco venían completos, ni siquiera para cubrir las pocas mesas que nos prestaron.

Después nos dimos cuenta que faltaba la presentación de un video con el que se empezaría la conferencia, tuvimos que ir por él hasta casi la punta del cerro, ¡claro que no caminamos! conseguimos un taxi y todo para que al final no encontráramos a nadie. De todos modos, al regresar, el video había aparecido misteriosamente en el Salón y pudimos presentarlo sin contratiempos.

Justo cuando veníamos de regreso los chicos estaban llegando de Veracruz Puerto. Nos quedamos en shock. Eran más jóvenes de lo que imaginamos. Para empezar estaban más altos que nosotros, pensamos que nos habían engañado y que no eran de Secundaria. Desde el principio empezaron con su relajo, la mayoría se quejaba del frío y era obvio que tuvieran esas reacciones ya que ellos venían del Puerto de Veracruz, un lugar más caliente; querían ir al baño y para variar otra vez el presidente nos quedó mal. No estaban abiertos los baños y por si fuera poco estaban súper sucios, y bueno, tuvimos que hacer una serie de cosas para que se abrieran y se lavaran. Esto se tuvo que hacer cuando los chicos ya estaban en la puerta de los baños.

Después se sirvió el desayuno, donde se dieron unos ricos tamalitos, tacos dorados de pollo, champurrado y pan de muerto, para ello tuvimos que ayudar a repartir. Unos chicos hacían gestos y decían que, según ellos, ya habían desayunado y que no tenían hambre. Sin embargo sucedió lo contrario con los maestros, ellos pidieron doble ración.

Después del desayuno empezamos por fin con lo que se había planeado desde hace un bien tiempo. Las que iban a exponer la conferencia estaban nerviosísimas ya que no sabían si hablar con el micrófono o sin el. A veces los chicos se reían y mis compañeras pensaban que se estaban burlando de ellas. Claro, hay que mencionar algo, la verdad es que los chicos se veían súper entusiasmados cuando mis compañeras les platicaban sobre los lugares que hay por la Sierra y querían que los lleváramos a cada uno de ellos. Imagínense si nosotros tuviéramos que llevar a todos esos niños por todos los lomos de la Sierra ¡que locura!

Después de que se terminó la conferencia, nos seguimos con la iglesia a donde ya iba mi participación, claro que no lo iba hacer sola, pero aún así, estaba muy, muy nerviosa, porque no sabía cómo comenzar, ya que algunos chicos eran muy traviesos y otros muy preguntones y no iba a saber como contestarles, pero en fin, tuve mi participación.

Y nos fuimos para el lugar a donde se iba a realizar la representación de un Xochitlalis, y bueno, algunos chicos como que se quejaban de que tenían que caminar por una pequeña subida, pero otros hasta se retaban para ver quien llegaba primero; y qué les cuento, de bajada las cosas se pusieron un poco más pesadas. Ahí tenía ganas de agarrarlos de los pelos, porque ¡imagínense! algunos de ellos bajaron la pendiente rodando. Eso si que estuvo rarísimo por parte de ellos, ahora es cuando entendemos que son todo un caos.

Para finalizar los llevamos al mercado y pues ahí, la verdad es que todo estuvo más relajado, porque ahí ya no dimos exposiciones de nada, entonces ya no hubo ningún problema y como que ya nos estábamos familiarizando con ellos, porque la verdad al final de cuenta ya les estábamos agarrando la onda.

.

(Esta nota corresponde al trabajo del Nódulo de Comunicación)
.
.