- Maricamen Hernández estudia la Maestría en Ecología Tropical y realiza investigación en la comunidad totonaca de Tlalpila, municipio de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz
- Obtuvo el segundo lugar en certamen de fotografía durante su participación en el XI Congreso Mexicano de Etnobiología
Paola Cortés Pérez
09/07/18, Xalapa, Ver.- Maricarmen Hernández Suárez, estudiante de la Maestría en Ecología Tropical del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), realiza una investigación para rescatar el uso de las plantas medicinales en la comunidad indígena totonaca de Tlalpila, ubicada en el municipio de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz, inventariar las diferentes especies y elaborar un catálogo digital.
El pasado jueves 28 de junio presentó sus avances ante estudiantes e investigadores del Citro, como parte de las actividades del Seminario de Investigación Interdisciplinaria organizado por la Coordinación de Posgrado en Ecología Tropical de dicha entidad académica.
Con su tesis intitulada “Flora medicinal indígena totonaca de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz”, Maricarmen Hernández busca documentar las formas de uso tradicional de las plantas medicinales de la comunidad de Tlalpila.
Desde antes de la llegada de los españoles, comentó, los pueblos indígenas atendían sus padecimientos con ayuda de recursos naturales de su entorno, siendo las plantas el principal recurso.
“Este conocimiento logró sobrevivir al proceso de Conquista y ha sido transmitido de generación en generación, por ello la importancia de documentar la forma de uso tradicional de las plantas medicinales en Tlalpila.”
Otros de los objetivos de su investigación es realizar un inventario de las especies de plantas medicinales usadas por los pobladores, y conformar un catálogo digital e ilustrado de las principales plantas medicinales de su entorno para beneficio directo de los pobladores de la comunidad y de la sociedad en general.
Para conocer las plantas mayormente usadas, Maricarmen aplicó una encuesta al 10 por ciento de la población y entrevistó a los médicos tradicionales (como informantes clave), quienes ayudaron en la colecta de las mismas; posteriormente fueron identificadas para elaborar un catálogo ilustrado.
Detalló que se registraron 103 especies medicinales, de ellas sólo han sido colectadas 45 (para tres herbarios diferentes) ya que necesita el espécimen con flor o fruto. Agregó que han sido seleccionadas las 10 plantas de mayor frecuencia de uso y los resultados preliminares se presentaron a las autoridades de la comunidad.
Indicó que el mayor número de plantas son usadas para problemas del sistema digestivo e hígado, seguidas por aquellas que aminoran dolores e inflamaciones y afecciones de la piel, boca y ojos.
“En forma de uso, la mayoría de las plantas son utilizadas en forma de té (57 por ciento), en forma de cataplasma y baños. De las especies se usan sobre todo las hojas, flor, corteza, tallo y fruto.”
Maricarmen Hernández mencionó que el 40 por ciento de las especies son fomentadas, el 39 por ciento son silvestres y el 21 por ciento son cultivadas; además, el 76 por ciento son originarias del continente americano, el 14 por ciento provienen de Asia y sólo el uno por ciento de África.
Para continuar con la investigación, dijo que de este universo de plantas medicinales fueron seleccionadas cinco de acuerdo a su importancia cultural y farmacéutica.
Subrayó que la elaboración y la documentación del uso de inventarios de recursos florísticos es una manera de documentar los principios activos de las plantas medicinales para la elaboración de medicamentos.
Participación en Congreso Mexicano de Etnobiología
Del 11 al 15 de junio, Maricarmen Hernández obtuvo el segundo lugar en el certamen de fotografía, organizado en el marco del XI Congreso Mexicano de Etnobiología, realizado en Morelia, Michoacán.
Conforme a información proporcionada en la página web del Citro, se explica que las fotografías participantes debían cumplir como requisito principal reflejar el quehacer de la etnobiología, la diversidad cultural, las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, como el manejo y las interacciones con especies de plantas, hongos, animales, ecosistemas y paisajes, entre otros temas.
Además de recibir el reconocimiento, se dio a conocer que la fotografía de la estudiante del Citro será portada de la revista Etnobiología, publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al respecto, señaló que la imagen fue tomada en la comunidad totonaca de Tlalpila, donde ha desarrollado su investigación etnobotánica de plantas medicinales.
La universitaria trabaja con la señora Rosa Juárez de Luna, médico tradicional de Tlalpila, quien le ha permitido tener contacto con su familia, la cual se dedica a la elaboración tradicional del piloncillo o panela, pese a que no tiene propiamente un cañal, mas aprovechan al máximo sus parcelas para sembrar café, mamey, piñón, cacao, vainilla y caña.
La fotografía muestra a uno de los miembros de esta familia en el momento del traslado de la caña después del corte en el campo de cultivo, donde las personas llegan a cargar –en largas distancias y a través de un camino accidentado– entre 30 y 40 varas de caña que se amarran y ponene en la espalda con ayuda de un mecapal. Éste es el primer paso del proceso de elaboración del piloncillo.
Cabe destacar que en Tlalpila sólo hay cinco productores de panela, quienes la elaboran principalmente para consumo propio, aunque también para abastecer las necesidades de las otras familias de la misma comunidad.