Antonio Cervantes Vargas
Área de Formación Básica
Responsable del Centro de Cómputo
Docente, UVI Las Selvas (Huazuntlán)
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De este año van mis versos
en ofrenda a la Catrina,
calavera tan ladina
de personajes perversos,
que de tajo quieren hueso
de mí querida nación,
un problema tan añejo
que anhela revolución.
La parca ya no es huesuda
pues al PRI ya se afilió
y en las tiendas de soriana
a muchos muertitos compró,
con un fraude que avaló
la oligarquía mexicana,
que con mentiras fraguó
la nación americana.
Un Obrador que persigue
sus ideales de izquierda,
un Nieto que nunca lee
y un “títere” de la maestra,
una mujer que prefiere
con la Mota no hacer fiesta,
un engaño a nuestra gente
se celebró con orquesta.
En el panteón se festeja
la estrategia de Calderón,
haciendo paz con la guerra
que al narco declaró,
la muerte no exige ofrenda
pues hartos muertos dejó
y a mi país en la quiebra
que hasta el sueño le robó.
La Catrina confundida
entre alegre y aterrada
por la muerte de Lazcano
que un tal Ramos le declara,
pues le quitan de la mano
al otrora victimario,
otra farsa como esa
y nos carga la “chingada”.
La rebelión se percibe
en el ambiente afligido
de un mal trato que recibe
un país muy decidido,
¡a los brazos de la muerte!
por liberar a mi gente,
muchos gritan con voz fuerte:
es el único camino.
Se despiden mis versos
no me vayan a arrestar,
no sea que de insurrecto
me quieran hasta tachar,
mejor en este noviembre
a la muerte hay que festejar
así cuando llegue a su lecho
nos vayamos a “chupar”.
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