Adelantos
Fragmento de Concupiscencia de los ojos. El desnudo femenino en México. Discursos y prácticas en la gráfica. 1897-1927, de Alba H. González Reyes, col. Historia y Sociedad, 404 p.
Con la encrucijada entre la historia cultural, los estudios de género y la teoría social, en esta investigación se ha propuesto, desde la temática de la sexualidad, plantear como objeto de análisis la representación erótica del cuerpo desnudo femenino que, desde diversos discursos y prácticas expresivas, fue construyendo el diseño de una figura femenina transgresora, en la Ciudad de México, entre 1897 y 1927. Un tipo de mujer con características físicas-morales que representara la desobediencia a la normatividad, antípoda al conocido y virtuoso modelo decimonónico de mujer ideal denominado ángel del hogar.
Esta investigación se circunscribe al periodo mencionado por tres circunstancias: primera, la proliferación de imágenes eróticas se liga a la introducción del modernismo y sus varios estilos estéticos que se establecen en México en esa época, cuya propuesta atendía a la realidad para representar el mundo de su tiempo y sus problemas. Con base en la representación, las imágenes intentan dar un contenido moralizante, alegórico, simbólico. Más audaz, el modernismo de finales del siglo XIX identifica la sexualidad con la perversión. De tal forma que erotismo y muerte, sexo y vicio, mujer y depravación tendrán estrecha relación, cumpliendo así la función dicotómica entre el estímulo erótico y la tentación, aspectos que en su contradicción conforman parte del sistema clasificatorio de construcción social.
La mujer será el objeto de tal contradicción, donde la afabilidad, la sumisión y la displicencia se aúnan a la disipación y el libertinaje. En el área metropolitana, la fotografía de desnudo va a extenderse más o menos por esa época y heredará los cánones pictóricos del realismo-naturalismo con distinciones de sensualidad. Con la aproximación al cuerpo como objeto de observación, la fotografía tuvo el propósito de dar una imagen lo más precisa de la realidad sensible. En 1897, los creadores de las postales se sirvieron de la fotografía para hacer circular, entre tantas temáticas, las imágenes de desnudo femenino.
En segundo lugar, los acervos fotográficos localizados en archivos de la Ciudad de México cubren este lapso. Las imágenes litográficas y fotográficas que se mantienen en iconotecas y departamentos de documentos de imagen ratifican una continuidad en los estilos estéticos, en la forma como los cuerpos han sido modelados y registrados.
Y finalmente, las revistas que se encontraron en los archivos, que dan cuenta de gráficos eróticos, también se remiten a ese periodo; su producción y circulación se restringen al área metropolitana.
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