Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
Segura, con destreza, inteligente, erudita, estudiosa, revolucionaria, libre, innovadora, trascendente en el tiempo, con “ese natural impulso” en el oficio de poeta, escritora con dominio de la lengua, mística y ganadora de debates ante el más crítico y feroz oponente, esa era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz.
Gracias a la colección Biblioteca del Universitario de la Editorial Universitario, que pone al alcance de todos, obras de autores universales, podemos disfrutar de la literatura de largo alcance de la conocida también como La décima musa.
De la mano de Maximiliano Sauza Durán, quien hace el prólogo, selección y notas, podemos sobrepasar más allá de “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón” y de la vida controvertida de Sor Juana, para tener un panorama más amplio a través de la propuesta Quedando a la luz más cierta, el libro número setenta y tres de la colección Biblioteca del Universitario.
Da gusto encontrarse con un joven literato como Max Sauza que encuentra y valora en el pasado a una joven exponente del barroco con su prodigiosa creación literaria, para ofrecernos un libro que nos ubica en el justo medio de la vida de Sor Juana con “una galería de obras (apenas un puñado entre el casi medio millar que escribió la monja) divididas no por forma sino por tema”.
Juana Inés de Asbaje nació el 12 de noviembre de 1648 (o 1651) en San Miguel Nepantla (actualmente en el Estado de México) en la época barroca en la que confluye la herencia del Siglo de Oro español con los elementos obscuros medievales representados en la Santa Inquisición y el autoritarismo virreinal junto con una cultura vivaz llena de arquitectura, música, gastronomía y literatura.
Niña prodigio encontró en los libros el mejor vehículo del conocimiento y en la lengua y la gramática, los elementos necesarios que conjuntaron lo culto con lo popular, lo religioso con lo paródico, los amoroso con el desdén, la crítica con el análisis.
Mujer que sabía latín, tenía impedido acceder a estudios universitarios, pero sus habilidades la llevaron a confluir con los poderes virreinales amparándose en el mecenazgo y en el mejor lugar que pudo encontrar para su libre creación: el claustro de las madres jerónimas.
Max Sauza abreva su admiración por Sor Juana Inés de la Cruz a través de los escritos y recopilaciones de Alfonso Méndez Plancarte, Alberto G. Salceda, Antonio Alatorre, Octavio Paz, Antonio Castro Leal y Martha Lilia Tenorio.
A partir de una libre selección encontraremos en este libro poemas de amor no correspondido, de celos, de esperanza, religiosos, dedicados a los amigos, sin faltar la fina pieza epistolar Respuesta de la poetisa a la muy ilustre a sor Filotea de la Cruz, una contestación a las recriminaciones que le hizo el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, en una carta que le envió bajo el seudónimo de sor Filotea.
La lírica que se presenta en Quedando a la luz más cierta está compuesta por romances, redondillas, sonetos, villancicos y documentos en prosa.
Alta literatura, musicalidad, talento, destreza, sensibilidad de profundo amor y misticismo encontraremos en esta mujer ejemplar fuera de serie que trasciende a su tiempo.
“Yo no puedo tenerte ni dejarte/ni sé por qué, al dejarte o al tenerte, / se encuentra un no sé qué para quererte/ y mucho sí sé qué para olvidarte/.
Quedando a la luz más cierta, Sor Juana Inés de la Cruz, prólogo, selección y notas de Maximiliano Sauza Durán, es de la colección Biblioteca del Universitario de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 239 páginas, 2020. Se consigue en Xalapa, en librería Hyperión. Cuenta con envíos a diferentes partes del país.
