“Estamos preocupados en que el flujo comercial crezca para fortalecer las economías regionales que han sido muy castigadas”, expresó Aníbal Zottele Allende
“China y otros países del sureste asiático están configurando el mayor poder económico del siglo XXI”: Aníbal Zottele |
Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver., 18/11/2016.- Los nuevos desafíos económicos que se plantean a nivel mundial caracterizados por el lento crecimiento del Producto Interno Bruto, así como la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, pueden representar una valiosa oportunidad para fortalecer la relación económica México-China, señaló Aníbal Carlos Zottele Allende, coordinador del Centro de Estudios China-Veracruz (Cechiver), de la Universidad Veracruzana (UV).
Al participar en el V Congreso Tequio de la Red VITAE-VIDA: Feria Internacional, Regional, Científica, Artística y Artesanal (FIR-Artesanal), organizado por el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la UV en la Casa del Lago del 17 al 20 de noviembre, el también Presidente de la Provincia de Veracruz y miembro honorario de la Cámara de Comercio de México en China (Mexcham), ofreció una conferencia sobre la perspectiva económica para América Latina y en específico para México y Veracruz.
El ponente afirmó que hay un bajo crecimiento de la economía mundial y que se pone en cuestión la idea de Estados Unidos como el referente más confiable de los acuerdos multilaterales, especialmente en el sector comercial.
“Desde la Mexcham, creemos que los empresarios y productores mexicanos deben buscar alternativas en el mercado asiático, principalmente el chino. Si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entra en una fase de objeciones, como lo ha declarado (Donald) Trump, muchos de los productos mexicanos perderían competitividad en el mercado estadounidense, pero hay otras economías con poder de compra.”
Además agregó: “La diversificación de los mercados es una opción que fortalece la capacidad de negociación y amplía las oportunidades de las empresas”.
Mencionó que en China, desde hace 10 años, la Mexcham asesora e impulsa a empresas mexicanas de diferentes características para que establezcan relaciones comerciales con sus pares de ese país.
Destacó que esta cámara comercial es la única de toda América Latina reconocida por China, lo que da legitimidad y respaldo a los productores mexicanos que desean vincularse con el mercado chino y con el resto de la región, ya que existen convenios comerciales muy estrechos entre las diferentes naciones que integran el sureste asiático.
“Nosotros estamos preocupados en que el flujo del comercio con China crezca para fortalecer las economías regionales.”
Oportunidades en China
Zottele Allende explicó que en el siglo XIX, a partir de la Revolución Industrial, Europa se constituyó en eje de la producción manufacturera y a lo largo del siglo XX el poder económico mundial se desplazó hacia Estados Unidos; en los últimos años, China y otros países del sureste asiático están configurando el mayor poder económico del siglo XXI.
El “país del centro”, añadió, ha crecido sostenidamente a tasas cercanas al 10 por ciento durante un periodo prolongado, “el cual es un hecho histórico desconocido considerando la dimensión territorial y demográfica”.
En 2014 el Producto Interno Bruto de China por Paridad del Poder Adquisitivo se ha convertido en el mayor del mundo, según informes del Fondo Monetario Internacional. Ello implica que China comparte con Estados Unidos la mayor influencia sobre los procesos económicos del orbe.
Citó como ejemplo el papel moderador de China frente a la crisis del 2008-2009 que afectó a las economías occidentales desarrolladas.
Otro punto importante, señaló, es que se prevé que para 2030 la clase media del conjunto de Asia representará alrededor del 65 por ciento del total de los sectores medios del mundo; por lo tanto, es necesario que las empresas mexicanas consideren esta proyección.
Además: “Los excedentes financieros chinos se están dirigiendo a otras regiones del planeta porque el propio crecimiento sustentable de China requiere del desarrollo de otros países (saben que no pueden crecer solos), están invirtiendo fuera de su país. En ese sentido, América Latina se convierte en un potencial receptor de inversiones y financiamiento chino”.