Adny Alicia Celis Villalón*
En el contexto de las crisis planetaria que se vive actualmente, caracterizada por el deterioro exponencial de nuestro entorno, en términos tanto sociales como naturales, impera el egoísmo que conduce a las individuos a velar por los intereses propios y quizá los de un pequeño grupo cercano, tornándose cada vez más indiferentes ante el deterioro referido. Tal postura halla un contrapeso en los procesos de organización emergentes, que plantean nuevas formas de hacer y reconstruir lo social a partir de cambios en la manera de agruparnos, lo cual redunda invariablemente en favor del ambiente.
Uno de estos procesos emergentes está representado por las Redes Sociales, pero no las basadas en la tecnología que usamos para comunicarnos de manera virtual –que innegablemente son también una herramienta de apoyo en muchos sentidos–, sino las que se establecen entre personas con intereses o propósitos comunes que crean comunidad, en las que sus integrantes dialogan frecuentemente, abarcando múltiples ámbitos (escolar, de vivienda, local, regional, etc.) y formando entramados sociales.
Los entramados se encuentran presentes en los ecosistemas de la naturaleza, manifestándose a través de los vínculos entre sus distintos elementos. Es así que las redes y entramados sociales se reconocen ya que preexisten, pues no aparecen o se construyen de la nada, emergen porque ya están ahí, pero es necesario reconocerlos y fomentar sus conexiones. Hoy en día el motor de los movimientos sociales no está en sumar afiliados a una “propuesta”, sino en activar alianzas prácticas de personas, sectores populares u otros grupos.
Espacio de encuentro
En la Universidad Veracruzana (UV), desde hace ya varios años, diversas entidades y dependencias han instalado huertos en las áreas verdes de las cinco regiones, incluyendo algunas de la UV Intercultural. La presencia de estos huertos es irregular, pues una vez que logran instalarse la continuidad de su mantenimiento está relacionada con los periodos escolares semestrales, la motivación de los estudiantes de cada generación, así como el lapso de tiempo que el personal universitario permanece en una misma dependencia.
En la región Xalapa durante la última década se han hecho esfuerzos por implementar huertos en facultades como Arquitectura, Derecho, Humanidades, Ciencias Agrícolas, Biología, entre otras; institutos como el de Investigaciones Pedagógicas y el de Histórico-Sociales; así como el Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes y el proyecto Siembra UV, que cuenta con un invernadero.
En junio de 2017 la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad convocó a integrar la Red de Huertos Universitarios de la UV (ReHUV), invitando para ello a una reunión en el invernadero de Siembra UV. Esta reunión tuvo el objetivo de ofrecer un espacio de encuentro, intercambio y formación de colectividades humanas solidarias y resilientes, en este caso pertenecientes a la comunidad universitaria. A ella acudieron 40 alumnos de distintas facultades y una familia, que escuchó la convocatoria en Radio UV, los cuales aprendieron cómo realizar una cama de siembra de doble excavación y pusieron en práctica el conocimiento adquirido. Palearon, colocaron una capa de grava roja en la parte más profunda y buscaron en las áreas verdes cercanas ramas y troncos para triturarlos y añadirlos al sustrato. Al final regaron y sembraron cúrcuma, frijol rojo, zanahoria, lechuga, jitomate, rábanos y espinacas.
Logros colectivos
La ReHUV realiza reuniones itinerantes el último jueves de cada mes, con una duración de tres horas, en diferentes espacios universitarios que ya cuentan con un huerto o están en proceso de iniciarlo. En cada reunión se llevan a cabo actividades de montaje, ampliación, mantenimiento o cosecha entre la comunidad universitaria, en las que se mezclan las experiencias y habilidades de los asistentes. Se invita a llevar plántulas, semillas y algún alimento para compartir con los demás al finalizar la reunión, con lo que se crean lazos y se fomenta la convivencia mientras se disfruta de alimentos entre los que pueden estar los cosechados durante esa sesión, después de una jornada de trabajo colectivo. Esta iniciativa busca replicarse en las cinco regiones universitarias.
El trabajo de la ReHUV articula la producción de alimentos con otras acciones que detonan y fortalecen procesos encaminados a la sustentabilidad tales como el uso eficiente de recursos (agua, energía, etc.), el manejo adecuado de residuos, la gestión de áreas verdes, así como la reflexión sobre nuestros hábitos de consumo y la promoción de una alimentación sana. Los huertos universitarios son, por encima de todo, un espacio de encuentro en el que se transmite y recibe conocimiento, ya que todos tenemos algo que aprender y compartir.
Esta red, al igual que muchas otras, busca la creación de comunidad con base en la participación voluntaria en distintos grados y temporalidades del proceso, el cual no necesariamente es rígido y terminantemente delineado, sino que puede implicar cambios de sesión a sesión, ajustes o redefiniciones, sin que ello sea un factor en contra, pues se trata de un proceso abierto de construcción de conocimiento, acciones y realidades que labren sustentablemente nuestro presente y futuro, cultivando el sentido de colaboración y de pertenencia, ya que los logros son colectivos.
*Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, UV.
Correo: acelis@uv.mx
Ilustración: Francisco J. Cobos Prior
Dir. de Comunicación de la Ciencia, UV
dcc@uv.mx