Ante la creciente urbanización, el futuro de las ciudades se avizora insostenible. La disputa por el control territorial y por la apropiación de los usos funcionales y simbólicos de los espacios, hacen de las ciudades epicentro de las contradicciones globales. Es en la ciudad donde emergen diversas formas de vida producto de la interconexión de los sistemas naturales con los sistemas artificiales resultando en una multiplicidad de formas de habitar, de construir identidades, de imaginar e interrelacionarse con el entorno, con la política, con la cultura, con los actos de la vida cotidiana propios de la cultura de una época que impactan en la misma Arquitectura como profesión y a su enseñanza.
Estas formas emergentes de habitabilidad, requieren ser estudiadas, ya que, son clave para comprender los procesos actuales y las transiciones que ocurren en la ciudad como fenómeno complejo del mundo contemporáneo. Si por un lado la ciudad protagoniza la desigualdad y la exclusión social, en ella también se producen transiciones sociales, educativas, económicas, políticas, tecnológicas e informacionales, de donde pueden surgir innovaciones que modifiquen los patrones de insostenibilidad que han puesto en riesgo la diversidad biológica y la vida sobre el planeta.