- Busca integrar la cultura-biología, antropología-biología o cultura-naturaleza, expuso el investigador de la UNAM
- “No podemos ver sólo al mundo biológico sin prestar atención al contexto sociocultural”
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
31/09/2024, Xalapa, Ver.- La bioculturalidad aparece como un nuevo paradigma en la ciencia, la cual busca integrar la cultura-biología, antropología-biología o cultura-naturaleza, expuso Víctor Manuel Toledo Manzur, investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV) dictó la conferencia magistral “De la biodiversidad a la bioculturalidad: una transición obligada”.
De acuerdo con el principal epistemólogo sobre la ciencia, Thomas Kuhn en su libro La estructura de las revoluciones científicas, la ciencia se construye a través del surgimiento de nuevos paradigmas, esto es, al aparecer un paradigma éste será cuestionado por otro y así sucesivamente, de esta manera es como avanza y se transforma la ciencia.
En la actualidad se vive un cambio de paradigma, lo que implica una transformación en la ciencia y “no podemos ver sólo al mundo bilógico sin prestar atención al contexto sociocultural.”
Toledo Manzur explicó que la bioculturalidad es resultado del desarrollo y maduración de la etnobiología y la etnoecología, nuevas disciplinas dedicadas al estudio del conocimiento, las cosmovisiones y las prácticas de los pueblos originarios del mundo, desde un enfoque interdisciplinario y transdisciplinario.
Para demostrar que existe la bioculturalidad, en 2012 se analizaron las 35 regiones de alta biodiversidad y las cinco regiones altamente preservadas de todo el planeta. Encontraron que las primeras concentran el 50% de las plantas vasculares y el 43% de vertebrados terrestres; en las segundas, se encuentra el 17% y 8% de las plantas vasculares y vertebrados terrestres, respectivamente. Entre ambas reúnen el 8.4% de la riqueza natural global.
En cuanto a lenguas indígenas, en las regiones de alta biodiversidad se registraron tres mil 202 y en las altamente preservadas hay mil 622, lo que representa el 68.5% del todo el mundo.
“Esto demuestra el traslape en el mundo entre la riqueza biológica y la cultural; entonces, la bioculturalidad existe y se matiza de acuerdo con cada región y municipio de cada país.”
Lo biocultural, puntualizó Víctor Toledo, se define por la biodiversidad (número de especies), la agrodiversidad (centros de domesticación) y la etnodiversidad (número de lenguas); al juntar los tres criterios se observa que los países más ricos bioculturalmente son Indonesia, México, India, Australia y Brasil.
“Somos el segundo país más rico bioculturalmente, esto nos da para marcar líneas de investigación científica, políticas públicas, actitudes, entre otras acciones”, finalizó.