La fundamentación es el diagnóstico necesario para la construcción del proyecto curricular: reflexión sobre la relación entre la sociedad y la universidad; indagación sobre los cimientos de la profesión y la(s) disciplina(s) que la hacen posible; exploración de la oferta educativa en otras instituciones de educación superior y las tendencias de formación que presentan; reconocimiento de las bases y los obstáculos normativos que posibilitan o dificultan la viabilidad del proyecto; descripción, también, de las características del programa educativo.
Está constituida por seis análisis: de necesidades sociales, de los fundamentos disciplinares, del campo profesional, de las opciones profesionales afines, de los lineamientos y del programa educativo.
Los productos de esos análisis son susceptibles de ser socializados con comunidades similares de instituciones de educación superior, a través de su publicación en medios diversos.
Para su elaboración se recomienda la división de las tareas en grupos colaborativos de aprendizaje, grupos con reuniones periódicas en donde se comparten, se plantean interrogantes y se aceptan comentarios y recomendaciones enriquecedoras del trabajo y los documentos.