Universidad Veracruzana

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CARIES TEMPRANA DE LA INFANCIA (Problema de salud pública)

 

016-CYL-CARIES INFANTIL-TÍTULO

Nayelli Yazmín Camarillo Narváez*

Wulfrano Sánchez Meraz**

Jairo Mariel Cárdenas**

Francisco Javier Gutiérrez Cantú**

Humberto Mariel Murga**

 Actualmente la caries dental es considerada un problema de salud pública en países en vías de desarrollo, como es el caso de México, en donde la falta de programas de prevención enfocados a comunidades de bajos recursos económicos ha dado lugar a altos índices de caries en dicho segmento de la población.

 Forma parte de esta problemática la Caries Temprana de la Infancia, definida como un proceso carioso de evolución agresiva y rápida que afecta la dentición temporal de los niños, el cual se debe a múltiples factores: físicos, biológicos, ambientales, conductuales, hábitos alimenticios y de higiene.

Nombres equivalentes

El término Caries Temprana de la Infancia es actualmente el más aceptado, sin embargo, ciertos sinónimos aún continúan empleándose:

  • Caries de mamila
  • Síndrome de biberón
  • Caries de pecho
  • Síndrome por alimentación infantil
  • Caries rampante infantil

 ¿Cómo detectarla?

Se caracteriza por la presencia en el paciente de uno o más dientes con caries, afecta principalmente a niños entre dos y cinco años de edad, y presenta un patrón definido de afectación, coincidiendo con el orden cronológico de erupción.

La característica distintiva de esta enfermedad es el compromiso de los dientes incisivos superiores, ya que conforme la enfermedad progresa se desarrolla en el cuello de los órganos dentarios.

Las lesiones a identificar son:

  1. a) El estadio de lesión blanca (estadio más temprano): la lesión del diente aparece como una mancha blanca con apariencia de “gis”.

En niños menores de tres años estas lesiones se observan por lo común en la superficie frontal de los dientes.

  1. b) El estadio de cavidad: si continúan perdiéndose los minerales, la superficie se rompe o se “cavita” y la lesión no puede ser revertida.

Si la lesión progresa, grandes áreas del diente se pueden perder. Las lesiones activas “cavitadas” son generalmente de color café dorado, mientras que las que han estado más tiempo en la boca son más oscuras y en ocasiones casi negras.

 Factores primarios de riesgo

  • Alimentar al niño, durante la siesta o por la noche, con biberón cuyo contenido incluya algún líquido azucarado
  • Permitir que un lactante se alimente del seno materno libremente durante la noche
  • Seguir utilizando el biberón después del primer año de vida
  • Falta o ausencia de limpieza dental por parte de los padres
  • Factores socioeconómicos

 ¿Cómo prevenir?

La principal estrategia de prevención consiste en poner en alerta a futuros padres de familia acerca de los factores que causan esta enfermedad, así como implementar programas de educación en espacios ginecológicos, pediátricos, guarderías y de educación preescolar.

Como parte de dichos programas, los padres deberán ser cuestionados acerca de los hábitos de sus hijos, especialmente con respecto al uso del biberón, el pecho materno y los chupones endulzados.

Uno de los objetivos que se persiguen consiste en que los chupones sean descontinuados debido a las consecuencias negativas que acarrean; en lo tocante al uso del biberón, se sugiere que, si es utilizado al dormir, sólo contenga agua.

También se recomienda minimizar las actividades en las que haya intercambio de saliva, como sería compartir utensilios entre el niño y sus familiares; implementar medidas de limpieza dental después de cada toma de alimento a partir de la erupción del primer diente, ya que los dientes recién erupcionados presentan un esmalte inmaduro y tienen mayor riesgo de desarrollar caries.

En niños dentados se recomienda el uso diario de una pasta con fluoruro, preferentemente en dosis bajas pero con alta frecuencia. Los niños menores de dos años deben utilizar solamente una capa delgada de pasta sobre el cepillo.

 Tratamiento

El tratamiento de la Caries Temprana de la Infancia depende de la extensión de las lesiones, la edad, la cooperación de los padres y la conducta del niño, quien deberá ser valorado por el especialista.

En primera instancia se deben identificar los malos hábitos bucales y eliminarlos. Esta enfermedad se puede prevenir, mas debe hacerse énfasis en la higiene y en las prácticas alimentarias adecuadas.

 

 

Descargar versión impresa

*Facultad de Odontología, Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo: nayelli.cam@gmail.com

**Facultad de Estomatología, Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Edición: Eliseo Hernández Gutiérrez

Ilustración: Francisco J. Cobos Prior

Correo: dcc@uv.mx

 

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