Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
En la humedad, entre las hendiduras, en piedras, árboles o paredes, el musgo se adhiere y vive como si uniera cuerpos para formar sistemas intensos y extensos como poemas naturales que son alfombras verdes. Para algunos es un estorbo, para otros, adorno. Para Roberto Cruz Arzabal es una posibilidad para la poesía.
Hasta que el musgo es el nombre del poemario que publica la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) en la colección Ficción breve bajo la autoría de Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de México,1982), poeta que ha publicado el libro Andamios singulares, en la editorial Elefanta y curador del proyecto digital “Principios de asociación poética”. Actualmente estudia y enseña literatura en la UV.
Cruz Arzabal realiza un ejercicio particular: dialoga con otras obras, otras artes, a través de la poesía. Ya sea una pintura, una ilustración, una serie, una película o una pieza musical, experimenta para buscar formas poéticas y lúdicas que a su vez se convierten en un espacio de reflexión crítica.
En palabras de la poeta Katia Rivera: “En la obra permea la relación de lo intangible con los objetos y los lugares afectados por los elementos naturales, con el lenguaje y la aparición de imágenes. Los versos son un juego de claroscuros y rasgaduras de palabras que no se tocan y que descosen la realidad. En ellos, vemos al lenguaje multiplicarse, conforme surcamos sus signos, y transformarse, como el musgo que recubre las horas, ante nuestra atónita mirada”.
Agrupados en cuatro apartados (El fantasma produce el ideal, Los castillos impugnables, Bestiales sus impulsos y Lo testimonia toda carne) los poemas de Roberto Cruz Arzabal son un jugueteo permanente con la realidad y lo onírico, con la ortografía y el verso certero, y con la flexibilidad necesaria que puede desbordar su imaginación.
Ejemplos de cómo el poeta borda su poema a partir de obras, son los siguientes:
“Lo carga un niño triangular” surge de una fotografía de autor anónimo que retrata a los recluidos en el siquiátrico de La Castañeda… “Este niño, por ejemplo,/ esa mirada blanca,/ esos ojos abiertos al espasmo/ lo delatan: este niño, decía,/ fue encontrado dormido/junto al basurero de una fábrica/ en La Merced. De ahí le viene/ la negrura, su hollín/ los pelos chamuscados. /Lo carga otro niño/ porque no puede mantenerse en pie,/ pues sus piernas vivían en la locura”.
Juguetea con una improvisación sonora de Ute Wassermann, Aleks Kolkowski y Alex Ward y le llama “De agua a lengua: barco”, poema impreso de manera horizontal y que puede leer así: “Agua en el rompiente:/ la piedra: agua en/ moluscos : piedra:/tambor de la medusa. Agua” … “espuma en la entreceja de/ la roca: antena de/ albergue de chasquidos. Agua/ ascua plena: desovada”; o así: “Agua en el rompiente:/ espuma en la entreceja de/ la piedra: agua en/ la roca: antena de/ moluscos : piedra:/ albergue de chasquidos. Agua/ ascua plena: desovada”…
De una exposición de Alejandro Magallanes llamada Albóndigas surge el poema “La vida sexual de las albóndigas”: “…que breve es la vida/sexual de las albóndigas/su plusvalía/apetitosas/ de mirarse. Tan rosadas/ tan solitarias. De carne/ tan molida./ Le dijeron Nunca te enamores de 1 kilo/ de tu igual/.
Del cuadro La morte di Atteone, de Tiziano se desprende: “los perros desgarran/ la sobriedad de la pintura/ y el ciervo es/ vulnerado en el vistazo/ su repliegue seco su doblez/ de carne/ macerada en metamorfosis/ de la piel por pelo, capullo/ en su eclosión…”
O en una clara referencia al artista conceptual Ulises Carrión escribe “Querido lector no lea”… “1 Leer es una actividad física, una actividad tecnológica y una actividad intelectual. ¿Acaso puede dejar ser una sola y dejar de ser las otras?/ 1.1 Para leer hace falta contemplar /1.1.1 pero la lectura no es contemplación/ 1.2 para leer hace falta discernir/ 1.2.1 pero la lectura no es discernimiento/ 1.3 La lectura es un espacio vacío entre dos reinos, es un poder sin materia, un interregno; un espacio en el que el rey vive pero el rey ha muerto 1.3.1 Es el cuerpo incorpore del rey…/
Hasta que el musgo, de Roberto Cruz Arzabal, es de la colección Ficción breve de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 148 páginas, 2024. Para adquirir el libro consulta libreria.uv.mx