Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
En el libro Notas sobre enfermería se reúnen dos escritos notables: el detallado trabajo de Florence Nightingale y el ensayo introductorio de María Angélica Salmerón. El primero nos permite conocer un método minucioso de la atención en cuestiones de enfermería y; el segundo, nos acerca a la figura histórica de la notable italiana que le dio un peso específico a la profesión de las enfermeras.
La colección de la Biblioteca del Universitario nos conduce a una nueva experiencia literaria que en esta ocasión no es a través de la novela, el cuento, la poesía o el ensayo, sino por medio de un texto que nos presenta una metodología para atender enfermos y cuidar los espacios de atención en un ambiente donde prevalece el humanismo, la empatía y el respeto a la vida.
Florence Nightingale nació el 14 de mayo de 1820 en Florencia, Italia, justo por eso recibió ese nombre, por el lugar donde fue su natalicio. Su padre, William Nightingale, educado en Cambridge, de ideas liberales, era promotor del movimiento contra la esclavitud y creía firmemente que las mujeres deberían tener una buena educación e impulsó a sus hijas en el estudio del pensamiento político y social de la época aunado al aprendizaje de la historia, la música, las matemáticas, las lenguas y la filosofía.
Sin duda, fueron herramientas sólidas en la formación de Florence que le forjaron un espíritu rebelde y revolucionario nada común en las mujeres del siglo XIX europeo. A pesar de que su padre influyó de manera determinante en la educación de la joven, no imaginó que llegara a tomar la decisión de trabajar y, mucho menos, ser enfermera.
La introducción que presenta María Angélica Salmerón, filósofa de la Universidad Veracruzana, es un texto que publicó en la revista La Ciencia y el Hombre, en su volumen XXVI, número 3, septiembre-diciembre, 2013 en la gustada sección “Distintas y distantes. Mujeres en la ciencia”. En él se encuentra la esencia y el espíritu de Florence Nightingale del que subraya: “ son la imagen viva de las colosales dificultades que tuvo que vencer, pero son también la imagen del orden que ayudó a restituir en el mundo que habitaba y cuyos logros hoy por hoy nos alcanzan a todos”.
Nightingale inicia sus estudios de enfermería a los 17 años en Kaiserwerth, un hospital-escuela alemán ubicado en Düsseldorf, en que el preparaban a las Órdenes de Diaconisas para la atención de enfermos. Entre misticismo y conocimientos aprendidos, la joven tomaba nota y sistematizaba como una científica. Para ella, la teoría tenía que pasar a la práctica y comenzó a aplicar sus observaciones con las matemáticas, principalmente la estadística, combinadas con pedagogía y humanismo. Las bases de la enfermería moderna tomaban forma.
Un hecho histórico marca la hondura de la figura de Florence Nightingale: la guerra de Crimea en 1854. Ella, con un equipo de 38 enfermeras que había formado, se instalaron como voluntarias en el hospital militar. Dura prueba, sin duda, para practicar la enfermería. En medio del infierno que significaba atender a combatientes heridos en las peores condiciones de higiene, Florence organizó todo para tener un cuidado médico eficaz entre el dolor y la obscuridad. Entre los corredores y camastros improvisados se abría paso con su lámpara en mano, imagen que se convertiría en emblemática y símbolo de la enfermería.
Florence Nightingale escribió dos libros: Notas del hospital y Notas de enfermería, los dos publicados en 1859. El segundo es el que se publica en el número 79 de la colección Biblioteca del Universitario y que se convirtió en un libro de texto indispensable para la formación de enfermeras y enfermeros.
Compuesto por trece capítulos, en él escribe sobre la ventilación y calefacción de los espacios hospitalarios; la salubridad en las casas; la administración y cuidado de los detalles para atender al enfermo; el ruido, la variedad y la clase de alimentos; la cama y las ropas de cama; la luz y la limpieza de habitaciones, de paredes y de la higiene personal y; la observación necesaria al enfermo. A lo largo del texto se podrán ver notas al margen que refuerzan el tema que se trata, algo no muy común y que le dan un sentido pedagógico.
Al inicio de su ensayo, María Angélica Salmerón, cita palabras de Florence Nightingale para un epígrafe: “¿Por qué tenemos las mujeres pasión, intelecto, actividad moral (las tres cosas) y un lugar en la sociedad donde ninguna de las tres puede ser ejercitada?”
Florence Nightingale rompió esquemas, estudió y ahondó en un método para la enfermería, le dio dignidad a la profesión más allá de una simple asistencia y marcó un ejemplo notable de las mujeres en la ciencia con base en el humanismo. Una verdadera luz en medio de la obscuridad.
Notas sobre enfermería, de Florence Nightingale, con ensayo introductorio de María Angélica Salmerón, es de la colección Biblioteca del Universitario de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 159 páginas, 2022.
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