Daisy Bernal Lorenzo
Miguel Figueroa-Saavedra Ruiz
Departamento de Lenguas
Docentes, UVI Xalapa
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Uno de los principales problemas que tiene lugar en el hospital de la comunidad de Tonalapan, en Mecayapan, Veracruz; son las múltiples barreras lingüísticas que existen entre los hablantes de zoque-popoluca y el personal de dicho centro de salud, mismas que favorecen episodios de discriminación, negligencia e impericia médica.
En aras de resolver esta situación que repercute negativamente en la atención médica la comunidad, Adela Martínez Ramírez y Crescencia Cruz Pascual, egresadas de la Licenciatura en Gestión Intercultural para el Desarrollo de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) presentaron el trabajo recepcional “Recursos y estrategias para mejorar la comunicación entre usuarios hablantes de zoque-popoluca y personal de salud”; título que en el idioma materno de las sustentantes se expresa “Tan kuampa jutyp?k tanw?tsakpa jem j??yi di jem tant?w?tam nundaj?y’yajpap y jem tiitityaj tsoy?yoy’yajpap jem Hospital ityw?b?k Tonalapan Mecayapan Veracruz paki nakut?y?y’yajtain”.
En su trabajo de investigación –que contó con el apoyo de Francisco Belman Martínez, exdirector del Hospital Regional de Tonalapan– las Gestoras Interculturales exponen el problema de comunicación al que se enfrentan hablantes de zoque-popoluca al momento de interactuar en español con el personal del centro de salud, lo cual les provoca una sensación de inseguridad y desconfianza ya que no pueden comunicar sus malestares, ni saber “qué van a hacer con su cuerpo”.
Este problema, ahonda la tesis, no es exclusivo del personal hospitalario local, sino que es consecuencia de una política de salud que escasamente reconoce la existencia de las lenguas originarias de nuestro país y, por tanto, no ha generado recursos que permitan al personal médico mejorar sus condiciones de trabajo y eficiencia.
Para remediar esta carencia, las egresadas de la UVI diseñaron un programa de capacitación para el desarrollo de habilidades comunicativas y sociales en el personal del hospital, así como la formación de un grupo de mediadores-intérpretes interculturales para auxiliarlos.
La tesis fue defendida de forma bilingüe, en zoque-popoluca y español, con interpretación consecutiva en cada una de sus intervenciones. Esto, explicaron, porque su lengua materna fue una herramienta indispensable durante su proceso de investigación, además de ser una manera de legitimar el uso de sus lenguas maternas en espacios académicos.