Abel Rogelio Terrazas
Laboratorio para el Enfoque Intercultural
Docente, UVI Xalapa
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El estudio significa trabajo, aprovechamiento de recursos y el cuidado de la relación entre la labor de ese proceso donde se invierte nuestro tiempo y los instrumentos adecuados para obtener resultados. El estudio nos responsabiliza a obrar en comunidad, en tanto la situación académica más accesible consiste en la educación colectiva. Y en el escenario de la educación pública es donde entramos en acción para atender determinados problemas, como la diversidad de estilos de aprendizaje según se muestra en poblaciones estudiantiles densas por su variabilidad y diferenciación constitutiva.
El primer problema que mencionamos está en la relación entre los procesos educativos y los instrumentos que constituyen parte fundamental de dicho proceso. La segunda cuestión radica en la responsabilidad de los grupos y los individuos para maniobrar en situaciones explícitas (desigualdades económicas, sociales y culturales, por mencionar sólo tres dimensiones). Y por último, siguiendo la intuición del párrafo anterior, nos encontramos con una variedad de problemas de aprendizaje cuando tenemos las cartas sobre la mesa: contexto, recursos y procesos.
El concepto de educación sin duda nos proporciona un piso compartido para poder reflexionar. Si concebimos el proceso educativo como una parte importante de la vida de las personas, entramos en una esfera compleja de interrelaciones vitales que van desde los intereses económicos, hasta las emociones acerca del ritual escolar cotidiano. El concepto de educación interpela la dimensión de la identidad cultural a que nos adscribimos. Por ejemplo, colectivamente hablando, nos ubicamos en el tiempo y nos medimos de manera homogénea a la hora de asistir a clases; en términos individuales, procedemos en distintos sentidos sobre el tiempo concedido para “no estudiar”[*].
La educación compartida embarga nuestros estudios porque vincula el aprendizaje a un momento definido; asimismo, nos instala en el límite entre lo colectivo y lo individual.
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Referencias:
[*] La resignificación de la educación en sus aspectos formal e informal nos brinda la posibilidad de flexibilizar la interacción entre intereses colectivos e individuales en la escuela. Vid Edgar Morin, “Aprender a vivir”.
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