Evangelina Evangelio Juárez
Área de Formación Básica General
Estudiante, Segundo Semestre
UVI Totonacapan
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Como estudiante del segundo semestre de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) de Espinal, Ver., realizo mis prácticas de campo en la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines, Municipio de Coxquihui. Para llegar a esta comunidad tomamos de referencia de donde está la UVI en Espinal, tomar el autobús que va hacia Coxquihui, pasamos por las comunidades de Arenal, más adelante Sabanas de Xalostoc y en el punto en donde hay que bajar es en José María Morelos, de ahí tomamos una calle para la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines, hay que irse caminando como 40 minutos para llegar al pueblo.
La comunidad de Adolfo Ruiz Cortines, está formada aproximadamente por 1,271 habitantes, en la que habitan hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos, esta información fue proporcionada por el sub-agente municipal: Gaudencio Evangelio Lucas y la promotora de salud, Magdalena Gaona Cortez.
Yo también formo parte de la comunidad de Adolfo Ruíz Cortines porque soy originaria de ahí, y el interés que tuve de elegir esta comunidad para mis prácticas de campo de investigación es para convivir más con mi gente, y que me consideren como una ciudadana más que puede opinar y participar en su comunidad, además porque me interesa saber aun más acerca de la manera que se organizan o ver el principal problema por el cual muchas veces no se ponen de acuerdo para el bien de su comunidad, cuales siguen siendo sus creencias y costumbres, ya que considero que la gente joven de mi comunidad está optando por nuevas culturas “modernas” y dejan atrás las propias, lo que sus padres les han enseñado, esto se da por diferentes razones, incluso puedo apreciar que hoy en día en Adolfo Ruiz Cortines se está perdiendo el valor de nuestra lengua materna el totonaco, por lo mismo que algunos jóvenes están prefiriendo hablar el español y dejan su lengua en segundo término o a veces ya no lo hablan porque quizás les da pena.
Esta es la razón por la cual mi compañera Zurisaddai Hernández Munguía yo decidimos hacer nuestras prácticas de campo en mi comunidad, claro que desde un principio me dio mucho miedo al pensar que iba a hacer y decir, y que reacción tendrían las personas de mi comunidad, ellos que me dirían. En esta visita entrevistamos a tres personas: la primera persona fue la señora Dolores Salazar y le preguntamos acerca de su creencia sobre la semana santa, como lo festejaba ella y su familia, la segunda persona fue el señor Juan Gaona nos platicó de la costumbre que más influye en su familia que es la siembra del maíz y los tipos de actos que realizan y por último la señora Viviana García nos platicó sobre la creencia que tiene acerca del festejo de Todos Santos.
Pero al fin de todo las entrevistas y visitas de casa en casa salieron muy bien porque obtuvimos la información y la más impactada fui yo, porque a pesar que soy de esa comunidad hay cosas que no sabía, y no convivía con las personas de manera presencial y me empecé a dar cuenta cómo es que la gente quiere el cambio en la comunidad.
En la segunda práctica de campo que tuvimos, realizamos una mesa de diálogo en la comunidad, invité a algunas personas a la casa de salud donde llevamos a cabo la reunión para platicar sobre las fuentes de ingreso de cada familia de la comunidad, obtener información sobre ¿a qué se dedican?, ¿qué producen?, ¿cómo lo producen?, ¿donde lo venden? y ¿en cuánto venden su producción?
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Las personas de mi comunidad nos dijeron que les gustaba la idea que como estudiantes nos decidiéramos a trabajar con ellos y no sintiéramos vergüenza por pertenecer a familias humildes, yo me sentí con muchas ganas de seguir trabajando y conviviendo con la gente de mi comunidad, quizás porque tenemos muchas cosas en común.
En Adolfo Ruiz Cortines la mayoría de las familias está formada entre 6 a 10 personas, cada integrante de la familia tiene sus propios roles de trabajo, aquí también se lleva a cabo la práctica de la «Mano Vuelta» o el “kimakgaxokgo”, que es en lengua totonaca. Esta práctica la llevan a cabo cuando siembran y cosechan el maíz, tiene un significado muy especial y muy valorativa en mi comunidad. A mí me gusta mucho y me agrada que se siga llevando a cabo transmitiendo de generación en generación, ya forma parte de nuestra identidad totonaca, por ser un pueblo indígena y lo digo con orgullo: ser indígena no es motivo de pena, ni valer menos que los otros.
Así ha sido mi experiencia como estudiante de la UVI trabajando en mi propia comunidad, porque considero que uno nunca termina de conocer a su pueblo por más pequeño que sea, me he sorprendido mucho porque me ha traído muchas experiencias buenas, he aprendido a valorar más lo que tengo, lo que se encuentra en mi comunidad, nuestra cultura, pero sobre todo de nunca avergonzarme de mi lengua totonaca.
A veces me cuestiono ¿si no hubiera entrado a la UVI? que tiene que ver con la interculturalidad y el valor de nuestros pueblos indígenas: no pensaría de esta forma y no le daría el valor a mi pueblo y sus costumbres.
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