Alejandro Martínez Canales
Responsable de la Orientación en Comunicación
Docente, UVI Grandes Montañas
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Serie: Todos juntos para el Diagnóstico Comunitario
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¿Preguntamos, platicamos o qué?
Dedicamos ya previo a la partida a Magdalena dos sesiones para determinar cómo procederíamos junto con las personas del lugar para conseguir un primer evento que más allá del diagnóstico, nos permitiera sobre todo platicar, crear una conversación extensa y rica.
Lo primero que consideramos para estas sesiones fue presentar los propósitos del diagnóstico a las personas. Es decir, aunque varios de los que estarán en el ejercicio ya fueron advertidos durante la primera visita sobre los propósitos y el tipo de reunión que planteamos, seguramente precisamos de recordarles y considerar a aquellas personas que lleguen invitadas por primera vez. Así lo pedimos en aquella ocasión: “si puede usted decirle a alguien más que venga, que tenga tiempo, invítelo; pueden venir los que quieran.”
Entonces, a fin de preparar un pequeño guión para presentar el ejercicio, intentamos basarnos en las siguientes preguntas:
– ¿Qué es un diagnóstico?
– ¿Para qué hay que hacer el diagnóstico comunitario?
– ¿Para qué sirve? ¿Es para compartir, conocer o sólo sacar información?
– ¿Cuáles temas puede abordar?
– ¿Cómo lo puede aprovechar una comunidad?
De la discusión de estas preguntas salió un pequeño discurso que se presentará a las personas de la comunidad para compartir las intenciones y, en su caso, escuchar la contrapropuesta, las sugerencias o dudas de las personas. Sugerimos que la explicación no tendría que ser una visión literal de lo que está escrito en nuestra Antología -primera fuente a donde inmediatamente acudieron los alumnos durante esta actividad-, pues si bien resultaba prudente para el desarrollo de la sesión tomarla en cuenta, sería contraproducente formular una explicación académica y poco asequible para varios de los participantes.
Tras la lectura y la discusión, se formularon dos borradores, uno por cada equipo, pues la idea consensuada fue la de realizar dos diagnósticos: uno en el Barrio Capultitla y otro en el Barrio Ilicotla. El primero es ya casi un hecho pues se ha mantenido el contacto necesario; respecto al segundo, faltaría amarrar acuerdos con sus habitantes. Esta última es también una intención de la pronta salida de campo.