Universidad Veracruzana

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Luz para la Ciencia.

 

José Negrete-Martínez

Mondrian broadwayCuando El Amanecer de Monet del Havre debutó en 1847 desató el enojo de los críticos. Aborrecieron los descuidados golpes de brocha  del autor y sus despulidas líneas y casi en protesta denunciaron el sin precedente estilo de pintura como  «impresionismo».

Los ácidos comentarios continuaron por años sobre una  Pintura que es ahora considerada como heraldo  del arte  moderno. En nuestros días la impresión de tal amanecer aún sorprende a quien la contempla. Su sol anaranjado, brillante como faro, parece pulsar ‘como si llamara a un misterioso nadador’. Esta escena aparentemente ordinaria  está,  sin embargo, enigmáticamente  animada de un tenue pero discernible movimiento.

La mayor parte de los artistas, y Monet entre ellos, usan el color para evocar atmósferas y emoción, pero Monet usaba el color de una manera  más sutil, aunque igualmente poderosa para dar a sus pinturas profundidad, y en el caso de su Sol, pulsación y con ello la ilusión de movimiento.

Al manipular la luminancia (la brillantez que percibimos)  el artista puede crear una gran variedad de ilusiones ópticas como la cintilación de las estrellas, la undulación del pasto o el umbrío descenso de una escalera.  Y aunque tales imágenes  pudieran tener respuestas emotivas por sí mismas, no serían las mismas como   las conseguidas con  los colores apropiados que usa Monet.

El boogie-woogie de Mondrian  de la figura que sigue es otro ejemplo de movimiento evocado:  cuando se se usan el amarillo y el gris  cerca del equilibrio, en medio de un color de fondo blanquizco, los cuadrados parecen vibrar.

En el libro,” Visión and Art: the Biology of Seeing”   la profesora de neurobiología Margaret Livingstone, al abordar el Arte desde su conocimiento del sistema visual del cerebro—conecta arte y ciencia al mostrarlos como los lienzos reflejan las neuronas que los hicieron.

Livingstone explica, por ejemplo, cómo nuestro Sistema nervioso es capaz  de transformar  dos componentes i–tan ajenos anatómica y fisiológicamente, como es el caso de la visión y la audición– en congruencias perceptivas. Muestra  ejemplos de esto en obras que van desde los antiguos mosaicos bizantinos, la colorida “Femme au Chapeau”  de Matise ,  hasta los retratos foto-realistas de Chuck.

Livingstone explora los mecanismos biológicos que nos conducen a la apreciación de las grandes pinturas—lo que las hace funcionar como tales dice–es frecuentemente es algo que puede frasearse como: todos los artistas saben sobre ‘valor’

Livingstone hace ver que aunque los artistas simplemente no saben de Conos y Bastones–intuyen que– las partes amarillas y verdes  de las pinturas son más luminantes  (pero no realmente más brillantes)  que las que están en azul o en rojo. Pero para a mayoría de los visitantes a museos lo anterior es desconocido–ajenos como son al concepto de valor por una parte y a su ignorancia de la existencia de conos y bastones.

Es fácil confundir luminancia con la cantidad de luz  (número de fotones o partículas de luz) que un objeto o color refleja.  Curiosamente, lo que nosotros percibimos como brillante a menudo es la reflexión del mismo número de fotones que nos emiten los que consideramos opacos.

La mayor sensibilidad al amarillo y al verde  se debe a que nuestros foto-receptores  retinianos  son más sensibles a estos colores. Las regiones amarillas y Las  verdes de los objetos son más luminantes  (pero no más brillantes) que  las regiones azules.

Cuando los niveles de luminancia cambian  al través de un solo objeto, el cerebro interpreta estas diferencias como significativas de tres dimensiones. Es por ello que un dibujo simple de un triángulo puede ‘sombrearse’ de tal manera que hasta parezca salirse de la página.

Monet amanecer

Cambios insignificantes en niveles de luminancia pueden producir efectos perceptivos dramáticos como en el Amanecer de Monet. A pesar de que la parte de nuestro cerebro QUE  reconoce claramente el brillante anaranjado del sol del Amanecer, en medio de un gris encapotado,  nuestra parte cerebral  DONDE no detecta el  sol porque está pintado en el mismo valor o luminancia que el fondo. El cerebro DONDE,  cuando lee la imagen  concluye que no hay sol en su un cielo predominantemente monocromático. Como se ve en la imagen que sigue donde  se ha marcado con un circulo la posición colorida de ese sol que el cerebro DONDE no ve.

El hecho es que el sol de Monet  es invisible a esa parte del sistema visual del cerebro que lleva información de posición  y  movimiento.  Puede verse todo lo anterior  también  como que la posición y movimiento están pobremente definidos en el cerebro DONDE.

Livingstone  dice que los artistas hacen uso de contrastes de  la luminancia para producir su Arte.

“Los colores son solo símbolos”—alguna vez explicaba Picasso, y agregaba — “la Realidad debe encontrarse en la luminosidad únicamente”

Picasso contribuye enormemente a la psicología de la percepción cuando pinta las ”Señoritas de Avignon  abstrayendo la percepción dela imagen de  todas ellas, y de su movimiento,  en la cabeza de una sola figura sentada. Para el que escribe esta nota se trata de la percepción de una sola señorita  en sus distintas posiciones y movimientos  como puede verse en la ilustración que aquí se presenta en una versión monocromática.

Nótese en la figura que un ojo visto lateralmente como en el perfil de la primera señorita de la izquierda, Picasso  lo pinta de frente en la cabeza de la mujer sentada y superpuesto a  los dos ojos de las vistas frontales en  los rostros de las señoritas del centro (todos estos ojos nos  recuerdan la percepción del cerebro QUE). Nótese también en la figura que en el mismo rostro se superpone una nariz en movimiento, tomada del rostro de la señorita de la derecha. Esta nariz curvada por su movimiento aparente, está en un color gris que nos recuerda la percepción monocromática del cerebro DONDE.

Picasso señoritas de Avignon

No solamente nos sugiere Picasso, en esta pintura, las muchas dimensiones proyectivas y de tiempo  que tiene  la percepción cotidiana sino algo mucho más sorprendente:  nos sugiere que  nuestra  percepción de distintas dimensiones es simultánea.   Esta última idea ha dado pie a una especulación sobre la naturaleza de un sistema nervioso que sea capaz de tal percepción simultánea. La especulación ha llevado a proponer comunicaciones  eléctricas entre las dendríticas de varias neuronas contiguas  (formando así super-neuronas) y con esto conduciendo a  cómputos neuronales de naturaleza NANO. Esto es, en estructuras moleculares organizadas en  micro-túbulos conectadas a las sinapsis eléctricas. Estos micro-túbulos organizarían dinámicamente patrones  inmensamente  variados  de la  TUBULINA engarzados en ellos.  Estos teorizantes de la simultaneidad de la percepción multidimensional, aun se atreven a sugerir que el efecto quántico que permite tal organización permitiría aún explicar neurobiológicamente nuestra conciencia.

Luz y Ciencia para Ciencia Y luz.

Todos los  descubrimientos plásticos (de luz) de muchos artistas plásticos como  Manet,   Mondrian,  Picasso y Chuck  serán verdaderos descubrimientos científicos cuando los podamos implantar  en  robots dotados de cerebros simulados que sigan líneas morfológicas y fisiológicas  guiadas por  la neurobiología.

 

 

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Maestría en Inteligencia Artificial UV.

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