Daniel Bello López
Responsable de la Orientación en Derechos
Docente, UVI Huasteca
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Primero con sorpresa y luego con realismo, recibí la invitación para viajar a Madrid, para participar en el Segundo Seminario Presencial con los compañeros que cursan el Master en Educación Intercultural en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Relato aquí parte de mi asombro y desconocimiento que a todo viajero se le revela por doquier.
Ya fui, ya regresé. Obligado es escribir sobre el viaje, reflexionar sobre la experiencia. Lo hago después de varios días, primero porque llegando estuve en la segunda sesión presencial de la Maestría en Educación Intercultural (MEI) en Xalapa y cuando regresé a la Sede Huasteca tuve que ponerme al corriente con los pendientes, les comparto a todos los que, a mi regreso me preguntaron: ¿cómo te fué? Hay les va, lo que ví y pasó durante mi estancia en Madrid, desde luego con relación al viaje de estudios y el motivo de este, la educación intercultural.
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Martes, visita al Campus de la UNED
Debo destacar la hospitalidad de nuestros anfitriones, que el martes 18 de noviembre por la noche, nos hicieron sentir como homenajeados, aún cuando el festejo era para quienes lo merecían: Teresa Aguado Odina e Inés Gil Jaurena, por la cátedra y el doctorado obtenido, respectivamente, felicidades. Esa noche rodeado de varios colegas, bueno, maestros universitarios porque yo fui como estudiante, degustamos los platillos de la cocina española, acompañados del vino.
La visita al campus de la UNED empezó por la mañana del martes, lo recorrimos caminando, así se aprecia y conoce mejor. Mi primera impresión fue la zona de La Moncloa, quién no ha escuchado sobre ese espacio donde se pactó la transición española que dio origen a la España actual. Caminamos bordeando la Universidad Complutense, otra referencia e institución educativa emblemática. Al final del recorrido, llegamos a la UNED, siempre guiados por Teresa Aguado, excelente guía turístico-cultural, ya no se diga educativa.
Desde que arribamos a España, sabíamos que el martes la actividad sería adentrarnos a la UNED, fuimos introducidos a la Biblioteca, de la que destaco la vista panorámica de la ciudad desde su cafetería ubicada en el último piso, se aprecia el Palacio Real y la Catedral de Madrid, bueno último nivel -parece que el octavo-, porque en España, piso es, lo que nosotros en México, llamamos departamento; y la Sala de Lectura en círculo, misma que arquitectónicamente fue diseñada como pozo de luz atravesando cada nivel que alberga bibliografía especializada según disciplinas afines, el silencio es el mejor aliciente para la reflexión, el estudio y la investigación. Regresamos a la hora señalada, pero la reunión de trabajo entre UNED-UVI, continuaba, fuimos informados de que continuáramos leyendo, pero junto con Erick -mi compañero de viaje- decidimos irnos de pinta, a recorrer los museos y espacios culturales de la ciudad universitaria madrileña, entre ellos: el Museo de América, el Instituto del Patrimonio Cultural. En la entrada al Museo aún estaba el ambiente por la celebración del Todos Santos mexicano, un altar de muertos con el clásico sombrero charro y discos de Pedro Infante, entre otros, una representación del México de mediados del siglo pasado; lo que me sorprendió, fue la Estela de Madrid puesta a la venta como souvenirs, una réplica de una estela de la cultura maya, allá considerada como “de Madrid”, en fin, perdonais a quienes han mercantilizado el arte prehispánico.
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El tercer día fue libre
Aproveché para turistear, fui a Toledo, una ciudad medieval representativa de esa época, que además fue la capital de España hasta antes de que los reyes cambiaran la capital a Madrid, ahora sólo es capital de la Comunidad de Castilla La Mancha. Impresionante, tres veces conquistada por: visigodos, romanos y árabes. Ciudad amurallada, con sus edificios simbólicos: El Alcázar, La Catedral y La Puerta del Sol, pero en general su arquitectura es patrimonio cultural de la humanidad, bien conservada, con una traza urbana irregular pero justamente por eso agradable, maravillosa, sus calles angostas, callejuelas y callejones, predominan en su centro histórico, famosa por sus espadas toledanas, como dijera un orgulloso toledano a quien adquirí algunos souvenirs, contento porque no sea la capital de España, sino esto –refiriéndose a su paisaje urbano, patrimonio arquitectónico, no existiera-, para quien, ello evoca la época en que “… nombre, ¡Toledo fue capital de medio mundo!”, a orillas del Río Tajo, que se atraviesa por el Puente de Alcántara, mismo que servía como defensa de la ciudad, una vez traspasado por el enemigo, la ciudad era tomada por el conquistador.
Bueno, entrando en materia, el jueves empezó el intercambio en materia educativa, visitamos “el cole”, CEIP Carlos Cano, fuimos a la nueva parte urbanizada del pueblo de Fuenlabrada, con más cara de unidad habitacional con multifamiliares que de pueblo, localizado en las “cercanías” de Madrid, en realidad una ciudad dormitorio, donde apreciamos la implementación de una educación que atiende la diversidad cultural en el nivel infantil -preescolar- y primario. En el Colegio trabaja Patxi, un profesor de origen vasco que cursa el Master en Educación Intercultural en la UNED, todos sus compañeros de trabajo y directivos, nos recibieron, de manera especial el profesor Benjamín quien fue nuestro guía para recorrer “el cole”, pero mi agradecimiento a todos, ¡vale!
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¿Qué observé?
La implementación del enfoque intercultural para atender la diversidad: religiosa, lingüística y de nacionalidad: niños del norte de África, del África central, de Europa del este, diversidad a flor de piel y de rostros encantadores; misma que atienden en el aula, pero antes, la tratan en el “Aula de Enlace” [Blog], donde el niño aprende el idioma español, se familiariza con la cultura de acogida, la española; igual el espacio destinado a la atención de la diversidad religiosa, este si, dentro de la escuela, el aula de religión, una católica y otra para “religiones alternativas”, con mucha influencia de la musulmana, aunque eso de alternativas me parece generalizador y frente a una denominación específica, la católica, aparecen las diferencias más que la diversidad religiosa.
La participación e involucramiento de los padres de familia en las acciones educativas, incluso en la exposición de algunos temas. Es común encontrar en los salones de clase madres de familia, los maestros reciben a los padres y madres para informarles sobre el aprendizaje de sus hijos; los actores que le dan pertinencia y beneficiarios directos en la educación, en la escuela, algo que para nosotros como UVI, sigue siendo una aspiración, traer a los reproductores del conocimiento, los sabios de la comunidad, a nuestras aulas.
La autogestión y cooperación que promueven para organizar y operar el comedor de la escuela, prestar un servicio donde el estado sólo aporta la infraestructura, los padres de familia cooperan en efectivo o en especie por salón, para organizar los desayunos y comidas de sus hijos, para pagar el servicio de las cocineras, las cuales pertenecen a una empresa a quien le concesionan el servicio. La alimentación en general es buena, pero la atención a la dieta de aquellos con problemas de salud o nutricionales es personalizada, es común encontrar recomendaciones pegadas en la pared con indicaciones de los problemas y dieta especial.
La organización de la escuela y las instancias de participación estudiantil, si, los niños de primaria tienen su consejo mediante el cual exponen sus inquietudes y demandas a los directivos de la escuela, pero además esta organización es promovida por la municipalidad y existen consejos en ese plano, donde concurren los consejos de los otros colegios y son escuchados por las autoridades civiles. Esto que yo viví en la secundaria, sobre todo en la preparatoria con el nombre de “sociedad de alumnos” elegida mediante elecciones, y que en México ha entrado en desuso, incluso ausente en la UVI.
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Mis observaciones al sistema escolar español
El asignar estudiantes de origen inmigrante a los colegios de manera planificada y no permitir que sus padres y ellos lo hagan por elección, esto si bien tiene como fin una atención más adecuada, busca disuadir las identidades en espacios públicos que reproduzcan la cultura de origen, bajo el temor de favorecer los guetos. Otra más, dirigida a los universitarios, sobre el proceso o Plan Bolonia que a través del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) promueve la homologación de grados con relación a la Comunidad Europea (CE), entenderlo como un proceso que configura las políticas públicas educativas y no sólo como un impacto colateral de la globalización. En México, ello está establecido desde hace tiempo, mucho antes de que el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la globalización nos alcanzara, por lo menos tenemos presente, que después de la licenciatura, sigue la maestría y después el doctorado.
Sobre el intercambio con los estudiantes españoles durante el Segundo Seminario Presencial del Máster, los remito a leer la relatoría de una sesión conjunta de tutoría presencial elaborada por Esther Alcalá Recuerda, profesora del Máster en Educación Intercultural de la UNED, publicada en nuestro espacio del blog de la UVI.
Sólo resta, decirles a mis compañeros de la MEI en la UV, que vamos bien y transmitirles saludos de nuestros colegas españoles: Patxi e Yvonne. Me despido de todos quienes nos recibieron allá, para no omitir alguno, los englobo.
Sale vale, sale acá en México, allá ¡vale!
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