Cuauhtémoc Jiménez Moyo
Docente, Unidad de Enlace Académico
Región Córdoba-Orizaba
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Tengo entendido que existen pocas reflexiones sobre experiencias docentes. Quienes tienen como principal tarea la docencia, seguramente, tienen -o tenemos, mejor dicho- escaso tiempo para reflexionar sobre lo que hacemos día con día en los salones de clase. Todos los que estamos en esto suponemos que nuestro trabajo es de calidad, que nuestras clases son encantadoras, que poco nos falta para ser Freire o Comenio, pero debemos aceptar que no siempre es así. El trabajo docente, muchas veces, se convierte en un remake desafortunado de nuestras mejores versiones o en un imperativo que dicta lo que tenemos y no queremos hacer. Pero en fin, en medio de esas contradicciones nos movemos día a día los docentes.
En esta ocasión, en la Unidad de Enlace Académico (UEA) de Orizaba, nos propusimos escribir -para repensar lo hecho- sobre una experiencia que nos arrojó mucha información para aquellos interesados en el quehacer docente. No sólo se trata de buenos resultados, así que esperamos sea de utilidad.
El miércoles 9 y el jueves 10 de Junio de 2010, se realizó, en las instalaciones de la Facultad de Arquitectura, en la ciudad de Córdoba, Veracruz, lo que hemos denominado «Primer Foro de Diversidad Cultural«. En este evento se presentaron actividades de diversa índole: conferencias magistrales, ponencias, se presentó el Número 12 -de su tercera época- de La Palabra y el Hombre, se expusieron fotografías que registran algún proceso cultural trascendente para el estudiantes y, también, hubo representaciones teatrales sobre dos tradiciones importantes para los nahuablantes de la Sierra de Zongolica: el Xochitlalli y su boda tradicional.
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