Universidad Veracruzana

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Vladimir Maiakovski y Efraín Huerta, dos poetas en sus caminos

Corre, lee y dile


Por Germán Martínez Aceves

 

Dos poetas cruzan sus destinos ante la mirada del investigador. Dos realidades que encuentran sus caminos en la antigua Unión Soviética y en México. Dos estilos que, como buenos géneros poéticos del socialismo, se desarrollan en contradicciones, utopías, imaginarios y desilusiones. Dos autores: uno es Vladimir Maiakovski y el otro, Efraín Huerta.

Ambos mundos literarios y políticos son estudiados por Rodrigo García Bonillas (Orizaba, Veracruz, 1987) en su libro de ensayos Guerras floridas que forma parte de la colección Libros del Ocelote del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias y la Editorial de la Universidad Veracruzana.

El origen es la investigación de García Bonillas es su tesis de maestría Vladimir Maiakovski, Efraín Huerta: hacia una visión de la literatura filosoviética en México a través de la experiencia de viaje, que presentó para titularse en Letras Mexicanas por la Universidad Nacional Autónoma de México.

El propio investigador y traductor comenta que en una ocasión se encontró con el libro Dos poetas rusos en México: Belmont y Maiakovski, prologado por Luis Mario Schneider y de ahí surgió la idea de estudiar la literatura de los viajeros rusos en México y de los mexicanos en Rusia.

Su interés se centró en Vladimir Maiakovski (Georgia, 1893-Moscú, 1930) y Efraín Huerta (Silao, 1914-Ciudad de México, 1982). En el contexto histórico hay que tener en cuenta que tanto Rusia como México vivieron las primeras revoluciones del siglo XX y que su influencia socialista fue determinante para el arte y la cultura en todas sus expresiones.

Maiakovsi viajó a México y en su momento Huerta a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Esos cruces de caminos Rodrigo García Bonillas los sigue con atención en la línea filosoviética (adjetivo que apunta Sergio Pitol en su libro El viaje) que incluyen materia roja “es decir, los tópicos, la configuración ética y las tradiciones discursivas que se afilian al sistema de símbolos soviéticos o se derivan de él”, señala el autor.

En las sociedades prehispánicas, las guerras floridas fueron llamadas así entre los mexicas y los tlaxcaltecas. En tres ensayos minuciosos que escribe García Bonillas son los enfrentamientos que tienen ambos poetas, Maiakovski y Huerta, con la realidad.

El primer ensayo se llama “Maiakovski, el Cachorro Mexicano” en el que toma en cuenta los textos de viaje a partir de cartas remitidas a Lilia Brik, las crónicas que forman Mi descubrimiento de América y los cuatro poemas del Ciclo de América.

Maiakovski llegó a nuestro continente en 1925, desembarcó en el puerto de Veracruz con la idea firme de divulgar su poesía junto con las ideas revolucionarias soviéticas que tenían eco en personajes como Diego Rivera, quien le dio una gran acogida al escritor ruso que no pasaba para nada desapercibido con su estatura de un poco más de dos metros.

García Bonillas así describe al poeta ruso: “era observador saleroso y atento a lo exótico”. Los estereotipos con los que llegó a nuestro país pronto se derrumbaron (“El heroísmo/ya no es un tema./Moctezuma se volvió una cerveza,/ una cerveza, Cuauhtémoc”), comprobó la ambición de los políticos mexicanos y conoció algunos resquemores entre poetas.

Para Diego Rivera, Maiakovski había transformado a la poesía mexicana como Eisenstein al cine y para Germán List Azurbide “era un volcán en erupción, cuya lava nos cubría con su fuego, nos incendiaba”.

El segundo ensayo es “Guerra florida” donde trata las discrepancias que tuvo Maiakovski con el poeta jalisciense Carlos Gutiérrez Cruz quien se asumía como poeta proletario. La polémica surge principalmente por la trayectoria superior del poeta ruso, el desconocimiento del horizonte poético mexicano, los discursos ideológicos socialistas y los discursos ideológicos religiosos. Curiosamente ambos mueren en 1930. Maiakovski por un disparo en el corazón y Gutiérrez Cruz por problemas cardiacos.

El tercer ensayo “Huerta, el Cocodrilo de Malaquita” tiene como base los poemas que escribió el Gran Cocodrilo en sus viajes a la Unión Soviética, Checoslovaquia, Armenia y Polonia. Miembro del Partido Comunista era admirador desmedido de Stalin (“Se llama José Stalin, y es un hombre mayor de 70. / Pero vale por siglos”) y de los países que formaban el bloque soviético sin dejar su fino humor poético (“Paranoicos/de todos/los/matices/¡Uníos!”).

En el epílogo, Rodrigo García Bonillas compara los viajes poéticos de Maiakovski, el Cachorro Mexicano (como él mismo se decía a partir de un dibujo que hizo sobre un perro) y, de Efraín Huerta, el Cocodrilo de Malaquita (personaje de “Las cuartetas de Armenia”). Si bien su conjunción entre ambos es el mundo socialista, las asimetrías notables de las culturas y las relaciones políticas rusas y mexicanas son influencias en la poesía que se analiza en este road book.

Guerras floridas, de Rodrigo García Bonillas, es de Libros del Ocelote del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias y la Editorial de la Universidad Veracruzana, 224 páginas, 2022. Se puede adquirir en la librería Hyperión con envíos a todo el país.

 

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Fecha: 14 agosto, 2024 Responsable: Editorial Contacto: direccioneditorial@uv.mx