Este día de celebración mundial de los bosques trata de concienciarnos sobre la importancia de todos los tipos de ecosistemas boscosos y de árboles. En este sentido es posible mencionar que los bosques cubren un tercio de la superficie terrestre del planeta y juegan un papel fundamental en la vida de muchos de sus habitantes, especialmente en la vida cotidiana de las comunidades rurales. Alrededor de 1 600 millones de personas —incluidas más de dos mil
culturas indígenas— dependen de los bosques para vivir. Y es que los espacios boscosos procuran refugio, trabajo, alimentos, combustible y medicinas, madera, leña, alimentos, forraje, aceites esenciales, gomas, resinas, látex y
sombra a todos los seres humanos.
Los bosques son vitales para nuestro suministro de agua. Influyen en cómo y dónde cae la lluvia y filtran y limpian el agua. Por eso, al proteger los bosques del mundo, protegemos también esa preciada sustancia líquida, de la cual depende nuestra misma supervivencia. Otra cuestión imprescindible en cuanto a las superficies boscosas reside en que ayudan a mitigar el cambio climático, principalmente por su capacidad de alterar el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera: cuando crecen, absorben parte del carbono, que queda almacenado en la madera, las hojas y el suelo.
La celebración de este día nos brinda la oportunidad de resaltar el papel esencial que juegan los bosques en la
erradicación de la pobreza, la conservación del medio ambiente y la seguridad alimentaria. En beneficio de las generaciones presentes y futuras, la gestión sostenible de todos los tipos de formaciones boscosas forma parte de la
solución a los conflictos, que afectan tanto a países en vías de desarrollo como a los desarrollados.