Cuauhtémoc Jiménez Moyo
Laboratorio para el Enfoque Intercultural
Docente, UVI Xalapa
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A petición de mi amigo Carlos Castro, escribo estas líneas sobre la presentación -el pasado viernes en «Casa UVI»– del libro titulado Multiculturalismo, Educación Intercultural y Derechos Indígenas de las Américas. Primeramente quiero hacer mención que ambas presentadoras mostraron, de manera muy profesional –lo cual se agradece—, reflexiones muy profundas con respecto al libro. Reflexiones que, por supuesto, invitan a leer el libro; pero no sólo fueron eso: mostraron sus propias tesis respecto al fenómeno de la multiculturalidad y la interculturalidad. Tesis que, afortunadamente para los oyentes, generan preguntas y dudas, como todas las buenas tesis. La presentación de la Dra. Erica Gonzalez Apodaca me pareció muy profesional, a considerar por su coherente y puntual texto realizado; la presentación de la Dra. Sylvia Escárcega Zamarrón fue igualmente profesional, aunque con un formato distinto: no elaboró un texto pero dejó ver una comprensión adecuada de los textos que muestra el libro.
Bueno, ahora doy paso a algunas reflexiones que me generaron las presentaciones. Logré reconocer que la Dra. Erica Gonzalez, parte de un trasfondo teórico influido por el Análisis Político del Discurso (APD) [*]. El hecho de que comprendiera los fenómenos interculturales partiendo del APD no me produjo dudas sino objeciones: no puedo compartir que lo político sea tan central en los estudios interculturales. Creo que es una dimensión importante, pero es una entre otras, no la única ni la más importante. El APD comparte, entre otras cosas, la tesis marxista que indica que al mundo no hay que interpretarlo sino transformarlo. Es una tesis históricamente crucial para el mundo, pues tuvo claras repercusiones en la vida de muchas personas en el orbe. El APD estudia para transformar, critica para cambiar. Pregunto ante esto: ¿conocemos lo suficientemente bien los fenómenos interculturales como para desear transformar y cambiar nuestra realidad?
El APD tiene su ascendencia en la teoría crítica. Así como esta teoría se apunta como posible herramienta para comprender los fenómenos interculturales, hay otras, por ejemplo las que tienen más cercanía con la hermenéutica. Básicamente, la hermenéutica quiere comprender. No le interesa tanto la transformación como la interpretación. La hermenéutica es criticada por las teorías de corte crítica por considerarla cuasi pusilánime. Piensa que sólo quiere conocer sin comprometerse con nada.
Como pasa casi siempre cuando le prestas atención a dos cosas aparentemente contrapuestas, estoy de acuerdo con ambas. Es evidente que necesitamos criticar radicalmente algunas realidades como la desigualdad o la injusticia. Es evidente también que necesitamos comprender nuestra realidad. Lo que me preocupa es la tendencia tan marcada que tienen los estudios interculturales hacia la corriente crítica. Parece que todo lo quieren transformar y resulta muy preocupante darse cuenta que la transformación no parte de un estudio serio y profundo de la realidad. A cuánta gente no conocemos que quiere cambiar al mundo mostrando a la par una carencia psicológica, emocional e incluso espiritual. En realidad esto es lo que me preocupa especialmente: muchos estudiosos de la interculturalidad quieren cambiar un estado de cosas sin una reflexión autocrítica importante; nunca apoyaré a aquellos que quieren cambiar el mundo partiendo de una minusvalía personal. Toda transformación ha de emerger de la consciencia que da el saber, el conocer los límites de nuestro egocentrismo y de nuestras pulsiones.
Que quede claro, no estoy mencionando que el APD o toda teoría de influencia crítica no sea pertinente para los fenómenos interculturales: sino que requieren alimentarse de otras, por ejemplo las de tendencia hermenéutica; y sobre todo requieren que los sujetos preocupados por estas realidades amplíen y mejoren su consciencia de sí, para que los cambios sean profundos y pertinentes. Uno de los riesgos de las teorías críticas es que presuponen la existencia de un sujeto consciente. Y la realidad nos demuestra que esto no es así.
Por otra parte mencionaré que las proposiciones de la segunda presentadora también me generaron dudas. Me centré en una de sus ideas primeras: la interculturalidad requiere del conocimiento de uno mismo y de los otros. Esta tesis es, a mi juicio, una tesis más radical que cualquier otra. La interculturalidad ha de pensar en Sócrates antes que en Marx: conozcámonos y conozcamos a los otros antes de transformar un mundo y una historia que, posiblemente, ignoramos.
Quisiera compartirles, por último, esta reflexión de uno de mis filósofos predilectos:
“En general, experimentamos el curso de las cosas como algo que nos obliga continuamente a alterar nuestros planes y expectativas. El que intenta mantener rígidamente sus planes acaba sintiendo con tanta más intensidad la impotencia de su razón. Son muy raros los momentos en que todo va «por sí mismo», en que los acontecimientos salen espontáneamente al encuentro de nuestros planes y deseos. Entonces sí que podemos decir que todo está transcurriendo conforme al plan. Pero aplicar esta experiencia al conjunto de la historia implica realizar una tremenda extrapolación que contradice estrictamente a nuestra experiencia histórica.” (Gadamer, Verdad y Método:450)
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Fotografías: Carlos Castro Rivera
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Referencias:
* Para bajar lecturas sobre APD consúltese el post, en este mismo blog: «Discursos Educativos Contemporáneos”, Curso de la Maestría en Educación, Facultad de Pedagogía. (1 de 2)»
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Hola Cuauhtemoc.
Es de mi interés el desarrollo que realizaste en este posteo, me parecen muy honestas tus preocupacione y creo que eso es un aspecto que pone a disposición el diálogo.
Para no precipitarme en la crítica e interprtar el sentido de tu apreciación, le gustaria realizar una serie de interrogantes a tus preocupaciones y es posible´además tenr algunas objeciones de tus objeciones.
primero, estoy de acuerdo que el APD recupera algunas nociones del Marxismo, indudable los términos de poder, hegemonia entre otros, pero mi interrogación va en el sentido de reconocer los autores del APD que has abordado, porque considero que algunos autores que se asumen como tal cuestionan y mantienen debate con el Marxismo Ortodoxo.
Si parto de que algunas personas tienen carencias piscologicas,espirituales y otras que no, esta condición humana no se distingue a partir de una distinión entre quienes asumen una postura epistemologica o politica, es decir, el tener una perspectiva del APD no te hace más o menos carente de una persona que aborda realidades desde una hermeneutica.
Considero que algunos trabajos donde se aplica el APD se quedan en una postura de Analisis y no llegan a la pretendida transformación que tu planteas, en tal caso me gustaria saber que entiendes por transformación y sus implicaciones para que se pueda enrriquecer eesta postura. si partimos que el analisis del APD y la interpretación de la hermeneutica transforma por el solo hecho enrriquecerla o mirarlas desde otra perspectiva como se lee el mundo entonces coincidire con tu postura, sino es asi es necesario entender el sentido que le das, para ver si efectovamente el APD lo considera como lo planteas, ¿no vaya hacer que nos precipítemos?
mi pregunta que te haria es sobre como sostienes agumentativamente que el APD no considere el aspecto de interpretar la realidad, ¿El interpretarla solo puede hacerse desde la filosofia y especificamente desde la hermeneutica?.
bueno tengo muchas preguntas pero creo que por el momento seria todo.